Otro gigante ha ‘metido mano’ en un activo estratégico español, poniendo nervioso al Gobierno. Hace unos días, el coloso suizo del trading de materias primas, Gunvor, llegó a un acuerdo con BP (la antigua British Petroleum) para comprar el 75% del capital de Bahía de Bizkaia Electricidad (BBE), infraestructura integrada en un ciclo combinado en Bilbao. Dos ‘gallitos’ extranjeros del sector de la energía hacen negocios con un eje fundamental del abastecimiento, lo que ha atraído la mirada del Ejecutivo, que está estudiando la operación.
El pasado 11 de diciembre, Gunvor, uno de los líderes mundiales en la comercialización de energía independiente, anunció la transacción mediante un comunicado. La compañía explicó que el acuerdo, que representa la primera inversión de la compañía en un activo de generación de electricidad, sigue sujeto a las aprobaciones regulatorias habituales y a las condiciones de cierre de la transacción.
LA OPERACIÓN, CUYO MONTANTE PERMANECE OCULTO, LE DARÁ A GUNVOR EL 75% DE LA PLANTA BILBAÍNA, MIENTRAS QUE EL 25% RESTANTE QUEDARÁ EN MANOS DEL ENTE VASCO DE LA ENERGÍA (EVE)
La adquisición de la mayor parte de las participaciones de BBE engrosará la cartera de inversiones de Gunvor en España, consistente en dos plantas de biocombustible ubicadas en Huelva y Álava. Junto con una oficina de trading y comercialización en Madrid, la firma suiza cuenta hoy con más de 100 empleados en el país. Asimismo, Gunvor confirmó que tiene la intención de mantener a los empleados y directivos actuales de BBE.
Se espera que la venta, cuyos términos económicos no han sido revelados, se complete en el primer trimestre de 2024. Una vez finalizada, tres cuartas partes de la propiedad de la planta bilbaína pasarán a la empresa suiza, quedando el 25% restante en manos del Ente Vasco de la Energía (EVE).
EL GOBIERNO OTEA LA ENTRADA DE GUNVOR
Según informa El Periódico de la Energía, el Gobierno, a través del Ministerio de Economía, no quita ojo a esta operación. Aún no se ha tomado ninguna decisión, pero al igual que ha sucedido en otros sectores, cuando un activo estratégico en territorio español cambia de manos, el Ejecutivo se pone en guardia. De momento, el ministerio que aún encabeza Nadia Calviño está simplemente «estudiando» la transacción entre Gunvor y BP, pero, llegado el caso, puede imponer condiciones a la misma.
El Grupo Gunvor, con sede en Ginebra (Suiza), es uno de los más poderosos actores del mercado global de compraventa, almacenamiento, transporte y optimización de petróleo, gas natural, electricidad y otros productos energéticos. En 2022, Gunvor negoció 165 millones de toneladas de commodities energéticas y generó unos ingresos de 150.000 millones de dólares (137.000 millones de euros al cambio actual). A fecha de junio de 2023, Gunvor acumulaba un patrimonio neto de 6.000 millones de dólares (5.500 millones de euros) y activos totales por más de 24.000 millones de dólares (22.000 millones de euros, aproximadamente).
GUNVOR HA AUMENTADO A 600 MILLONES DE EUROS SU PROVISIÓN ANTE POSIBLES SANCIONES, YA QUE, AL IGUAL QUE OTRAS GRANDES DEL SECTOR, ESTÁ SIENDO INVESTIGADA POR PRESUNTOS SOBORNOS A AUTORIDADES NACIONALES
De forma casi simultánea a las fechas del anuncio de su compra de BBE, la firma centroeuropea preparaba sus finanzas de cara a una posible sanción por un turbio asunto. La compañía aumentó a 650 millones de dólares (casi 600 millones de euros) su provisión para la multa que podría resultar de la investigación que el Departamento de Justicia de Estados Unidos está realizando por un presunto caso de cohecho en Ecuador.
Raymond Kohut, un ex empleado de Gunvor, admitió en 2021 haber pagado más de 22 millones de dólares (algo más de 20 millones de euros en sobornos a funcionarios ecuatorianos a cambio de contratos con la petrolera estatal Petroecuador. Esta práctica supuestamente se extendió durante un período de casi una década.
Las pesquisas forman parte de una serie de investigaciones de corrupción realizadas por autoridades de todo el mundo en los últimos años contra grandes casas de comercio de materias primas, como Vitol Group -también salpicada por el escándalo en Ecuador- y Glencore, que el año pasado pagó más de mil millones de dólares después de declararse culpable de cargos de soborno y manipulación del mercado en Estados Unidos, Reino Unido y Brasil..