La Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) advirtió recientemente que el anticiclón que transformó enero en una primavera anticipada para España estaba próximo a disiparse. Este fenómeno, que hizo que el clima se asemejara al de mayo, está a punto de concluir. La llegada de sistemas frontales y perturbaciones atmosféricas marcará el fin de esta situación anómala. Se espera que las temperaturas desciendan y que las lluvias vuelvan a su ritmo habitual, lo que restablecerá el equilibrio meteorológico característico de la estación invernal en la península ibérica. La borrasca Karlotta ya está aquí y la agencia advierte de sus serias consecuencias.
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Lo habitual el invierno es que entren en España muchas borrascas
Durante el invierno, es común que España se vea afectada por la llegada de numerosas borrascas. Estos sistemas atmosféricos traen consigo vientos fuertes, lluvias abundantes y en ocasiones nieve, especialmente en regiones montañosas. Las borrascas son parte integral del clima invernal en la península ibérica, influyendo en las temperaturas y en la distribución de precipitaciones. Además, su presencia es vital para el equilibrio hídrico del país, pues contribuyen al llenado de embalses y al mantenimiento de los recursos hídricos. Así, las borrascas son un elemento esencial en el ciclo climático de España durante los meses de invierno.