Telefónica consigue buena parte de sus deseos de Navidad con el anuncio del Gobierno de que, a través de la SEPI, tiene la intención de comprar acciones para alcanzar hasta el 10% del capital de la compañía. Su valor subió en bolsa al día siguiente del anuncio hasta un 6,5% y eso hace feliz a José María Álvarez-Pallete y a quienes iban a ser los accionistas mayoritarios, el fondo soberano de Arabia Saudí, STC, que acapara, por ahora, el 4,9% de las acciones. Es una buena operación para España, que refuerza la españolidad de la compañía y le aporta estabilidad. La operación va a suponer una inversión del Estado de unos 2.000 millones de euros, pero asegura la ‘españolidad’ de la teleco. Este movimiento del Ejecutivo que preside Pedro Sánchez va acorde con la moda europea de participación de los Estados en las empresas estratégicas.
PUNTOS A FAVOR
Hay muchos puntos a favor de esta operación y pocos o ninguno en contra, salvo los apuntados por los sectores de la política y la economía españolas más críticos con la participación del Estado en el mercado. Sin embargo, todo apunta a que la compra anunciada por el Gobierno español de hacerse con el 10% de las acciones de la empresa bandera española de las telecomunicaciones va a traer mucha calma después de tanta tormenta.
Ahora bien, la operación no va a ser inmediata. La Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) va a tardar semanas, si no meses, en conseguir adquirir ese 10% de participaciones en bolsa, y más si el precio de las acciones es ascendente tras la noticia y con la estabilidad que los mercados auguran, apuntan fuentes del mercado.
MOVIMIENTO POSITIVO PARA TELEFÓNICA
Desde todos los sectores e instituciones implicadas, lo ven como un movimiento muy positivo, tanto para la compañía, como el país. El Gobierno no tiene intención de inmiscuirse en la gestión de la compañía, apuntas fuentes conocedoras de la compañía y del ámbito gubernamental. La decisión, según las mismas fuentes, va a dotar a la empresa de la estabilidad y la continuidad que precisa para seguir adelante con su el Plan Estratégico 2023-2026. No se va a tocar la actual composición de su equipo directivo, con lo que queda asegurado el papel de José María Álvarez-Pallete como presidente de Telefónica.
Precisamente se ha transmitido desde el Gobierno que no tiene intención alguna de influir en la gestión y en las decisiones trascendentales y técnicas de la multinacional española. Tendrá, mediante la SEPI, representación en el consejo, pero, en el caso de que el Gobierno tuviera tentaciones de medrar o influir, tendría que conseguir la aprobación de un consejo formado por 15 personas, lo cual le dejaría en clara minoría.
se ha transmitido desde el Gobierno que no tiene intención alguna de influir en la gestión y en las decisiones trascendentales y técnicas de la multinacional española
En este marco, lo que se va a formar es un núcleo duro de de accionistas que evitará que la compañía caiga en manos de fondos que puedan trocearla y venderla. Este núcleo duro estará formado por los representantes de Saudí Telecom (STC), CaixaBank, que cuenta con un 4,9% de las acciones, y si finalmente lo autoriza el Gobierno, alcanzará el 9,9% haciendo efectivo el 5% que tiene reservado en derivadas, CaixaBank (3,5%), que junto con Criteria (2,4%), cuenta con un 5,9% del capital y BBVA, que tiene una participación cercana al 5% (4,87%).Otros accionistas relevantes son BlackRock, con un 4,48%; Vanguard Group un 3,14 % y Norges Bank, que tiene un 1,95%.
EN LA LÍNEA DE LOS GOBIERNOS DE EUROPA
El Gobierno quiere transmitir tranquilidad. Su operación no es muy distinta a lo que hay en buena parte de los países europeos de peso, ya que hay estados europeos importantes que tienen participaciones en las empresas de telecomunicaciones que son bandera y emblema del país, y más superiores a 10% que conseguirá el Gobierno de Pedro Sánchez.
Este es el caso de Alemania, Francia e Italia, entre los más cercanos. Alemania tiene una participación directa de más del 13,8% del capital de Deutsche Telekom, más 16,6% del capital a través del banco alemán de inversión pública. Francia cuenta con un poco más del 21, 3% de Orange e Italia tiene el 9,81% de Telecom Italia.
