Esta es la tecnología que podría conectar tu mente con Internet

Historia

La historia de la tecnología BCI (Brain Computer Interface), o interfaz cerebro computador, tiene su origen tiempo atrás. Cuando Richard Caton descubrió la naturaleza eléctrica del cerebro y usó un galvanómetro para observar los impulsos de la superficie cerebral en 1875.

Luego, Hans Berger continuó el trabajo de Caton y creó el electroencefalograma. Ello le valió para descubrir las ondas Alfa (8-12 Hz) que también con conocidas como ondas Berger en su honor.

La industria de la medicina siguió mejorando estas máquinas y otros sectores se interesaron también por la tecnología para otros fines. Por ejemplo el DARPA para la industria militar. Eso dió lugar a las primeras prótesis cerebrales.

Como el cerebro tiene esta naturaleza electromagnética y es posible crear dispositivos que puedan leer los impulsos, se han podido crear aparatos que pueden traducir esos impulsos en acciones para conectar a las personas a máquinas.

Modelos no invasivos

Los métodos para leer los impulsos pueden ser no invasivos. Estos métodos se basan en un casco o electrodos colocados en el cráneo de la persona para medir los impulsos que se producen en distintas zonas.

Esto no implica dolor para la persona, y no tendrá que someterse a cirugía compleja. Los riesgos de usar esta tecnología son nulos.

Por EEG, o encefalografía, se mide la actividad y así se puede registrar cada impulso del cerebro de la persona sometida a estas pruebas.

Modelo invasivo

El modelo invasivo implica cirugía, y por tanto un riesgo, para poder insertar dentro del cráneo un dispositivo que pueda realizar la misma labor que el EEG pero en contacto directo con el cerebro.

Esta tecnología tiene ventajas frente a l a no invasiva, pero también implica riesgos para la persona. El chip se debe insertar en puntos clave de la corteza cerebral donde se quiere actuar.

Con este tipo de implantes se pueden manejar robots o computadores solo con el pensamiento. Es una evolución de los actuales periféricos de entrada (ratón, teclado, mandos,…).

Cómo funciona

El funcionamiento de esta tecnología compleja es simple. Básicamente trata de captar los impulsos eléctricos de distintas partes del cerebro para transformarlos en comandos o acciones.

De este modo, con solo pensar en mover un objeto, como el cursor de un ratón, se puede mover éste a través de la pantalla o interactuar con el computador sin necesidad de mover nuestras manos.

Esto implica tener un chip BCI con una circuitería lógica que sea capaz de interpretar las señales del cerebro y traducirlas al vuelo en comandos diferentes. Los pasos serían:

• Captar la señal del cerebro: por métodos invasivos o no invasivos se obtiene la señal eléctrica del cerebro.
• Procesamiento y ampliación: la señal es analizada y traducida a un comando o acción que también será una señal electrónica que se puede transmitir por cualquier tipo de conexión (cable o inalámbrico).
• Recepción y ejecución: el computador recibe las señales y las interpretará para ejecutar la orden que el cerebro ha mandado.

Aplicaciones

Las aplicaciones son bastante variadas. Por ejemplo, ya se está usando en la medicina para que personas que han perdido algún miembro, o han quedado tetrapléjicos, puedan manejar miembros robóticos o computadoras.

En la actualidad existen gran cantidad de cyborgs que tienen implantes médicos de todo tipo, como los cocleares, o para implementar capacidades nuevas que no tienen los seres humanos. Un ejemplo de ello es Neil Harbisson, de padres españoles y nacido en Londres.

El nuevo cíborg no tiene por qué ser tetrapléjico o tener algún otro problema de salud. También se están buscando llevar la tecnología más allá para crear humanos con capacidades extendidas. En esto tiene especial interés la industria militar.

Otra aplicación es en la industria del entretenimiento, como el juego Mindball. Una nueva forma de jugar.

Avances actuales

Actualmente ya se han conseguido importantes avances, tanto en dispositivos invasivos como en no invasivos.

Aunque la tecnología sea sencilla en cuanto a su funcionamiento, no es sencillo afinar su funcionamiento para evitar otro tipo de ruido que puedan interferir y generar órdenes adecuadas.

Tampoco es sencillo calibrar los sistemas para que las órdenes cerebrales se traduzcan justo en lo que de verdad se pretende. Por ejemplo, que el cursor se mueva justo donde se pretende llevar es una tarea que requiere tiempo de configuración.

Japón, Estados Unidos, y recientemente China, han conseguido crear interfaces cerebro-computador o BCI bastante funcionales que son capaces de transformar tus pensamientos en acciones para manejar ordenadores.

Retos que superar

La mayor parte de los avances están dirigidos a captar señales el cerebro y que el circuito BCI las transforme en comandos para un ordenador.

Pero no es tan sencillo el camino inverso, es decir, mediante un receptor poder implantar señales en el cerebro y que éste pueda interpretarlas de forma adecuada.

Si se superase este reto, no solo tendrías a tu disposición la tecnología para conectarte a Internet, sino que también podrías usar una tecnología B2B (Brain To Brain), es decir, que podrías enviar señales, ideas o información a otros cerebros conectados. Lo más cercano a la telepatía…

El futuro

Cuando se superen los techos tecnológicos actuales, estaría disponible un dispositivo definitivo para transformarte en el humano del futuro (gracias a Internet y otros dispositivos).

Un cíborg con capacidad para acceder a grandes bases de datos, información web, realizar trámites con solo pensarlo, enviar información a otras personas conectadas, etc. Eso cambiaría toda la informática tal como la entiendes hoy.

Además, serías un super humano capaz de extender las capacidades actuales de la mente humana, combinarlas con algunos servicios de la nube, IA, etc. Todo el conocimiento de Internet dentro de tu cabeza.