La gestora independiente Buy & Hold apuesta por las empresas de mediana capitalización españolas Vidrala, Cie Automotive, Fluidra y Catalana Occidente a largo plazo y alarga las duraciones en la renta fija.
La firma habría reducido posiciones en las empresas denominadas Siete Magníficos del 20% al 7% en su cartera y habría aprovechado esos capitales para concentrarse en pequeñas cotizadas con más recorrido alcista.
Según Rafael Valera, consejero delegado de Buy & Hold, las small caps están muy infravaloradas, y recuerda que el año pasado estuvieron planas o bajaron un poco. Más en concreto, el gestor afirma que “2024 va a ser el año de las small caps. Están baratas y pueden ofrecer rentabilidades anormalmente altas”.
Sus cuatro apuestas small cap en el mercado español son Vidrala, Cie Automotive, Fluidra y Catalana Occidente que comparten el hecho de ser empresas consolidadoras (compran con éxito) que siguen una estrategia ‘build up’, son empresas familiares con poca deuda, ratios per bajos y han anunciado que disponen de dinero y ganas de salir de compras.
Como ejemplo, explican que el mercado no termina de entender a Cie Automotive y recuerda que Catalana Occidente intentó el año pasado hacerse con Liberty Seguros, una operación que la habría permitido crecer un 50% de haberse llevado a cabo.
En general, en Buy & Hold mantiene la estrategia de comprar un activo bueno y mantenerlo y señalan la importancia que tiene un bajo nivel de deuda en las empresas. Como fue el caso de los Siete Magníficos, reiteran su predilección por empresas que trabajan sólo con caja, pues “cuando tu retorno sobre el capital es alto, no necesitas endeudarte. Es lo que le ha pasado a Grifols”. De hecho, el gestor de renta variable insiste en que no invierten en empresas con deuda.
TESIS DE INVERSIÓN DE BUY & HOLD
Consideramos que los resultados de una inversión no pueden medirse en plazos cortos de un año, sino que hay que analizarlos en horizontes más amplios de cinco o diez años como mínimo.
La forma de obtener rentabilidades superiores a la media no consiste en anticipar grandes movimientos de los mercados o eventos macroeconómicos, sino en seleccionar buenas empresas que, en cualquier situación, alcista o bajista, lo harán en conjunto mejor que la media. En esto y no en otra cosa pensamos que consiste la ‘inversión en valor’ (value investing, en inglés).
Su principal característica consiste en analizar las compañías caso por caso, esquivando por completo los razonamientos de tipo macroeconómico. Lo que en inglés se denomina bottom up. En este minucioso análisis, un inversor de valor principalmente debe considerar la calidad de los negocios en los que invierte y de sus equipos gestores por encima de la sola valoración.
No se trata tanto de invertir en algo muy barato por el hecho de serlo sin más como de invertir a un precio razonable en algo de gran calidad, explican
Una variación de concepto que en los últimos años se ha acelerado en gran medida debido a la disrupción tecnológica, que ha alterado los fundamentales de muchas empresas haciendo que los cambios no sean ya cíclicos o coyunturales, sino estructurales.
Implicaciones para los inversores de los máximos históricos en el S&P 500
«Como acreedores, no buscamos empresas que estén muy bien, ya que esas no necesitan emitir deuda y, si emiten, lo harán a tipos cero o negativos. Tampoco invertimos en empresas que estén tan mal que tengan un alto riesgo de quiebra. Pero sí que buscamos empresas que estén en terreno gris«.
Dicho de otro modo, aquellas que no son tan rentables que solo se autofinancian, sino que necesitan deuda para operar, aunque a su vez no están tan mal o tienen tanta deuda como para caer en el hoyo, si nos permiten la expresión.
Nuestro trabajo como gestores de carteras de bonos es valorar hasta qué punto el mercado ha podido exagerar el riesgo de insolvencia
Sin embargo, en nuestra cartera de renta variable, buscamos empresas con negocios excelentes, altos retornos en el capital e incluso nula necesidad de emitir deuda y mucha caja neta en el balance. Nos convertimos en accionistas y, por tanto, solo ganaremos dinero si el negocio está bien gestionado, los retornos sobre el capital son altos y la empresa puede atender holgadamente todas sus obligaciones y al final repartir dividendos, recomprar acciones o aumentar inversiones para crecer más aún.