España, sin embargo, no tenía presencia en la teleco de bandera del país. Precisamente, estas políticas de participación pública son las que frenan que las empresas, para conseguir capitalizarse, terminen en manos de fondos que acaban troceándolas y vendiéndolas al mejor postor. De esta manera, el Estado español va a garantizar soberanía en el ámbito tecnológico, de la que Telefónica es el buque insignia, ya que es la teleco que dota de infraestructura tecnológica y conectividad al Ejército Español y los CC.FF de la Seguridad de Estado.
hay estados europeos importantes que tienen participaciones en las empresas de telecomunicaciones que son bandera y emblema del país
Gracias en buena medida al esfuerzo inversor de Telefónica, España es el país de la fibra, que es todo un activo para avanzar en tecnologías, y una infraestructura que han pagado los españoles, en buena medida, con sus impuestos y a través de los programas de los fondos europeos. De alguna manera, Telefónica se pone a salvo de tentaciones extranjeras.
Por estas razones, no parecía lógico que la compañía tuviera como dueño mayoritario a un fondo soberano de otro país, como era Arabia Saudí, que no es un país precisamente democrático, y que se convirtiera en la empresa estratégica de otro país, que geopolíticamente está más alienado con el bloque Chino, enfrentado a Occidente (EE.UU.) en una especie de ‘guerra mundial’ en el campo comercial y tecnológico.
Así, se frena la posibilidad de que otros Estados quisieran también invertir y tomar posiciones en una compañía que resulta muy golosa y atractiva, y que si no revaloriza su valor en los mercados, podría acabar en manos de cualquiera y dando bandazos.
LOS ANALISTAS PREVÉN SUBIDAS DE VALOR
Para los analistas de los mercados, la noticia tiene muchos vectores. Renta 4 señala que el Consejo de Ministros decidió ayer dar entrada en su capital 26 años después de que el gobierno de entonces, el de José María Aznar, decidiera su privatización total. Para los analistas, «esta operación supondría un desembolso de unos 2.025 millones de euros a precio de cierre de esta mismo martes 19 de diciembre.
El Gobierno justifica la operación defendiendo la estabilidad accionarial y la salvaguardia de las capacidades estratégicas de la compañía y señala que tendrá vocación de permanencia, y los analistas entiende que la entrada de la SEPI responde claramente al impacto del anuncio que realizó en septiembre la operadora saudí STC, controlada por el fondo soberano del país, de que controlaba el 4,9% de la operadora y que disponía de otro 5% derivados que elevaría su participación hasta el 9,9%.
los analistas valoran positivamente que, por ejemplo, el anuncio se realizó ayer a cierre de mercado y los títulos de Telefónica que cotizan en EE.UU. se revalorizaron un 6,17%
Así, en Renta 4 valoran positivamente que, por ejemplo, el anuncio se realizó ayer a cierre de mercado y los títulos de Telefónica que cotizan en EE.UU. se revalorizaron un 6,17%. Desde Renta 4 ven la decisión como «coherente con la estrategia del gobierno de tener una mayor participación y poder de decisión en compañías estratégicas, tal y como sucedió en Indra».
Con esta participación, según indican, «la SEPI sólo debería poder contar con un consejero (del total de los 15) con lo que su poder de control debería ser muy limitado. A corto plazo esperamos que los títulos avancen, tal y como sucedió ayer en EEUU, debido a la presión compradora», y creen que las compras se van a realizar directamente al mercado. Por supuesto también apuntan que podrían durar meses.
A medio y largo plazo consideran que lo mejor para la compañía es que el actual equipo directivo y el consejo mantengan la independencia actual y que cualquier percepción de interferencia «política» será mal interpretada por unos inversores, que a partir de ahora incluirán a todos los españoles.
ERE Y CONVENIO CON EL EJECUTIVO AL MANDO
Los representantes sindicales de la compañía, por su parte, que se encuentran en plenas negociaciones del tercer convenio colectivo y del ERE que va a afectar a más de 3.559 trabajadores, apoyan cualquier movimiento accionarial en Telefónica que aporte estabilidad a la plantilla, y creen que refuerza el posicionamiento en bolsa de la compañía, que «no sólo garantiza la españolidad de Telefónica, sino que, debe eliminar las incertidumbres existentes sobre la posible venta de activos de valor de Telefónica hacia terceros actores, como ha sucedido recientemente con la venta de la red fija de Telecom Italia a un fondo de inversión».
Así, los trabajadores valoran positivamente este movimiento, y entienden que debe repercutir en una mejora de las condiciones laborales y sociales de las trabajadoras y trabajadores de Telefónica, y aprovechan para reivindicar «que debería posibilitar la aceptación sus postulados y mejoras por parte de la dirección, permitiendo así la firma del III CEV aportando de este modo garantías, estabilidad y el blindaje de derechos de la plantilla». Con relación al ERE, creemos que el proceso abierto por Telefónica no se verá afectado por la decisión del ejecutivo, tal y como también ha confirmado la propia empresa.