Por fin llega el verano y las vacaciones. Y nuestro coche se vuelve imprescindible para disfrutarlas. Para ir de viaje, para ir a la playa, al campo, o para hacer algunos de los planes veraniegos que tanto nos gustan. Pero el verano y el coche no son muy buenos compañeros y nuestro vehículo se puede ver dañado por el efecto del sol, el calor y el salitre.
El calor es el principal causante de que tengamos más averías del coche en verano. Así que antes de tener que acudir al taller, vamos a ver qué tipo de problemas nos puede dar el coche y cómo solucionarlos antes de que vayan a más. Teniendo algunas precauciones podemos prevenir la mayoría de los posibles daños.
1Los neumáticos en verano
Los neumáticos son uno de los principales afectados por el alto calor del verano. Evita dejar el coche al sol, procura dejarlo aparcado en lugares a la sombra o protegidos de la intemperie.
Vigila el estado de los neumáticos, la presión y el dibujo de los mismos, ya que en viajes largos son uno de los principales factores de seguridad a tener en cuenta.
La temperatura de los neumáticos puede subir mucho en los viajes, sobre todo si vas rápido. Mantener la presión correcta aumentará la vida útil de los mismos. Comprueba su estado de manera frecuente durante las vacaciones porque los cambios de temperatura afectarán más a la presión.