En los últimos episodios de ‘Pecado Original’ fuimos testigos de uno de los acontecimientos más trágicos de la historia de la serie: la muerte de Halit Argun. El accidente que el empresario sufrió al caer por las escaleras de su propia casa marcó un nuevo rumbo para la trama de la novela, desencadenando una serie de acontecimientos cruciales para el futuro de sus protagonistas.
Yildiz es posiblemente la que peor lo está pasando tras la muerte de su ex marido. Al no poder disponer de la herencia que Halit dejó a su hijo hasta que éste cumpla la mayoría de edad, la joven comenzó a buscar trabajo desesperadamente para poder mantener a su pequeño. Desesperada por no encontrar empleo, Yildiz pensó que la manera más rápida de salir a flote era casarse de nuevo con un hombre rico. Con lo que no contaba la joven Yilmaz era con volver a enamorarse…
1Resumen de lo ocurrido la semana pasada en ‘Pecado Original’
Tres meses después de la muerte del director del holding Argun, la empresa se encontraba en uno de sus peores momentos. Las interminables deudas hicieron incluso que Mert, el nuevo director, tuviera que pactar con un comprador: el conocido empresario Hasan Ali Kuyucu.
Yildiz tampoco estaba pasando por su mejor momento tras el fallecimiento de Halit, ya que por muchas entrevistas de trabajo a las que se presentaba ninguna de ellas terminaba bien. Angustiada por ver a su hija tratando de sacar adelante a su familia, Asuman decidió que la mejor opción para Yildiz era volver a casarse con un millonario. En esta tarea le ayudarían Emir y Caner, los cuales no pararon de presentarle a Yildiz varios candidatos a futuro marido, siempre sin éxito.
Y es que Yildiz, aunque sabía que un matrimonio con un hombre rico era la salida más rápida y fácil a su precaria situación, no estaba dispuesta a volver a casarse con alguien divorciado o mucho mayor que ella. Justo cuando la joven estaba a punto de tirar la toalla, Caner dio con el candidato ideal a marido para Yildiz: el joven y atractivo Çagatay Kuyucu.
Caner no tardó entonces en ponerse manos a la obra para conseguir reunir a Yildiz y Çagatay, provocando una serie de encuentros “casuales” entre ambos. Sin embargo, tras varios intentos frustrados en los que la buena suerte parecía huir una y otra vez del lado de Yildiz, ésta pareció rendirse en su hazaña.
Así, cuando la joven estaba a punto de abandonar, un giro inesperado puso a la suerte de nuevo de su parte. Todo ocurrió después de un agotador día en el que Yildiz volvió cargada de bolsas del mercado dispuesta a coger el ascensor de su edificio. Al encontrarse los ascensores cerrados por mantenimiento, la joven cogió aliento y subió con dificultad hasta su piso, al lado del cual se encontró con su nuevo vecino: ¡el mismísimo Çagatay!
Poco pudieron interactuar ambos en aquel momento, pero justo al día siguiente la cosa cambiaría radicalmente, para suerte de Yildiz. Todo comenzó de la forma más inesperada, cuando el apartamento de Yildiz comenzó a tener problemas con la subida del agua. Fue entonces cuando Çagatay, con el fin de que Yildiz pudiera bañar al pequeño Halitcan, le ofreció su propio baño para hacerlo.
Por otra parte, Mert siguió intentando subir peldaños como empresario, tratando de convencer a Zehra de que le ayudase a convertirse en accionista. Pero esta vez Mert no tuvo suerte, ya que Zehra se negó en rotundo.
Más adelante asistimos a la comida de empresa celebrada en la gran casa de Hasan Ali, durante la cual éste intentó ganarse el favor de una nada receptiva Ender. Pero el humor de Ender empeoró aún más la primera vez que pisó las oficinas del nuevo y lujoso Kuyu Holding.