jueves, 12 diciembre 2024

La productividad de las pymes españolas cae un 0,9% en el tercer trimestre de 2023

La productividad vuelve a dar un nuevo «disgusto» a las pymes españolas y cayó un 0,9% interanual en el tercer trimestre de 2023. Con esta bajada el índice acumula tres descensos consecutivos, según la última edición del Indicador CEPYME sobre la Situación de las Pymes Españolas, que elabora cada trimestre el servicio de Estudios de la Confederación Española de la Pequeña y Mediana Empresa.

Un dato que empieza a convertirse en habitual y habla de la situación de desaceleración del mercado español. A esta circunstancia hay que sumar que los costes laborales para las empresas españolas subieron un 5,2%.

En este sentido, las pymes registran una productividad un 1% menor que en 2019 y un 4,7% más baja que en 2011, datos que empiezan a preocupar a los empresarios españoles y que hablan de la tendencia a la baja del mercado español.

Consecuencias de estos datos

En esta situación hay que recordar que las caídas de productividad implican para las pymes mayores costes y menor rentabilidad. Por este motivo, desde la Patronal consideran que que este escenario desaconseja subidas acumulativas de los costes laborales como las que vienen soportando las empresas en los últimos años vía aumento del salario mínimo interprofesional (SMI) y cotizaciones, a las que podría sumarse un alza indirecta en caso de materializarse algún tipo de reducción de jornada.

Por otro lado, aunque la inflación esté dando recientemente cierta tregua a los costes operativos de las empresas, gracias a la bajada interanual del 27,2% en los productos energéticos, las empresas sufren unos costes acumulados que resultan un 15,9% superiores a los del mismo periodo de 2021, un problema de liquidez brutal.

Seguramente los próximos trimestres serán preocupantes, ya que las empresas se enfrentan a una situación adversa definida no solo por una política gubernamental de aumento de costes para las compañías, sino también por la puesta en marcha de medidas y reformas normativas que mermarán más la flexibilidad de las empresas, precisamente lo que las empresas necesitan para ajustarse a la coyuntura prevista, según demandan desde CEPYME.

La intervención de los costes laborales a través de un SMI que afecta a toda la escala salarial, la subida continua de cotizaciones, la prórroga del veto a los despidos o el previsto descenso de la jornada laboral se suman a factores externos a los que se enfrenta la empresa española, como el encarecimiento del crédito o el impacto en los suministros de crisis como la del Mar Rojo.

Además, la Confederación de las pymes considera que la deriva de la productividad media –un 1% inferior a la previa a la pandemia– debe ser atajada con un esfuerzo del Ejecutivo de diseñar políticas que tengan en cuenta a la empresa y recuerda que el Estatuto de los Trabajadores señala que la subida del SMI ha de contemplar variables como la productividad y la marcha de la economía, así como la evolución de la participación del factor trabajo en la renta nacional y la inflación.

Fuerte subida de los costes laborales, financieros y operativos

En otro orden de cosas, desde la Patronal de la mediana y pequeña empresa señalan la importancia en estos hechos de las subidas impositivas y la creación de nuevas figuras tributarias, las pymes soportan unos costes laborales crecientes concretamente un 15,9% mayores que dos años antes y que aumentaron un 5,2% interanual en el tercer trimestre de 2023, y se enfrentan a sendas caídas del crédito bancario nuevo y del crédito comercial entre empresas.

Por esto, según estas fuentes resulta especialmente gravoso el aumento del coste laboral total de las pymes: encadena nueve trimestres consecutivos con incrementos interanuales de al menos el 5%, algo que no sucedía desde 1994 y sobre lo que CEPYME reclama una reflexión, en el contexto del debate político en torno a medidas encaminadas a incrementar el coste del empleador. Máxime, cuando la empresa ha acusado alzas de los productos energéticos (+45,5% en dos años), del precio de los servicios (+2,2% interanual) y del transporte (+0,8%).

Menos financiación y más cara

Según el Indicador CEPYME sobre la Situación de las Pymes Españolas, al menor flujo de crédito -la financiación bancaria a pymes se ha reducido casi en una tercera parte- se une un fuerte aumento del esfuerzo financiero, que se multiplica por 2,5 en tan solo un año.

La fuerte subida de los tipos de interés que afrontan las pymes ha propulsado el esfuerzo financiero de la pequeña empresa tipo de 9.600 euros en el tercer trimestre de 2022 a 23.300 euros en el mismo periodo de 2023. En una empresa mediana, ha subido de 231.800 a 605.900 euros en el mismo intervalo de tiempo.

Además, esto sucede en un momento en el que la diferencia ente los tipos de interés que pagan las pequeñas y las medianas empresas respectivamente se mantiene en niveles anormalmente reducidos, según señala el estudio.

La tendencia de ralentización de la actividad, en los mismos umbrales en los tres primeros trimestres de 2023, también se refleja en las ventas nominales, que entre julio y septiembre se ralentizaron por cuarto trimestre consecutivo, suponiendo el dato del tercer trimestre (+6,4%) el menor incremento desde junio de 2021. El incremento de las ventas corregido de inflación fue de un exiguo 1,6% interanual.

Foto de imprenta en Valencia

Por todo esto, CEPYME reclama que se valore el esfuerzo en la creación de trabajo por parte del empresariado del sector. El empleo de las micro, pequeñas y medianas empresas, que en conjunto constituyen el 99,8% del sector privado, subió un 2,6% interanual en el tercer trimestre de 2023, superándose así por segundo trimestre consecutivo la cifra de 9 millones de ocupados.

El aumento de empleados fue mayor en las medianas (7,7%) que en las pequeñas empresas (3,9%), más vulnerables estas últimas tanto a las subidas de costes como a la carestía del crédito y con mayor exposición al repunte del SMI, del 46,8% entre 2018 y 2023, ejercicio este último al que se refiere el informe trimestral de CEPYME.

Destaca el hecho de que ese aumento del empleo se produzca con un parque empresarial menor. El tercer trimestre de 2023 cerró con 1.500 pymes menos que las existentes cuatro años antes. Mientras la cifra de empresas medianas creció un 5,8%, el número de empresas pequeñas sigue siendo menor que antes de la pandemia (-0,2%), lo que demuestra esa mayor vulnerabilidad ligada al menor tamaño empresarial a la que hay que prestar atención. En términos absolutos, hay 3.000 empresas pequeñas menos que en el tercer trimestre de 2019 y 1.500 compañías medianas más, siendo el saldo negativo de 1.500 pymes.


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