Con el panorama como está actualmente en el mercado laboral, cada vez que sale un puesto de trabajo vacante, los seleccionadores de personal deben leer cientos de currículum hasta encontrar el trabajador ideal.
Aunque esto puede suponer un trabajo arduo, también existen algunos consejos para no morir en el intento. Cuando eres parte del equipo de selección de personal, puedes encontrar ventajas pero también inconvenientes. Ventajas porque eres el encargado de encontrar al trabajador ideal, e inconvenientes porque esto puede suponer mucho tiempo y la imposibilidad de llevar al día todos los currículum.
¿Cómo descubrir si ese es el trabajador perfecto para el puesto ofertado? Descubre algunos consejos que te ayudarán a averiguarlo.
Conocimiento del puesto para elegir al mejor trabajador
Para saber elegir al mejor candidato, primero debes conocer a fondo el puesto de la empresa que se debe cubrir.
Para ello, debes tener claras las funciones que debe cumplir el empleado que tienes que contratar. Esto ayudará a realizar una buena selección del mismo. Conociendo todos los requisitos que se necesitan para el puesto, lograremos tener más éxito en nuestra búsqueda. Ten en cuenta también la experiencia necesaria que es requerida, la formación, trayectoria laboral, etc.
Para conseguirlo, es bueno mantener una conversación con el superior del puesto requerido. Esto ayudará a tener más detalles sobre el mismo. Cuanta más información tengamos, mejor sabremos actuar.
Prepara la entrevista previamente
El entrevistado debe conocer algunas pautas sobre entrevistas de trabajo para saber mantener una conversación contigo, pero tú también debes prepararla con antelación.
Planifica con anterioridad las preguntas que vayas a querer realizar al candidato. Una buena idea es hacerlo de acuerdo a las competencias que queramos analizar si cumple o no el mismo. Una entrevista normal suele durar entre 15 y 30 minutos, por lo que es bastante importante no andarse por las ramas. Pregunta solo lo que de verdad importa.
No olvides preguntar también sobre sus proyectos y ambiciones profesionales. Ante todo, el candidato es una persona que desea verse realizado en su trabajo. Conocer sus expectativas a largo plazo nos puede ayudar (y mucho) para saber si es el trabajador que estamos buscando.
Saber analizar el lenguaje corporal
El lenguaje corporal es una parte fundamental en la comunicación del ser humano. Y esto se hace patente, también, en las entrevistas de trabajo.
Observa cómo se sienta y cómo se comporta para saber cómo se siente. La expresión corporal ocupa, aunque no nos demos cuenta, el 65% de una conversación. Gestos, postura, forma de moverse… Todo esto debes analizarlo para conocer cómo es en el fondo el trabajador.
Mantener observados todos estos posibles gestos, además de escuchar lo que te diga, te servirá como seleccionador para hacerte una idea de la confianza con la que habla el candidato, así como de la seguridad en sí mismo que tiene y que sabe demostrar.
Escucha, sé educado y transmite seriedad
Para que el posible trabajador se sienta cómodo charlando contigo es necesario saber escucharlo y ser educado. Aunque no dejes de lado el mostrarte serio.
A todos nos gusta ser escuchados, por lo que nos sentimos mucho más cómodos cuando se nos da la oportunidad de hablar y expresarnos. No olvides este punto porque es muy importante. Además, sintiéndose en libertad de hablar contigo podrás conocerlo más a fondo para decidir si es idóneo o no para el puesto ofertado.
No dejes de lado tampoco la educación. Otra parte fundamental en una conversación entre dos adultos. Es necesario que el entrevistado se sienta cómodo, pero tampoco dejes en ningún momento de transmitir seriedad. Las riendas las llevas tú y así debes demostrarlo.
Anota los datos relevantes
Ninguno de nosotros tenemos una memoria infinita, por lo que es importante anotar lo que creas relevante para más tarde acordarte de cada trabajador.
Normalmente, los procesos de selección de personal son largos. Esto quiere decir que es muy probable que tengas que entrevistar a varias personas. ¿Crees que recordarás todo? Es prácticamente imposible. Para que no ocurra un problema, es bueno realizar un informe de cada uno, una especie de DAFO que nos sirva como resumen.
Anota sus fortalezas, sus puntos débiles, expectativas, salario, etc. De esta forma, cuando llegue el momento de ponerte a elegir en serio no dudarás sobre qué destacaba en cada uno de ellos.
Comprueba las referencias
Que no te engañen. Estás ahí para seleccionar al trabajador más indicado para un tipo de puesto, por lo que debes comprobar que el candidato dice la verdad.
Al finalizar la entrevista, es bueno que le pidas referencias de trabajos anteriores. Esto te puede dar una idea de cómo se desenvuelve en la práctica y no solo a través de una conversación. Muchos cuentan con cartas de recomendación de antiguos jefes, pero si no es así que no te dé miedo llamar a la empresa para conocer más detalles.
El objetivo de todo esto es conocer con más seguridad cómo trabaja y desempeña sus funciones la persona que te ha parecido adecuada para cubrir ese puesto en la empresa. Además, también te dará una idea de los motivos que le llevaron a irse de su anterior empleo.
El aspecto es importante
Una entrevista se trata de analizar en todo lo que puedas al posible trabajador. Y dentro de esto también cuenta su aspecto personal.
La imagen es primordial, sobre todo en trabajos de cara al público, por lo que un buen candidato debe ir adecuadamente vestido y aseado. Para ello, es conveniente, además, conocer muy bien el cargo, pues no se exigen los mismos requisitos ni vestimentas para todos los tipos de trabajo.
Como se ha mencionado, en los trabajos cara al público este aspecto cuenta mucho más que si el candidato ocupara un puesto de oficina en el que los únicos que le verán serán sus compañeros y su ordenador.
No tomes una decisión precipitada
Aunque urga mucho cubrir el puesto de trabajo, es bueno que no te precipites.
Tómate tu tiempo para pensar y otórgales también a los trabajadores el mismo tiempo para ser correctamente valorados. Revisa sus currículums y compáralos con tus informes. Recuerda a aquel que te pareció más adecuado y vuélvelo a estudiar.
Si no te tomas el tiempo suficiente, puede que tan arduo proceso de selección termine en un despido rápido debido a que el trabajador no está lo suficientemente capacitado.