El plátano no es lo mismo que la banana, aunque parecen lo mismo. Obviamente tienen el mismo color y forma, pero el sabor no es igual, aunque realmente parezca que tienen el mismo. Evidentemente se trata de una fruta dulce que proviene de climas tropicales o suaves.
En España, el plátano es bastante consumido, pues es raro encontrar a una persona a la que no le guste. Se puede comer crudo, pero en zonas como en las Islas Canarias se pueden incluso preparar maravillosos platos con ellos. Seguro que quieres saber cuáles son las diferencias entre el plátano y la banana u otra fruta que se le parezca ¡te animamos a que lo descubras!
1Precio del plátano
Se puede decir que el plátano es una fruta mucho más cara que la banana en nuestro país. El plátano puede llegar a valer un euro más que las bananas.
Puedes encontrar un kilo de plátanos a 1,79 euros el kilo y la banana a 0,99 euros. Estos son los precios que se barajan de estas dos frutas.
Ten cuidado cuando presuntamente te encuentras unos plátanos muy baratos. Si es así debes de desconfiar, pues a esta fruta hay que darle su valor y es raro encontrar un precio más bajo que el de la banana.
Parestescos
Tanto por dentro como por fuera, la banana y el plátano tienen mucho parentesco. Los dos provienen de la familia de las musáceas. Su aspecto externo y su sabor, nutrientes y propiedades son muy diferentes.
Cuando miramos el origen de ambas frutas hay que apuntar que la banana proviene sobre todo de países Latinoamericanos y África. El plátano viene de las Islas Canarias. Parece ser que es una fruta autóctona de la zona.
No es fácil diferenciar un plátano de un banana si sólo atendemos a nuestro gusto. Si te fijas en la apariencia puede ser más fácil, pero no todo se pone a tu favor.
El plátano es más dulce
Los plátanos suelen tener menos longitud, diámetro y peso. Su forma curva también cambia.
Según un estudio de la Universidad de Navarra para Asprocan (asociación relacionada con el mundo del plátano), dijo que el plátano ofrece un gusto mucho más dulce que la banana por contener mayor contenido de azúcares (se trata de hidratos de carbono simples).
En el año 2013, la comisión Europea citó como únicas las características organolépticas del plátano de las Islas Canarias que hacen una labor especial y de su aroma intenso (dijo el presidente de Asprocan).
Estas cualidades lo convirtieron en una indicación geográfica protegida. Garantiza la trazabilidad, la calidad, la seguridad alimentaria y el origen del producto, que son verificados por todas las entidades de certificación encargadas de todo el control.
El aroma es su estandarte
Para poder explicar la diferencia de aromas entre las dos frutas, hay que hacer referencia a su composición, ya que se debe a tener más riqueza el plátano en cuanto a todos los compuestos aromáticos que le caracterizan.
Nutricionalmente, hay que decir que el plátano tiene muchas concentraciones de vitaminas A, B2, B6, C y riboflavina. Todas ellas se encuentran en mayor proporción que la propia banana.
Contiene el doble de contenido en pectina (una fibra soluble que sube la sensación de saciedad).
Contiene más micronutrientes
En cuanto a los minerales hay que destacar que el plátano tiene mayor cantidad de calcio que la banana. Supera en todos los demás micronutrientes a la banana, sobre todo de potasio.
El plátano macho de Ecuador tiene una textura muy harinosa. Tiene demasiados carbohidratos, sacarosa y azúcares. Es mucho más seco y grande que el plátano de Canarias. Este se cocina como si fuera una patata.
La banana de Senegal tiene un amarillo muy homogéneo y uniforme. Es el más grande y económico de todos. Contiene mucho calcio y magnesio. Posee menos fósforo y potasio que el de las Islas Canarias.
Clasificación
El plátano de las Islas Canarias es muy moteado y dulce. Tiene mayor concentración de vitaminas A, B2, B6 y C que la banana. No sólo tiene estas vitaminas. Tiene muchas más que la banana.
Cuando te comes un plátano te quedas con poca hambre en comparación a si comes una banana por más grande que sea.
Una de las clasificaciones más sencillas y amplias dentro de la familia de las musáceas es la que divide a los plátanos en plátanos enanos, bananitos y plátanos machos para cocer. Todos estos son menos dulces que el plátano. Cuando se cocinan, el plátano de guisar o macho es la base de la alimentación de muchas zonas tropicales.
El plátano pesa menos
Los plátanos que se compran para comerlos después de la comida como postre no suelen superar los 100 gramos de peso. Cuando coges un plátano en la mano te das cuenta de su mayor tamaño. Quizá debes de cogerlo al lado de una banana para poder compararlo y darte cuenta de ello. Cuando vayas a comprar fíjate en la zona de los plátanos. ¡Te darás cuenta de lo pequeños que son!
El macho, que se le conoce como el hartón, puede pesar hasta los 200 gramos. Su curva es menos pronunciada y su color es más verde que el plátano.
El plátano macho se guisa igual que las hortalizas y las patatas. Lo ideal es hacerlo al horno, asado, frito o cocido. Lo puedes comer de una forma sorprendente: en sopas de plátano verde, como es típico en muchas islas de la zona.
La fruta de los deportistas
Casi todas las frutas se usan como postre o para llevar una alimentación equilibrada. No todas las frutas son buenas para esto último, pues las que tienen demasiada azúcar no se deben de comer cuando se está cuidando una dieta.
Debes de comer el plátano de forma comedida si quieres evitar que se te acumule en el cuerpo.
Cuando hagas deporte la banana debes de introducirlo en tu dieta. Te ayudará a restaurar tus energías cuando salgas del gimnasio. Los hidratos de carbono que tienen son ideales para que el cuerpo comience a funcionar después de haber forzado. El plátano no tiene proteínas (es algo a tomar en cuenta).
