sábado, 23 noviembre 2024

STC le hace el favor al Gobierno y se olvida de Telefónica 6 meses más

STC va a tener seis meses más de paciencia y aguantará para no interferir en los intereses del Gobierno español para hacerse con el 10% de Telefónica a través de la SEPI, según la orden recibida por el Ejecutivo. La teleco árabe anunció el pasado 5 de septiembre que entre acciones, (el 4,9%) y derivados (5%) se podía convertir en accionista mayoritario la operadora española. Sorprende que no hayan tramitado ante el Gobierno los permisos pertinentes y que no tengan prisa en hacerse con un puesto en el Consejo de Administración. Las razones de esa «paciencia» son incomprensibles y poco transparentes. Según fuentes del sector, los saudíes le hacen un favor al Gobierno que se cobrarán en el futuro.

Hoy hace seis meses que la operadora Saudi Telecom Company (STC) hizo que a toda Telefónica le diera un vuelco al corazón. El fondo soberano saudí, Public Investment Fund (PIF), a través de su participación en STC del 64%, con la posibilidad de hacerse con el 9,9% de las acciones tenía en su mano el poder en Telefónica, nuestro buque insignia nacional teleco a punto de cumplir un siglo de vida. Seis meses después del anuncio ha habido reuniones entre STC y Telefónica, pero parece que se ha encaminado hacia la inacción árabe, que según ha trascendido no hará nada en lo que queda de año.

Todo se queda como está hasta que el Gobierno español tome posiciones, para lo que debe buscar un banco de inversión que se encargue de comprar los valores de manera que no se altere el mercado y no perjudique al precio de las acciones, y la manera de financiar la operación, bien a través de los Presupuesto Generales de Estado, o a través de otras vías, como la utilización de deuda pública.

STC le hace el favor al Gobierno y se olvida de Telefónica 6 meses más
José María Álvarez-Pallete durante la presentación de resultados de Telefónica en 2023.

REUNIONES EN BARCELONA Y MADRID

El pasado viernes José María Álvarez-Pallete se ha reunido en Madrid con representantes de STC y según ha publicado El Confidencial, les ha sacado cierto compromiso para que voten a favor de su gestión al frente del consejo de administración cuando se celebre la próxima junta general de accionistas en los primeros días del mes de abril, en los que se tendrá que decidir si se renueva o no el puesto de los consejeros José Javier Echenique, Peter Löscher, Claudia Sender y Verónica Pascual, a pesar de que el directivo de Telefónica ha dicho por activo y por pasiva que en el consejo todo seguiría igual, hasta resolver la posición árabe y del Gobierno.

Los directivos de STC estaban por Madrid porque tenía que venir sí o sí a España con motivo de la celebración del Mobile World Congress (MWC), no solo porque dirigen la operadora por excelencia del país árabe, sino porque su CEO, Olayan Mohammed Alwetaid, forma parte de la junta directiva de la GSMA, la asociación mundial de telecos que organiza la feria en Barcelona

Allí su presidente, que también es el de Telefónica, Álvarez-Pallete, ya se había tenido que encontrar con Alwetaid, pero deprisa y corriendo, porque la MWC ha sido intensísima en cuanto a agenda del directivo español. Lo de contar con el apoyo árabe en su gestión, y pedirles paciencia con el Gobierno de España, ya que no ha trascendido que ningún miembro del gobierno se haya reunido para nada con los árabes, requería una reunión más pausada en Madrid.

Álvarez-Pallete, ya se había tenido que encontrar con Alwetaid, pero deprisa y corriendo, porque la MWC ha sido intensísima en cuanto a agenda del directivo español.

El MWC tiene muchos patrocinadores, pero el principal, que figuraba en el lazo que sujetaba todas las acreditaciones es STC. Su stand se separaba del de Telefónica por solo el espacio de otra compañía, presentaban algunas novedades sobre la IA, los reconocimientos faciales y cambios de identidades, y otros asuntos tecnológicos. En los días que MERCA2 estuvo allí, solo pudimos ver a dos mujeres árabes en el stand, en labores relacionadas con las relaciones públicas. Si vimos a dos de sus directivos, uno de ellos su director de transporte y venta mayorista, Mohammed Abdullah Alabbadi, pasear por la feria junto a un colaborador, rodeado de guardaespaldas hombres, poco amigos de que mujeres, periodistas o no, les hiciéramos fotos.

STC le hace el favor al Gobierno y se olvida de Telefónica 6 meses más
Directivos de STC se pasean por el MWC 2024.

STC Y LA FAMILIA REAL SAUDITA

El presidente del fondo PIF es el príncipe heredero del reino saudí, Mohammad bin Salmán bin Abdulaziz Al Saud (Bin Salmán), primer ministro del país desde 2022. El fondo PIF, un instrumento de la familia real árabe para sacar adelante su plan estratégico, mediante el que quiere haber triplicado su tamaño para 2030 y alcanzar activos por importe de 7,5 billones de riales saudíes (unos 1,866 billones de euros). Se podrían comprar España (nuestro PIB es de unos 1.460 millones de Euros).

Por mandato de su consejo de ministros, que preside Bin Salmán el fondo, constituido en 2016, tiene un proyecto llamado Visión 2030, que busca por el mundo adelante identificar y poner el foco inversor en estrategias que permitan diversificar su economía y que no sea el petróleo su único «oro», el negro, que le provee de riqueza. Quieren crecer en sectores estratégicos como la tecnología y las telecomunicaciones.

