Si eres de las personas que cierran la puerta de la lavadora una vez finalizado cada ciclo de lavado, te invitamos a leer este artículo y descubrir por qué esta costumbre puede ser perjudicial para el correcto funcionamiento de tu electrodoméstico. A simple vista, puedes pensar que cerrar la puerta es un gesto de cuidado o de mantener la estética en tu hogar, pero en realidad, esta práctica puede ocasionar problemas a largo plazo.
Acompáñanos en este recorrido por las razones detrás de esta recomendación y conoce las consecuencias que pueden surgir si decides ignorarla. ¡No te lo pierdas!
1La importancia de la puerta de la lavadora
La lavadora, al ser un electrodoméstico que trabaja con agua, está constantemente expuesta a la humedad. Si se cierra la puerta de la lavadora de forma inmediata tras acabar su trabajo, esta humedad no tiene por dónde escapar y puede favorecer la aparición de bacterias y moho.
¿Cuántas veces hemos terminado de lavar la ropa y hemos dejado la puerta de la lavadora cerrada? Pues resulta que cometemos un grave error cada vez que lo hacemos. Dejar la puerta de la lavadora abierta después de cada uso es de vital importancia, tanto para mantenerla limpia y en buen estado, como para optimizar su funcionamiento.