Barcelona y Real Madrid se ‘pintaron la cara’ mutuamente con el mismo resultado: 5-0 en un año y dos temporadas distintas. Dio primero el Barça de Johan Cruyff, que infringió un castigo muy duro al Madrid de Benito Floro. Más duro por la sensación de pelele que dejó el equipo blanco el 8 de enero de 1994 que por la goleada en sí, que, al final cabo, fueron solo dos puntos perdidos. La temporada siguiente el Madrid de Valdano devolvió la bofetada y marcó el inicio del fin de la ‘era Cruyff’ en el club azulgrana. Un protagonista en la dos goleadas: Michael Laudrup, que sacó su chistera en ambas goleadas, disfrutadas, cada una, con el equipo ganador. Teka era el patrocinador que lucía en la camiseta del Real Madrid, mientras que Kappa era el patrocinador técnico del Barça.
LA GOLEADA DE LA 93-94 AL REAL MADRID
La diferencia de calidad entre el Barcelona de la temporada 93-94 y el Real Madrid era enorme. Por jugadores y por colectivo. La llegada del delantero brasileño dio un salto brutal a los azulgrana en lo que se conoce como la ‘pegada’. ‘O baixinho’ era un cuerpo extraño sobre el césped. Era como una base espía dormida que despertaba para dar zarpazos. Al Madrid le dio tres. El punta metió tres de los cinco goles que se llevó el Real Madrid el 8 de enero de 1994.
El partido quedó marcado por una jugada. Magia pura. El cerebro del Barça, Pep Guardiola, da un pase a Romario, que está de espaldas a la portería y con el central merengue Rafa Alkorta pegado. Con el balón pegado al pie, hace un giro brutal, le deja sentado y con un toque tan suave como brutal anota el primero de la noche. La ‘Cola de vaca’ pasó a la historia.
El partido quedó marcado por la ‘cola de vaca de Romario
Tras el golazo de Romario, el Real Madrid hizo su primer cambio. Un centrocampista postizo, Hierro, cuyo puesto natural era el de central, entró al campo por un delantero, Alfonso, en este caso. El Real quería contener en busca de alguna jugada que cazar y empatar, pero el vendabal azulgrana le paso por encima tras el descanso.
Ell Barcelona jugó con Zubizarreta, Ferrer, Guardiola, Koeman, Sergi, Bakero (Iván Iglesias, 75’), Goikoetxea, Stóitxkov (Laudrup, 47’), Amor, Romário, Nadal; mientras, el Real Madrid lo hizo con Buyo, Paco Llorente, Lasa, Alkorta, Sanchís, Milla (Butragueño, 54’), Luis Enrique, Míchel, Zamorano, Prosinecki, Alfonso (Hierro, 25’).
KOEMAN, DE FALTA
Al intermedio se llegó con 1-0 en el marcador. Al poco de comenzar el segundo periodo, el Barça dejó el choque encaminado. Falta fuera del área. Parte izquierda. Koeman, un especialista. El balón. por el palo del portero. Golazo, pero con facilidades de la muralla humana del Real Madrid.
Al intermedio se llegó con 1-0 en el marcador. Al poco de comenzar el segundo periodo, el Barça dejó el choque encaminado
El Madrid no tenía su día. Los dos goles siguientes del cuadro catalán dieron fe de ello. Pelota en posesión de Guardiola, la defensa blanca tira mal el fuera de juego, de tal modo, que hasta un jugador pesado, Nadal tiene tiempo de llegar, controlar y dar el gol hecho a Romario en el minuto 56.
El brasileño hacía el segundo particular de su cuenta. Luego llegó el tercero, pelota que controla mal el entonces lateral izquierdo Luis Enrique, luego ídolo azulgrana, la pelota se la lleva el mago Laudrup, que da un pase a Romario mirando al tendido y el delantero la revienta delante de Buyo. Minuto 81 de partido, 4-0 y sin noticias del Madrid.
EL VÍDEO DE REGALO
La fiesta no quedó ahí. Falta el gol del vídeo Barcelona-Real Madrid, entonces estas hazañas se regalaban en video el domingo con el periódico de referencia, el deportivo, de la afición azulgrana. El quinto tanto, la manita, fue obra de un talentoso jugador asturiano, procedente del Sporting de Gijón, que luego no llegó a nada. Iván Iglesias, que se quedó en prometedor talento. El gol llegó después de que Romario se vistiera de ‘gran danés’. Como si fuera como su compañero de Dinamarca, Michael Laudrup, filtró un pase a la espalda, al espacio que había entre el central y el lateral. Una asistencia mortal de necesidad que con el toque sutil de la escuela de Mareo, Iván alojó en el minuto 86 en las mallas merengues, hinchándose de gol del Barcelona, como narraría el histórico Héctor del Mar, el ‘hombre del gol’.
El quinto tanto dejó una imagen para el recuerdo, el tercer técnico. El holandés Toni Bruins Slot, alentó a la masa culé con la mano derecha en alto, haciendo el gesto de la manita.
Fue uno de esos dias salvajes, de los que dejaban a muchos sin cenar y a otros con la cena mal para digerir. Otros celebraban por todo lo alto.
El Barcelona se llevó esa temporada la liga y un bofetón en la Champions, donde el Milán de Fabio Capello apabulló en la final a los blaugrana. La derrota fue por 4-0.
