En estos momentos los consumidores siguen favoreciendo esos supermercados y cadenas que ayudan a ahorrar como es el caso de Mercadona, Carrefour y Lidl. La primera en ‘tomar cartas’ sobre el asunto fue la cadena presidida por Juan Roig, que bajó el precio de 500 productos en 2023 para paliar el efecto subida de los precios sobre la cesta de la compra.
Las tres cadenas de distribución buscan ser la mejor opción para un cliente que busca calidad, pero al mejor precio. La cuota de mercado en el sector de la distribución es muy importante para los supermercados y para poder analizar si las prácticas que han estado aplicando durante el año han surtido efecto en los consumidores o han perdido clientes porque la competencia está ofreciendo mejores precios o una gran variedad de productos.
Sin ir más lejos, las cadenas de distribución y los autoservicios ganan cuota de mercado y alcanzan una facturación de 99.580 millones, un 7,7% más que en 2022. Además, hay que añadir el incremento de las plataformas de comercio electrónico, y es que la mayoría de las grandes cadenas cuentan también ya con su propia tienda online. El aumento registrado por los costes y el empeoramiento de las previsiones macroeconómicas continuarán afectando a los márgenes del sector a corto plazo.
CARREFOUR Y LIDL SE SUMAN A LA BAJADA DE PRECIOS DE MERCADONA
Después de qué Mercadona bajará los precios de algunos de sus productos, una estrategia comercial que ha aumentado la fidelización y el acto de comprar de muchos de sus clientes, otros supermercados como Carrefour y Lidl han querido seguir los pasos de la cadena de distribución líder en el sector. La competencia entre Mercadona, Carrefour y Lidl por ofrecer los precios más bajos ha creado un entorno en el que los clientes son los grandes beneficiados. Ahora más que nunca, los consumidores tienen acceso a una amplia gama de productos de calidad a precios asequibles, lo que les permite ahorrar dinero en sus compras diarias.
Carrefour y Lidl, dos de los principales competidores de Mercadona, se han visto forzados a reevaluar sus estrategias de precios debido a la agresiva política de precios de su rival. Ante la creciente presión de perder cuota de mercado, ambas cadenas han optado por reducir sus precios en un intento desesperado por retener a sus clientes y atraer a nuevos.
LA COMPETENCIA POR EL GASTO DEL CONSUMIDOR SE INTENSIFICARÁ A MEDIDA QUE OTRAS CADENAS BUSQUEN MANTENERSE A LA PAR CON LA AGRESIVA ESTRATEGIA DE PRECIOS
La cadena de alimentación francesa, Carrefour, hizo lo propio en enero con la misma cantidad de referencias habituales de su marca, con rebajas de hasta el 13% en el precio de esos productos en los lineales de sus establecimientos. Su objetivo era bajar un total de 500 productos de su marca propia, que según Carrefour, «son los productos favoritos de los clientes, los que más aparecen en los tickets de la compra».
Sin ir más lejos, estos son algunos de los productos que ha rebajado el supermercado francés, la crema de cacao de Carrefour Bio ha pasado de valer 4,05 euros a 3,89 ahora gracias a la baja de productos; un bote de tomates secos con aceite, su precio antes era de 2,55 euros y actualmente el cliente lo podrá comprar por 2,27 euros; donde también han querido disminuir el coste es en los productos de limpieza del hogar como el limpiador de acero inoxidable que ha pasado de costar 3,79 euros a ahora los clientes pagar por ello 3,65 euros.
Además, a finales de febrero se supo que Lidl, la cadena alemana caracterizada por ser ‘discounter’ aplicará también una rebaja de hasta un 13% en los precios de un total de 100 productos básicos de su propia marca blanca. No obstante, los productos que tengan una bajada de precio irán rotando, es decir, la selección de referencias se verá ampliada hasta las 200 en los próximos días y semanas.
Llevar a cabo estrategias de precios es un cambio que puede resultar en una mayor competencia en el mercado minorista, beneficiando en última instancia a los consumidores con más opciones de elección y mejores ofertas. Por supuesto, que la reducción de precios pueden llevar a consecuencias futuras como reducir en costes de empleados, por ejemplo, para poder asumir ese porcentaje de descuento para que el cliente compre.
LOS PASOS DE LIDL PARA SEGUIR CRECIENDO
A día de hoy, son muchos los consumidores que se han vuelto más atentos y críticos con la sostenibilidad. Siendo así, Lidl quiere conseguir, de cara a 2025 y 2027 disminuir más de un 30% y un 35% respectivamente, el uso del plástico en sus productos. La cadena ha logrado ser pionera en el sector con varias medidas en torno al plástico, sustituyendo sus envases por celulosa o compostables en toda su gama de frutas y verduras bio, eliminando los microplásticos de sus productos de cosmética, detergentes y limpieza.
En los últimos seis años, Lidl ha conseguido optimizar más de 400 envases, sustituyendo sus embalajes por materiales más sostenibles, utilizando más plástico reciclado y/o haciéndolos más reciclables. La cadena de distribución alemana identifica todos sus envases rediseñados con el sello “Envase eco-responsable”, con el objetivo de trasladar a sus clientes de forma transparente sus proyectos en favor del medio ambiente.
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