Los inversores en India gozan de una situación propicia, que va desde el resurgimiento económico hasta un entorno geopolítico favorable ¿Qué supone esto en la práctica? Responde James Thom, director de inversiones, Renta Variable Asiática, abrdn.
Invertir en los mercados emergentes siempre ha sido un ejercicio de equilibrio. La promesa de un gran potencial de crecimiento suele verse atenuada por la volatilidad y la incertidumbre inherentes a estos mercados.
Uno de los países que ha obtenido últimamente mejores resultados es India. En este artículo analizaremos las oportunidades y los riesgos asociados a este mercado y responderemos a si sigue siendo un lugar atractivo para invertir en 2024.
El panorama empresarial de India tiende a funcionar con el vaso medio lleno
Sin embargo, el actual optimismo de las empresas no es injustificado y contrasta mucho con el sentimiento que prevalece en todo el mundo. Esto se debe en gran parte a que en los años previos a la pandemia. el país se enfrentó a un periodo de crecimiento por debajo de lo normal, una situación que se revirtió justo cuando se produjo la pandemia. La economía india parece estar recuperando el terreno perdido, impulsada por la reapertura de su economía y la reducción de los riesgos políticos. Como resultado, la aceleración del crecimiento se está produciendo con fuerza.
“India florece mientras los votantes respaldan a un Modi que apuesta por el crecimiento”
El crecimiento se ha visto respaldado por la estabilidad política ofrecida y las reformas económicas introducidas por el primer ministro Narendra Modi, que opta a un tercer mandato. Si bien los primeros años de la administración de Modi se caracterizaron por la puesta en marcha de reformas radicales, en los últimos se han producido cambios más graduales.
Sin embargo, las bases sentadas por estas primeras reformas siguen apuntalando la actual trayectoria económica positiva de India. Un ejemplo fue el Impuesto sobre Bienes y Servicios, que impulsó los ingresos fiscales. Actualmente, estas reformas se están aprovechando para financiar proyectos de infraestructuras esenciales, que son cruciales para sentar unas bases sólidas para un crecimiento sostenible.
FORTUNAS OPUESTAS: INDIA VS. CHINA
Las reformas también han generado fuertes rendimientos en el mercado bursátil indio, especialmente en comparación con China, su homólogo regional. China se enfrenta a una ralentización del crecimiento, un asediado sector inmobiliario, un debilitamiento de la confianza de los consumidores y una cautela en el gasto en infraestructuras debido a la preocupación por los elevados niveles de deuda. Por el contrario, India está experimentando un auge del sector inmobiliario, una elevada confianza de los consumidores entre la creciente clase media y en las zonas urbanas (el gasto rural sigue siendo débil). También estamos asistiendo a un aumento de la inversión en infraestructuras.
Los factores geopolíticos agravan estas diferencias. En este sentido, Estados Unidos mantiene una relación activa con India como contrapeso a China. Esta alineación estratégica ha aumentado los flujos de inversión extranjera directa hacia India, sobre todo mientras las empresas mundiales intentan diversificar sus centros manufactureros. Prueba de ello ha sido la creación de centros de capacidad global, donde las empresas multinacionales trasladan sus funciones administrativas para aprovechar la mano de obra cualificada y rentable de India. El país ha fomentado esta actividad con iniciativas como el Plan de Incentivos a la Producción.
Este sistema ofrece exenciones fiscales y subvenciones y ha atraído con éxito la inversión, especialmente en sectores como la fabricación de teléfonos inteligentes. Gran parte de esta actividad se ha producido a expensas de China, o al menos de nuevas inversiones en las que China sale perdiendo. Esta divergencia en la fortuna subraya las significativas disparidades entre ambas economías, que se han trasladado al rendimiento de los mercados de renta variable.
ECONOMÍA VERDE Y ENERGÍAS RENOVABLES
India está dando pasos importantes en el sector de la economía verde y las energías renovables. En la cumbre COP26, sus responsables se comprometieron a lograr cero emisiones netas para 2070, un objetivo ambicioso para una economía en desarrollo. Para cumplir este objetivo, India ha fijado objetivos intermedios de generación de energía renovable para 2030, posicionándose como actor principal en la expansión de las energías renovables.
La India deja de llamarse así por estos motivos
Aunque la economía verde presenta oportunidades prometedoras, navegar por los mercados públicos de India en busca de inversiones directas puede resultar complicado. Pocas empresas cotizadas se ajustan directamente a este tema. Sin embargo, los inversores pueden explorar oportunidades indirectamente a través de empresas industriales que suministran componentes y servicios al sector de las energías renovables.
RIESGOS PARA TENER EN CUENTA
Invertir en India es una actividad que no está exenta de riesgos. Las próximas elecciones generales, la condición del país de importador neto de petróleo y las tensiones geopolíticas con su vecino, Pakistán, son sólo tres cuestiones que podrían afectar a la trayectoria de crecimiento y la estabilidad política del país. El mercado bursátil indio ha cotizado históricamente con una prima en comparación con otros mercados emergentes.
Sin embargo, las valoraciones actuales son elevadas, incluso en términos relativos, sobre todo en las empresas de pequeña y mediana capitalización. Su potencial de crecimiento es, sin duda, la razón por la que los inversores están dispuestos a pagar una prima en este mercado. No obstante, hay que analizar hasta qué punto un inversor está dispuesto a pagar por ese crecimiento.
Pese a sus caras valoraciones, India ofrece un abanico de sectores atractivos para los inversores. El sector bancario, las empresas relacionadas con las infraestructuras, el desarrollo residencial y los negocios centrados en el consumo doméstico presentan oportunidades en este mercado dinámico. Como ocurre con cualquier oportunidad de inversión (y en particular en los mercados emergentes), se impone la cautela. Sin embargo, con un enfoque selectivo y una mentalidad a largo plazo, los inversores disponen de un abanico de oportunidades para aprovechar su historia de crecimiento.