La accesibilidad de los edificios es un problema grave, en especial en los más antiguos. En la época que se construyeron no se tuvo en cuenta que hay personas con dificultades de movilidad, las cuales se convierten en prisioneras en su propia casa.
Ya hay soluciones muy populares, como las sillas salvaescaleras, pero estas tienen un coste que no siempre se puede asumir. Por eso, hay diversas subvenciones que ayudan a su instalación y que provienen de las diferentes administraciones.
Plan estatal de acceso a la vivienda
Está impulsado por el Gobierno y es la opción principal a la hora de colocar salvaescaleras. El plan busca, entre otras cosas, la instalación de dispositivos que ayuden a las personas con movilidad reducida. Como ocurre con todas las subvenciones, pedirlas no es sencillo. De hecho, a veces no se hace porque el proceso es muy farragoso y aquí desde Stannah nos pueden ayudar.
Stannah es la compañía líder del sector de las sillas salvaescaleras y otras soluciones como las plataformas y los ascensores. Por eso, tienen a un equipo de expertos que nos ayudan en el proceso de solicitud de las subvenciones.
Con ello, lo que conseguimos es hacer la inversión inicial más asumible para todos los bolsillos, de manera que la colocación de esta silla sea posible.
Plan de rehabilitación de vivienda y regeneración urbana
Otra subvención que nos puede servir para las mejoras en la accesibilidad de nuestra vivienda o edificio es la que aporta este plan. En esta ocasión, son las comunidades autónomas y los ayuntamientos los que colaboran. Hubo una inversión inicial de 6820 millones de euros y en este año se han aportado otros 1.980 millones, unas cuantías nada despreciables.
Gracias a ese dinero, se pueden adaptar viviendas y comunidades de vecinos, de forma que ninguna de las personas que vivan allí tengan problemas para entrar y salir de manera cómoda y autónoma.
Hay más subvenciones de comunidades y ayuntamientos
Al ser España un país descentralizado, podemos encontrarnos con ayudas que dependen de cada comunidad autónoma o ayuntamiento. Aquí, de nuevo, es posible recurrir a Stannah, pues la empresa ha elaborado una guía para que veamos a qué ayudas tenemos derecho.
Se han clasificado por comunidades autónomas y en cada una de ellas nos dicen los requisitos principales que hay que cumplir con el fin de que nos las den.
Podemos poner el ejemplo de Castilla-La Mancha. Aquí hay ayudas que pueden llegar a 18 000 euros si en la vivienda hay una persona con una discapacidad reconocida de un 33 % o superior. Esto es muy común si se tiene la movilidad reducida.
Las cuantías pueden ser incluso superiores, pues cuando hay personas mayores de 65 años con una discapacidad, la ayuda cubre desde el 60 al 80 % del coste. De este modo, el afectado o la familia puede pagar la silla salvaescaleras con un precio más que asumible.
En cuanto al importe mínimo de la subvención en esta comunidad es de 6000 euros por vivienda si se hacen mejoras en las que están ubicadas en fincas o comunidades.