El secretario general de UGT, Pepe Álvarez, ha replicado este lunes al presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, que es el Tribunal Constitucional el que debe decidir «si algo es inconstitucional o no», en referencia a las declaraciones del dirigente empresarial considerando el impuesto a la banca como «bastante inconstitucional» y pidiendo su retirada.
En declaraciones a la prensa antes de participar en una reunión con la ministra de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, Elma Saiz, el líder de UGT ha considerado «razonable» mantener este impuesto dados los beneficios que tienen las entidades financieras, el «poco riesgo» que asumen y el volumen de su negocio.
«Creo que sería muy razonable que se mantuviera (el impuesto a las entidades financieras)», ha defendido Álvarez.
UN «ÚLTIMO EMPUJÓN» PARA LA SUBIDA DEL SMI
Preguntado por la marcha de las negociaciones para la subida del salario mínimo interprofesional (SMI), el dirigente sindical ha afirmado que hay que darle «el último empujón» y se ha mostrado optimista de cara a la consecución de un acuerdo, siempre que la CEOE mantenga su propuesta inicial de ir a una subida del 3% más un 1% adicional.
En todo caso, ha insistido en que si no hay acuerdo con la patronal para una subida del 4%, el SMI tendría que aumentar por encima de este porcentaje.
«No es lo mismo desarrollar el salario mínimo con un 4% acordado con la patronal, que es mucho más fácil que lo apliquen las empresas, que hacerlo sin un acuerdo. A nosotros nos hubiera gustado que fuera más, porque hay que llegar a ese porcentaje, el 60% del salario medio, que nosotros situamos en 1.200 ó 1.220 euros», ha explicado.
En su opinión, el aumento que hay ahora mismo sobre la mesa, el 4%, «hace que el primer año no sea muy importante desde ese punto de vista», por lo que ha animado a la CEOE a mantener su propuesta de ir a un alza del SMI del 4% para 2024 y cerrar así la negociación con acuerdo.