Eso no quita que no tengan prisa. Tiene un enorme potencial económico pero ninguno desde el punto de vista de imagen mundial. Hay riesgo reputacional al asociarse con Arabia Saudí por asuntos como el asesinato hace 5 años de Jamal Khashoggiy, periodista de The Washington Post crítico con el régimen, que entró en el consulado de Arabia Saudí en Stambul y de allí salió a trocitos.

Hay riesgo reputacional al asociarse con Arabia Saudí por asuntos como el asesinato hace 5 años de Jamal Khashoggiy, periodista de The Washington Post crítico con el régimen,

Así que el país árabe trata de limpiar su nombre a base de invertir en, por ejemplo, empresas energéticas de Francia, Reino Unido o EE.UU, lo que le confiere cierta inmunidad, y en grandes acontecimientos deportivos y en comprarse torneos que no les pertenecen, como el de la Supercopa española de fútbol, y deportistas que no tienen un gran compromiso por los derechos humanos, sobre todo femeninos, como Rafa Nadal, que ha sido nombrado nuevo embajador del tenis allí. Desde que su llegada al poder en 2017, Bin Salmán ha permitido a las mujeres conducir, acudir a espectáculos deportivos y al cine, y les ha puesto baños en los estadios. Pero nada más.

STC le hace el favor al Gobierno y se olvida de Telefónica 6 meses más
Stand de la teleco Saudí Telecom Company.

STC Y EL RIESGO PARA LA PARIDAD DE TELEFÓNICA

A nadie en este país le gustaba que un estado árabe, que no respeta un buen montón de Derechos Humanos, pero que tiene capital de sobra, se hiciera con una de las empresas estratégicas españolas, por sus contratos con el Ejército Español, su importancia en el tendido de cables submarinos y terrestres de telecomunicaciones, y porque no son muy amigos de la paridad, tan buscada ahora en el consejos de administración de Telefónica.

En Arabia Saudita existe la pena de muerte, el abuso laboral, las torturas y la expulsión de migrantes, se castiga con latigazos la homosexualidad, se mata o se encarcela a quienes opinan diferente al régimen, incluso por diferir de las opiniones marcadas a través de un simple tuit, se ataca a la población civil de Yemen, y se encarcela a las mujeres por cualquier cosa, sobre todo si protestan tratando de defender sus derechos que tienen el resto de mujeres en el mundo.

Las mujeres que pueden viajar, lo hacen con una tarjeta que tiene un GPS incorporado, y mantiene el sistema de tutela masculina, como si fueran menores de edad o incapaces, a lo largo de toda la vida de cada mujer.

Telefónica tiene en sus órganos directivos en la actualidad un 33% de mujeres y en su consejo de administración un 40% de consejeras. En Arabia Saudita solo el 5% de la fuerza laboral son mujeres. Haciendo cálculos, el supuesto representante de STC que algún día se vaya a sentar en el consejo de Telefónica será un hombre, y es posible que no se sienta cómodo ante el despliegue de poder femenino en la mesa de toma de decisiones.

En la junta directiva de STC solo hay dos mujeres árabes con vidas profesionales que parecen occidentales, cuyas capacidades son claramente excepcionales.

En STC la gestión ejecutiva está en manos de 16 hombres, uno de ellos es José D. Valle, ex directivo de Telefónica que ahora es el Jefe de proyectos especiales de la teleco saudí, y es el único occidental. La Junta directiva, por su parte, cuenta con once personas de la que un hombre es occidental y otro indio y, sorprendentemente, hay dos mujeres árabes con vidas profesionales que parecen occidentales, cuyas capacidad son claramente excepcionales.

Una es Rania bint Mahmoud bin Abdulwahab Nashar, educada en la Escuela de negocios de las Universidades de Washington y de Virginia, directiva de la empresa Samba Financial Group, desde 2017 a 2021. Es una autoridad en gestión de riesgos, por eso tiene su actual cargo en el PIF, el fondo gubernamental, y ejerce como Presidenta del Comité de Riesgos en Saudi Tadawul Group desde 2021. Según la web de STC «Rania posee un profundo conocimiento de los entresijos y retos inherentes a una gestión eficaz del riesgo, y su amplia experiencia en la dirección de iniciativas de gestión de riesgos en el sector financiero ha contribuido significativamente al éxito y la resistencia de múltiples organizaciones».

La otra mujer miembro de la Junta directiva es Sara bint Jamaz bin Abdullah Alsuhaimi, educada en la escuela de negocios de Harvard, ha sido miembro Consejo de Administración y Consejera Delegada de NCB Capital y vicepresidenta del Comité Consultivo del Consejo de la Autoridad del Mercado de Capitales. Fue la primera mujer saudí en presidir la bolsa de valores de Arabia Saudita (Tadawul), el mayor mercado de valores de Oriente Medio, que con anterioridad había dirigido su padre. Ahora es miembro de la junta directiva de Saudi Airlines y Saudi Telecom.

Solo son dos, y no parecen conseguir cambiar su mundo. Esperemos que sus compañeros no venga a ocupar cargos en España y que pretendan cambiar el nuestro.


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