El sector de la consultoría de comunicación y de la comunicación empresarial o corporativa han sufrido mucho en los últimos años. En particular a raíz de la crisis económica, pero, también, debido a la imparable digitalización de la economía que ha afectado de lleno a una actividad que había cambiado poco desde finales del siglo pasado.
El mayor impacto lo sufrieron los medios y los periodistas, el espejo en el que se reflejan los profesionales de la comunicación y los primeros en experimentar las duras consecuencias de esa conjunción de factores. El Informe Anual de la Profesión Periodística 2015 publicado por la FAPE ya indicaba que la destrucción de empleo había sido muy intensa en los medios de comunicación. Entre 2008 y 2015 desaparecieron 375 medios y se perdieron 12.200 empleos en la profesión periodística. La situación fue similar en las consultoras y agencias, aunque, recordaba Dominique Cerri, Directora General de InfoJobs, en Perspectivas Wellcomm 2017, que el Informe Anual del Mercado Laboral 2015, que elabora su compañía, señalaba un leve cambio de tendencia en positivo y recogía un incremento del 25% en el número de vacantes respecto a 2014 en el apartado de marketing y comunicación.
Los últimos datos económicos recogidos en el Informe PR 2017, que elabora la consultora Torres y Carrera junto a PR Noticias, mostraban una notable recuperación de la facturación de las principales agencias que, en 2014, incrementaron su volumen de negocio un 67% con respecto al año anterior, alcanzando un total de 479 millones de euros y superando la cifra de facturación del ejercicio 2013. Esa mejoría se acompañó de una tibia recuperación (2,25%) del empleo en el sector, arrojando un ratio de rentabilidad del 4,4% entre las principales consultoras del país.
Esa rentabilidad se ha conseguido en parte debido a que las grandes consultoras de relaciones públicas ofrecen actualmente una mayor gama de servicios (creación de contenidos digitales, monitorización y análisis de las marcas en redes sociales, marketing y publicidad online, SEO y SEM, desarrollo de sitios web y apps, estrategia y acciones con influencers, entre otros) aunque los desarrollan prácticamente con el mismo número de profesionales.
Bajada de honorarios… y de salarios
Otra consecuencia de la crisis fue la reducción hasta 2014 de los presupuestos dedicados a comunicación por las empresas, lo que ha supuesto a la larga la bajada generalizada de los precios de todos los servicios relacionados, así como la de los salarios de la mayoría de los profesionales del sector.
Esa situación ha dado lugar a la atomización actual de un mercado en el que muchos profesionales han optado por el autoempleo. Así, los consultores independientes o las agencias pequeñas y medianas suponían en 2014 un 71% de la facturación total del sector. Ganan esa cuota a base de especialización, de aportación de valor gracias a su experiencia y adaptabilidad, además de un trato más personalizado y cercano a sus clientes.
Se empieza a ver la luz al final del túnel pero la realidad al otro lado ha cambiado. Hoy la competencia es mayor que nunca en un sector que todavía está normalizando su situación actual, mientras se redefine para convertirse en una pieza estratégica en la vida de las marcas. Los profesionales de la comunicación no son ya los “responsables de prensa”. Desarrollan tareas que velan por la reputación de las marcas a todos los niveles. Asesoran también, por ejemplo, en aspectos que tienen que ver con la transformación de las organizaciones, su funcionamiento interno o con el desarrollo de su negocio.