Durante los días fríos como los que hace últimamente, tu coche puede experimentar diversos problemas debido a las bajas temperaturas. La batería es especialmente vulnerable, ya que el frío reduce su capacidad de rendimiento, dificultando el arranque del motor. Además, los líquidos del motor, como el aceite y el refrigerante, tienden a espesarse, lo que puede afectar su capacidad de lubricación y refrigeración. Las llantas también pueden perder presión con el frío, lo que afecta el manejo y el rendimiento del combustible. El sistema de escape podría sufrir corrosión debido a la sal utilizada en las carreteras heladas. Y si el parabrisas se llena de hielo, tendrás que tener cuidado a la hora de quitarlo para no rayarlo: a lo largo de este artículo te explicamos cómo.
1Si vives en una zona donde nieve, seguro que ya has quitado más de una vez la nieve de encima de tu coche
Vivir en una zona con nieve implica enfrentarse al desafío constante de quitar la nieve de tu coche. Esta tarea puede ser agotadora y requerir tiempo adicional antes de salir. La acumulación de nieve en el techo, parabrisas y ventanas no solo obstaculiza la visibilidad, sino que también puede representar un peligro para otros conductores si se cae mientras estás en movimiento. Utilizar un raspador de hielo y un cepillo es crucial para despejar las superficies y garantizar una conducción segura. Este ritual invernal se convierte en una rutina esencial para los residentes en áreas nevadas.