sábado, 23 noviembre 2024

El exconsejero delegado del BBVA conocía al detalle el trabajo de Villarejo para el banco

Ángel Cano, responsable de los servicios de Seguridad del BBVA y posteriormente consejero delegado, estaba al corriente de los trabajos que encargaba el banco para resolver sus problemas, entre otros, al comisario José Manuel Villarejo, según las grabaciones a las que ha tenido acceso MONCLOA.COM.

Cano se acogió ayer a su derecho a no declarar ante el juez de la Audiencia Nacional Manuel García Castellón, que instruye la pieza secreta sobre el BBVA del caso Villarejo. El exconsejero delegado había sido llamado a declarar en calidad de investigado, de la misma manera que a otros altos directivos del banco.

Bajo la supervisión de Cano trabajó el jefe de Seguridad del BBVA, Julio Corrochano. Las grabaciones del comisario Villarejo desvelan el papel de Ángel Cano, que estuvo al corriente de la actividad de las empresas a las que el banco encargaba sus trabajos. Además, Cano conocía los detalles sobre qué tipo de servicios prestaba Villarejo a la entidad presidida por Francisco González.

En los audios que grabó Villarejo a lo largo de los años en los que trabajó para el BBVA se encuentra un comentario realizado por Julio Corrochano. En una conversación entre ambos, grabada por el excomisario, Corrochano señala cómo Cano seguía con atención cómo discurrían los trabajos y si estos tenían éxito.

El diálogo que mantiene con Villarejo trata del intento del BBVA de recuperar deudas que tenían pendientes los constructores Fernando Martín, de Martinsa, y Luis Portillo, de Inmobiliaria Colonial. El banco había contratado en 2009 al bufete Simmons & Simmons, pero estos no consiguieron avanzar en sus labores.

VILLAREJO, PREFERIDO POR EL BBVA

Este bufete había contratado a su vez a la agencia de detectives Kroll, pero esta elección no les dio fruto. Es entonces cuando Simmons & Simmons acudió a Villarejo para mejorar los resultados por indicación del banco. Después de que se celebrara un primer contacto entre ambas partes, Villarejo le relató a Julio Corrochano, el jefe de Seguridad del BBVA, cómo se había desarrollado esta.

Es en esta conversación cuando Corrochano hace referencia a que “Ángel” no tenía una buena opinión de Simmons & Simmons, ya que consideraba que “son unos gilipollas”, según la versión de Corrochano.

Según lo que aparece en el diálogo completo, Simmons & Simmons ignoró en tres ocasiones las indicaciones del presidente del banco, Francisco González, de que acudieran a Julio Corrochano. Por eso, la segunda vez que no siguieron las indicaciones del presidente, le llevaron sus nulos resultados con miedo, según relata este.

Julio Corrochano: … Que Ángel en el momento ese me comenta que

Villarejo: Sí, sí.

C:… que estos son unos gilipollas porque dicen que …. Bueno, de hecho, lo dije, y  … …. Y luego les han pegado el tirón de orejas. Además, le insistió mucho, por eso estaban acojonados con lo que llevaban por segunda vez.

Este interés, según la conversación grabada por Villarejo, se basaría en que el máximo ejecutivo de la entidad financiera había quedado muy satisfecho del trabajo realizado cuando el excomisario fue contratado para evitar que un grupo de inversores, capitaneados por Luis del Rivero, presidente de Sacyr, apeara de la presidencia del banco a Francisco González.

En las grabaciones publicadas por MONCLOA.COM, Villarejo y Corrochano comentan también del nivel de discreción del presidente del BBVA, que no quería que quedaran pruebas de esta intervención que ahora está siendo investigada por el juez de la Audiencia Nacional, Manuel García Castellón.

El conocimiento que llegó a tener Ángel Cano de estos asuntos queda claramente establecido en otra grabación realizada precisamente en los meses en los que se desarrollaron los trabajos de Villarejo para desestabilizar a Sacyr y sus socios.

Curiosamente, en aquella ocasión, cuatro años antes del incidente con Simmons & Simmons, Julio Corrochano ya le pedía a Villarejo algunos cambios en su manera de redactar los informes, a los que al parecer nunca hizo caso, ya que el bufete se quejó de lo mismo. Lo cierto es que en aquella conversación, Corrochano le reiteró a Villarejo la importancia de realizar esos cambios de estilo porque “Ángel, mi director, lo ve así también”.

Esto indica que Ángel Cano, que efectivamente era el superior jerárquico de Corrochano, conocía el contenido de los informes de Villarejo y, por lo tanto, conocía las actividades de espionaje y hostigamiento que practicaba para el banco. Cano era en aquel momento el director general de la entidad con responsabilidad sobre el área de Seguridad.

—Julio Corrochano: Lo que te he insistido yo: acciones agresivas y desestabilizadoras que han permitido con seguridad

—José Manuel Villarejo:..Cambiar…

—Corrochano: Pam, pam, pam, pum, pum, pum, y además adjuntas…

—Villarejo: Lo que salió en tal periódico, lo que salió en tal…

—Corrochano: Lo que salió en tal periódico. La reunión que tuvo este tío en Zurich con fulano, con mengano, mengano y mengano. Pun, pun, pun, pun. Que se pasó información puntual.

—Villarejo: Que sí, que sí, que sí.

—Corrochano: Eso metido en una novela es difícil sonsacarlo pero si, pun, pun, pun… dices, joder, este ha hecho el trabajo.

—Villarejo: De acuerdo. En esa línea…

—Corrochano: Esa línea yo creo que es lo más acertado. Que, además, Ángel (Cano), mi director, lo ve así también. O sea, le pasa un poco lo que a mí. A este igual. A este le entran un millón y medio de papeles diarios.

—Villarejo: Te llamo…

—Corrochano: Aparte de que mi banco es el banco sin papeles. No gustan…

—Villarejo: Te llamo ahora y te digo el dato del italiano.


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