A solo tres días de la presentación en la que Repsol, sobre el papel, esclarecerá el curso de su ultimátum al Gobierno, el valor bursátil de la compañía que preside Antoni Brufau se ha llevado una dosis extra de vitaminas. Y es que Morgan Stanley ha elevado su recomendación sobre la petrolera de ‘igual ponderación’ a ‘sobreponderar’, además de subir dos euros el precio objetivo de la acción de la empresa energética.
En concreto, el valor objetivo de la participación pasa de 15,60 euros a 17,60 euros, lo que le reporta a Repsol un potencial alcista del 28,8% respecto al cierre de la semana pasada. Con este movimiento, la firma de análisis financiero engrosa la corriente optimista de los expertos del panel de Bloomberg, divididos entre los que aconsejan redoblar la apuesta por la energética (Caixabank, Bestinver, Norbolsa o GVC Gaesco, entre otros) y los que se inclinan por un enfoque más conservador (HSBC, Morningstar, BNP Paribas o JP Morgan son algunos ejemplos).
«La perspectiva entre riesgo y recompensa ha mejorado para el sector energético europeo» -indicó Morgan Stanley mediante un comunicado- «Lo que ha permitido elevar la recomendación de Repsol a ‘sobreponderar'». La financiera explicó que los precios del petróleo y el gas, cruciales para el rendimiento de la petrolera, «parecen estar mejor apuntalados en los niveles actuales», además de que el sector «aún no se ha puesto al día con los recientes aumentos de las tasas de interés y la inflación, mientras que las estimaciones de ingresos ofrecen ahora un menor riesgo de caída».
MORGAN STANLEY LE DA UN VALIOSO VOTO DE CONFIANZA A REPSOL DESPUÉS DE LA SEVERA PREDICCIÓN EMITIDA LA SEMANA PASADA POR RENTA4, QUE VATICINA UNA FUERTE CAÍDA EN LOS BENEFICIOS DE LA PETROLERA
La mejora en las perspectivas de Morgan Stanley supone un valioso voto de confianza después de la dura previsión de Renta4, que la semana pasada anunció que espera una caída en los beneficios de la energética que vendrá acompañada, eso sí, de una significativa reducción de la deuda.
Renta4 predice para Repsol un resultado neto de 869 millones de euros en el cuarto trimestre del pasado año, lo que supone una mengua del 57,4% respecto a los 2.039 ‘kilos’ reportados en el mismo período de 2022. En el conjunto de 2023 la reducción no es tan acusada: llegará, según la firma de analistas, a 4.685 millones, frente a los 6.661 millones del año anterior, un 30% de caída.
Al batacazo en los beneficios, el informe contrapone una muy positiva reducción de la deuda del 30% en el cuarto trimestre: 1.576 millones de euros frente a los 2.250 millones de los tres últimos meses de 2022. En el conjunto de 2023, el endeudamiento cae otro 30% desde los 2.256 millones del global de 2022, hasta los 1.576 ‘kilos’.
Igual que Morgan Stanley, Renta4 puso mucho acento en el precio medio del crudo Brent y el gas Henry Hub en 2023 -82,6 dólares por barril y 4 dólares por millón de unidades térmicas (btu), respectivamente-, además la producción anual que hizo la compañía de ambos hidrocarburos, que ascendió a 599.000 barriles equivalentes de petróleo por día (599 kbep/d).
NO SE PUEDE DESCARTAR UN REGRESO A LA ‘TORMENTA PERFECTA’ QUE DISPARÓ LOS CARBURANTES TRAS LA INVASIÓN RUSA DE UCRANIA, UN ESCENARIO QUE, CON TODA SU CARGA TRÁGICA, BENEFICIARÍA LOS BALANCES DE REPSOL
En el horizonte, no se puede descartar un encarecimiento superlativo de los carburantes, ya que el conflicto en Oriente Medio está en plena ebullición y cada día se extiende más. MERCA2 consultó a Pablo Fernández de Mosteyrín, uno de los expertos de la firma de análisis, quien no descarta un regreso a la «tormenta perfecta» que disparó los combustibles tras la invasión rusa de Ucrania. El motivo es que se están mezclando en la olla los mismos ingredientes que entonces: «un petróleo más costoso y una industria del refino debilitada», detalla.
Mosteyrín fue categórico al ser cuestionado por MERCA2 sobre si las turbulencias geopolíticas se traducirán en beneficios extraordinarios para empresas del ramo, como Repsol y Cepsa: «Sí».
REPSOL VS GOBIERNO: EL FINAL DE LA CUENTA ATRÁS
La ponderación de Repsol en los mercados cobra especial relevancia, dada la agresiva posición adoptada por la compañía ante la presentación de su plan estratégico, que tendrá lugar esta misma semana, el 22 de febrero. Ese día es el señalado por la empresa para despejar la incógnita del órdago lanzado al Gobierno respecto al impuesto extraordinario a las energéticas.
Durante la última presentación de resultados de Repsol, su CEO, Josu Jon Imaz, advirtió que de seguir vigente el llamado ‘impuestazo’ en esa fecha, peligrarían un total de 1.500 millones en inversiones de la empresa dentro del territorio nacional. El directivo subrayó la necesidad de «proteger, ante todo, a nuestros accionistas, a nuestros empleados» frente a los efectos de un gravamen «ilegal e inconstitucional».
Este jueves 22, por tanto, ante Repsol se abren tres caminos: cumplir su amenaza, claudicar frente al ‘impuestazo’ o prorrogar el plazo de su ultimátum. Esta última opción ha cobrado fuerza después de que el Gobierno de Pedro Sánchez, inicialmente intransigente respecto a la fiscalidad de las grandes empresas, haya iniciado una ronda de contactos con Iberdrola, Cepsa, Naturgy, Endesa y la propia Repsol para unificar posturas de cara a una futura atenuación del impuesto.