La voluntariedad de las 5.124 salidas de trabajadores, ese será el eje y punto de partida estrella de la segunda jornada de negociación de las mesas formadas entre Telefónica y los representantes sindicales que tendrá lugar este lunes día 11 de diciembre. La compañía sabe que para alcanzar el máximo de sus objetivos de salidas deberá planear recolocaciones y otras medidas planteadas por los sindicatos UGT, CCOO y Sumados-Fetico.
El excedente cifrado por la teleco española es de 5.124 trabajadores, de los que 4.085 trabajan en Telefónica de España, 958 en Telefónica Móviles y 81 en Telefónica Soluciones y los afectados son los nacidos en 1968 y años anteriores, con una antigüedad mínima de 15 años, por lo que el despido será para las personas de 55 años de edad en adelante. No obstante, la empresa, tal y como fuentes internas señalan, «destaca por su capacidad de diálogo y las condiciones que ofrece».
Así la voluntariedad de las salidas se puede alcanzar en una amplio porcentaje de las mimas si Telefónica se plantea poner sobre la mesa algunas de las propuestas sindicales, como son la recalificación y cambio de actividad, a través de ‘upskilling’ y/o ‘reskilling’, las internalizaciones y las bajas propiamente dichas en el ERE, que serán «inevitablemente inferiores en número», tal y como señalan los representantes de los trabajadores.
TELEFÓNICA Y LOS ANTERIORES PROCESOS
El anterior recorte de plantilla de la multinacional española, que finalizó el pasado año 2022, se realizó mediante la fórmula del Plan de Suspensión Individual (PSI) que planteaba la salida de los nacidos en 1967. Cabe recordar que el 80% de la plantilla con 55 años o más se acogió al plan. Así, si la cifra de salida inicial era de 3.000 empleados, finalmente se fueron de la empresa 2.300, porque en algunos casos se trataba de trabajadores con experiencia y necesarios en áreas críticas de la compañía.
En cualquier caso, no se produjo ningún «despido» como tal. Se fueron los trabajadores que se quisieron ir, entre otras razones porque se fue la inmensa mayoría atraídos por unas condiciones económicas más que atractivas, con el 68% de su sueldo abonado y muchos con enlace a la jubilación. La plantilla entiende que en esta ocasión, al tratarse de un ERE y no de un PSI, cabe la posibilidad que los empleados más mayores que no se han acogido a anteriores procesos, sí se enfrenten a medidas forzosas y nada voluntarias.
Para que su salida sea voluntaria, Telefónica deberá ofrecer medidas económicas (indemnizaciones y ventajas fiscales) lo suficientemente atractivas para que a estos veteranos les resulte cómodo transitar entre el despido y la jubilación. Solo la seguridad de que su nivel adquisitivo no va a desplomarse les convencerá para irse sin estridencias.
cabe la posibilidad que los empleados más mayores que no se han acogido a anteriores procesos, sí se enfrenten a medidas forzosas
En el ERE que se continuará negociando este lunes, la empresa va a tener que sugerir condiciones económicas que les merezcan la pena a unos trabajadores que en esta ocasión sí que, en muchos casos, forman parte de un «excedente funcional» por causas objetivas. Estas son la modificación de los servicios de la empresa, la finalización del despliegue de fibra óptica hasta el hogar (FTTH), el cierre del cobre y la automatización de procesos, casi todas derivadas del avance de las nuevas tecnologías.
La red de cobre se va a apagar definitivamente este próximo año 2024, justo cuando la empresa cumple su centenario, y cuando más interesada está, por imagen, en mantener la «paz social» que luzca durante las celebraciones de los cien años de existencia.
Durante el Día del Inversor, celebrado el pasado 8 de noviembre, en el que Telefónica explicó su Plan Estratégico para el periodo entre 2023 y 2026, el presidente de la empresa, José María Álvarez-Pallete, habló también del futuro apagado de las redes 2G y 3G. El tendido de la red de fibra también está prácticamente finalizado a lo largo y ancho de todo el país.
Telefónica va a buscar la «voluntariedad» deseada por todos sea la apertura de mayores posibilidades en cuanto a la movilidad geográfica, que podría dar lugar a un buen número de recolocaciones
El mantenimiento de esas redes ya no va a requerir manos expertas, sin embargo, fuentes de la empresa confirman que van a seguir manteniendo puestos de trabajo esenciales, e incluso contratando y atrayendo talento, en áreas claves, como todo lo que tiene que ver con los servicios mayoristas, los servicios digitales, las nuevas tecnologías (5G, cloud, IoT, IA, ciberseguridad, etc), en los departamentos de ventas a negocios y empresas.
Quizá una de las formas en las que Telefónica va a buscar la «voluntariedad» deseada por todos sea la apertura de mayores posibilidades en cuanto a la movilidad geográfica, que podría dar lugar a un buen número de recolocaciones. La medida se ha puesto sobre la mesa de la negociación del III Convenio de Empresa Vinculadas, que se está negociando en paralelo a las mesas de los ERES de las tres jurídicas. Para los sindicatos, garantizar la movilidad no forzosa es una línea roja que no parecen dispuestos a cruzar por ahora.