viernes, 13 diciembre 2024

¡Atención! Este producto de inversión es demasiado arriesgado para usted

La Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) está preocupada por la evolución que han tenido en los últimos tiempos los llamados Contratos Financieros por Diferencias (CFD). Un producto complejo de inversión, en el que -gracias al apalancamiento- se pueden lograr pingües beneficios; pero también caer en la ruina más absoluta. De  hecho, según la CNMV,  el 82% de los clientes que operaron con estos productos sufrieron pérdidas. ¿Cuánto? Pues hagamos cálculos: se estudió a 30.656 clientes, y perdieron 142 millones (90 millones en comisiones y otros costes y 52 millones en pérdidas). Es decir, unos 4.630 euros cada uno.

Así que, siguiendo la estela de otros reguladores europeos, la CNMV ha optado por advertir a los inversores minoristas de que no se lancen al ruedo. Para ello va a requerir a los operadores de CFD’s -pero también de productos forex y a todos los que ofrezcan un apalancamiento de 10 a 1- que deben tomar medidas para evitar cazar a incautos inversores. Así, por ejemplo, la CNMV exige que -por escrito- el broker alerte de que «la adquisición de estos productos no son adecuados para los minoristas». 

¿Qué son los CFD’s?

Se trata de productos complejos de inversión que permiten tomar posiciones en un activo sobre el valor que tendrá en el futuro. Bien al alza o a la baja. La ventaja que tiene es que, en realidad, no se hace la inversión completa porque se recurre al apalancamiento; un dinero que se devuelve con los teóricos beneficios obtenidos. Ahora bien, si la jugada sale mal también hay que devolver el dinero prestado, lo que puede hacer que quedemos endeudados. De hecho, hay casos en los que el apalancamiento ha sido tan elevado que algún operador se ha quedado sin cobrar. No sólo eso, es que en ningún momento se es propietario del activo sobre el que se invierte. Tan sólo hay un contrato con el broker con el que se hace la inversión. Digamos que «se toma prestada» la acción. Y por si fuera poco, no conviene olvidar que no cotizan en mercados organizador (regulador por BME, por ejemplo, por lo que resulta complicado lograr una armonización de las normas.

También tendrá que informar del coste que asume si desean cerrar la posición antes del vencimiento; así como de que las pérdidas pueden llegar a ser superiores al dinero desembolsado. Y por si fuera poco, tendrán que lograr «un texto manuscrito o grabación verbal en el que el cliente asuma que es consciente de que el producto es especialmente complejo y que la CNMV considera que no es adecuado para él».

Un paso más en la lucha contra este tipo de productos que tiene muy preocupado al sector. De hecho, muchos de ellos reconocen que «pinta mal» la cosa, y no descartan que en las próximas regulaciones financieras (MIFID II) puedan ponerles coto con grandes limitaciones. Algo que, en la práctica, supondría hacerlos desaparecer.

De hecho, la CNMV no ha sido la única en intentar ayudar a los inversores minoristas. En diciembre pasado el paso lo dio el regulador británico, la FCA, quien tomó drásticas medidas. Entre ellas: advertencias de riesgo, divulgar las pérdidas que pueden llegar a acumularse y limitar el apalancamiento. Una decisión que en España todavía no se ha tomado, pero que la CNMV no descarta adoptar en las próximas semanas.

El endurecimiento en España se ha dejado notar también en la cotización de algunos de los principales brokers de este tipo de productos. Así, por ejemplo, ayer cerraron con caídas IG Markets, XTB y CMC Markets (cercanas al 2%); mientras que Plus500 lo hacía plana. Muy lejos, eso sí, de la hecatombe producida por el regulador londinense, que provocó descensos de hasta el 40% en algunas de ellas cuando lanzó sus recomendaciones.

Chipre es el gran problema 

En los últimos meses han aparecido numerosas casas que permiten invertir en estos productos complejos: CFD’s, Forex u opciones binarias. Se aprovechan de la laxitud que ha tenido durante años el regulador chipriota. Muchas empresas han utilizado el pasaporte europeo para trabajar en distintos Estados. De hecho, la ESMA (la autoridad europea de regulación) ha investigado a numerosas compañías de inversión basadas en la isla. Incluso la propia CySEC ha multado a muchas empresas de inversión por importes superiores a los 2.000 millones de euros. Hablamos de compañías como Iron FX (que patrocinaba al Barcelona); WGM Services, Rodeler o Depaho, entre otras.


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