El recorte que prevé ejecutar la CNMC, y que tanto revuelo ha causado en los últimos días, sobre los operadores nacionales de gas y electricidad (en especial, para Red Eléctrica, Enagas y Naturgy) llega en el peor momento para los servicios públicos nacionales, ya que ambos se encuentran inmersos en distintas operaciones importantes que les ha obligado a comprometer una parte importante de sus flujos futuros. Lo anterior, unido a una reducción en los mismos (por el recorte anunciado) no solo llevaría reducir considerablemente los dividendos abonados, sino que también ponen en jaque su actual calificación crediticia.
«La inminente reducción de la remuneración de los operadores de redes de electricidad y gas probablemente presione los indicadores crediticios de Enagas y Red Eléctrica», señalan fuentes financieras a MERCA2. La primera es en la que más han puesto la lupa las agencias de calificación por varios motivos: el primero, es que el recorte en la distribución de gas es mucho mayor del esperado. La segunda se debe a que su apuesta por Tallgrass, en la que ha comprometido 525 millones de euros, llevó a que Moody’s rebajase su perspectiva crediticia a negativa.
Por su parte, Fitch (que si mantuvo la calificación de A- tras la compra de Tallgrass) ya señalaba en marzo que veía «una incertidumbre alta sobre la metodología, los parámetros (…) que se propondrá para el segundo período regulatorio» que comienza en enero de 2021. Aun así, sus estimaciones eran de un recorte de 80 millones de los ingresos, mientras que al final podría ascender al final del periodo en unos 380 millones (de los 1.080 actuales a poco más de 700, según cálculos del departamento de análisis de Bankinter), y de media en torno a los 250 millones por año. Todo ello, pondría en peligro aspectos claves de la valoración de la firma (entren ellos el crecimiento del dividendo o el nivel de flujos) provocando una bajada de la calificación.
Además, no solo las agencias han puesto la lupa sobre la firma española, también los grandes bancos de inversión. Las cifras que ofrece el equipo de análisis de Bankinter se acercan a las ofrecidas por Goldman Sachs, a las que tuvo acceso El Confidencial, aunque la firma estadounidense va más allá al alertar que el dividendo está en peligro a partir de 2023, que es cuando el hachazo empieza a ser mayor. La realidad, es que de confirmarse la situación, que todavía es preliminar, obligará a Enagas a reducir su dividendo para preservar su estabilidad financiera.
En el caso de Red Eléctrica, los analistas creen que tiene más garantías que Enagas para mantener el dividendo, pero que sus últimas decisiones corporativas junto a la reducción de ingresos pondrán a prueba la estructura financiera de la compañía. «La adquisición por parte de REE de una participación del 89,68% en Hispasat también puede debilitar su perfil financiero, particularmente dado su plan de invertir 6.000 millones de euros en 2018-22. Por su parte, Naturgy y Endesa podrán intentar evitar cualquier posible recorte de la calificación crediticia al reducir los pagos de dividendos», señala un informe de Bloomberg.
Aunque la firma presidida por Francisco Reynes se verá menos expuesta que las anteriores, el nuevo marco regulatorio podría poner en entre dicho su ambicioso plan de remuneración al accionista que incluye un pago récord de dividendos y una importante recompra de acciones. En concreto, los analistas indican que «Naturgy podría tener que reducir su programa de recompra de acciones«. Debido a que «un 21% de su EBITDA procede de las redes de distribución de gas en España y un 15% de las redes de distribución de electricidad en España. Es decir, el 36% de su EBITDA está sujeto a estos cambios regulatorios» alertan desde Bankinter.