Con las orejas gachas. Andreu Buenafuente se encontraba hace un lustro desmoralizado y exhibía su drama con ‘En el culo del mundo’, documental depresivo en el que se desnudaba: se había convertido en empresario para ser libre y regresaba de la crisis echo un esclavo.
Las cadenas en abierto lo ninguneaban, su sueño de sostenerse como el Letterman hispano se evaporaban, las heridas de los desagradecidos le escocían y El Terrat se encontraba sumida en una grave situación a la que no le encontraban salida.
Pero Movistar rompió el tablero y a inicios de 2016 lanzaba #0. La operadora de Telefónica apostaba por la televisión premium de la mano de Fernando Jerez, padre de Cuatro y DMax, y ‘Late motiv’ iba a ser una de los pilares de carga del proyecto.
Andreu Buenafuente desde entonces es otro: cambió Barcelona por Madrid, respiró, captó nuevo talento, se relajó, creyó en varias cartas que le dieron buen resultado y su programa se ha convertido en una referencia nocturna.
LAS CINCO CLAVES DEL ÉXITO DE ANDREU
Andreu Buenafuente, con permiso de Wyoming en ‘La noche se mueve’, fue el primer showman de nuestro país que consiguió adaptar el formato del late-show americano sin tener que pervertirlo, véase los casos de Pepe Navarro y Xavier Sardà.
El cómico de Reus comenzó su andadura en este tipo de formatos a mediados de los noventa en TV3, saltó a Antena 3 en 2005, fichó por La Sexta, regresó a Antena 3 y, ya sin fuerza, volvió a La Sexta antes de protagonizar ‘En el culo del mundo’.
Pero en ‘Late motiv’ ha recuperado el punch perdido por cinco razones:
1- El programa disfruta de un horario envidiable: en Antena 3 o La Sexta arrancaba rondando la una de la madrugada. En #0 disfruta de un arranque fijo: las once de la noche.
2- Una duración racional: en las televisiones en abierto Buenafuente tenía que estirar el programa hasta conseguir un formato de más de setenta minutos. Ahora, por suerte, diseña cincuenta.
3- Nuevas caras: David Fernández, Silvia Abril o Fermí Fernández eran sus aliados clásicos, pero la llegada de cómicos de refresco como David Broncano, Raúl Pérez, Miguel Maldonado o Raúl Cimas le han venido de maravilla. La nueva etapa vital de Bob Pop también.
4- Cultura: Buenafuente aparece en el documental ‘En el culo del mundo’ como un artista acosado por el capitalismo. Y en ‘Late motiv’ descansa: entrevistados sin estridencias y música en directo. Tiene mucho mérito, teniendo en cuenta que la música solo está permitida en los talents lacrimógenos y en los horarios prohibitivos de La 2.
5- El Terrat: la productora de Andreu tiene mucho peso en Movistar+ y eso se nota. Formatos como ‘La resistencia’, ‘Mira lo que has hecho’ o ‘Loco mundo’ funcionan en la plataforma de Telefónica y este hecho ayuda a que ‘Late motiv’ tenga menos presión de la habitual. Con amortiguadores hay paraíso.
NUEVOS PROYECTOS PARA EL TERRAT
El Terrat prepara un nuevo espacio para la emisora radiofónica RAC-1 que conducirá cada mediodía Marc Giró. Andreu Buenafuente ha apadrinado el pacto con una entrevista en La Vanguardia en la que explica su momento.
El showman asegura que «la comedia siempre se busca la vida, en el momento que sea o con la industria que haya en cada momento. Parece que las fronteras tradicionales se están desdibujando y que el género se adapta a los nuevos usos y consumos, como puede ser el podcast, por ejemplo. Todo esto es bueno para la comedia».
Sobre los límites del humor, asegura que «es igual de fácil o de difícil, lo que ha cambiado son las consecuencias. Cuando uno sube en el escenario se produce un ataque de locura que es bueno que todos tengamos, yo el primero. Me gusta pensar que esto se mantiene, pero está claro que ver entrar a un cómico en un juzgado es una anomalía. Ojalá podamos aprender y revertir estas leyes que lo único que hacen es complicarnos la vida«.
Buenafuente admite estar en forma: «El motor número uno es tener ganas, sin ellas no haces nada cuando te levantas por la mañana. Para mí también es importante tener un buen equipo detrás, en mi caso, alrededor de 200 personas. No podría hacer nada de lo que hago si no estuviera en equipos así. Por último, me gusta mucho lo que hago y me intento cuidar. Ahora mismo me siento más en forma que cuando tenía 40 años».
Y explica que «le daría un Ondas a mi compañero Bob Pop. Creo que ha sido su año y el próximo año lo seguirá siendo con muchas sorpresas que vienen, y pienso que ha sido una de las grandes revelaciones del panorama audiovisual».