No es una aniversario redondo, pero cuadra por la fecha. Iker Casillas entró por primera vez en una convocatoria del Real Madrid hace 26 años en un partido de Champions League. Entonces Iker no tenía ni 18 años. Lo hizo por las bajas del club blanco, Bodo Illgner, que competía por la titularidad con Santiago Cañizares, no entró en la lista y ‘Cañete’ dio un susto en un entrenamiento que llevó a Casillas al primer equipo por un día. Iker se heló de fríó en Trondheim (Noruega). El cuadro blanco perdió por 2-0 ante el Rosenborg y se jugó el pase como primero de grupo al cruce de cuartos en la última jornada de la fase de grupos. La primera primera cita de Iker Casillas con el Madrid se produjo con Teka, como patrocinador del Real Madrid, fue testigo de este encuentro histórico, un cita que también contó con Kelme, que era el sponsor técnico del equipo merengue. Los merengues levantaron ‘La Séptima’ esa temporada, la 1997-1998.
CASILLAS, REAL MADRID, CHAMPIONS
El Madrid de la campaña 97-98, con Lorenzo Sanz en la presidencia del club y Jupp Heynckes en el banquillo como entrenador, se acostumbró a los sobresaltos en la Liga, pero en la Champions tuvo un frase de grupos muy tranquila, aunque hubo una excepción: el partido contra los noruegos del Roserbörg que el Real jugó el 27 de noviembre en tierras noruegas.
Estaba en el instituto, el club llamó el día 25, le reclamó e Iker se fue rápidamente al hotel Alameda, cercano al aeropuerto de Barajas. «Cada lunes con mi compañero Julio comentábamos la situación del Real Madrid y ese año era muy mala y ya veíamos que el Barcelona iba a volver a ganar al Real Madrid, y de repente se abrió la puerta de clase y era un bedel preguntando por mí y el director me dijo que llamara a mi madre, que tenía que ir al hotel Alameda y viajar con el Real Madrid porque se había lesionado Cañizares”. Él mismo me llevó a casa en su Renault 11 y cuando llegué a casa mi madre me había preparado una maleta con camisetas y pantalones diferentes y de ahí un taxi para el hotel y viajar con el primer equipo», rememoró Casillas.
Según publicó en su día, el diario Marca fue testigo de aquella llamada a un menor. Estaba en clase de diseño y replicó a su director: «¿Te estás riendo de mí?». De camino al hotel, decía: «Mis compañeros van a flipar», dijo Casillas. Le tuvieron que pagar el taxi porque no llevaba dinero. Casillas contó que le tocó viajar con Mijatovic en el avión, pero que Pedja se cambió de sitio.
EL FRÍO DE TRONDHEIM
Lo que le cambió a los merengues fue el semblante cuando comprobaron el frío de Trondheim, el partido iba a ser muy complicado.
Cañizares, finalmente, pudo jugar. Fue titular y no rascó bola, salvo para sacar dos balonces de los locales del fondo de la portería. No pudo hacer nada en ninguno de ellos.
Ese no era un día apropiado para el juego del Madrid, ni por el campo, ni por los riesgos de lesión ni siquiera por la necesidad de los puntos, por mucho que se jugaran el pase a cuartos, como primero, ante un histórico como el Oporto si perdían.
El equipo blanco jugó con una defensa de circunstancias, pues no estaban ni Panucci en el lateral derecho ni Roberto Carlos, el lateral izquierdo brasileño. En su lugar jugaron Chendo, veteranísimo lateral derecho y Karanka, que actuó en una posición que no era desconocida para él, pero que no era la suya natural, la de central.
El equipo blanco jugó con una defensa de circunstancias, pues no estaban ni Panucci en el lateral derecho ni Roberto Carlos, el lateral izquierdo brasileño
El Real formó con Canizares, Hierro, Sanchis, Chendo, Karanka, Redondo, Seedorf, Ze Roberto, Raúl, Mijatovic y Morientes.
En el minuto 42 llegó el primer gol de los noruegos. Mini Jacobsen se fue como quiso de Chendo, centró y Strand remató solo, anotando de cabeza.
Tras el descanso, Brattbakk, en el minuto 53, marcó el segundo. Lo hizo con un disparó que pillo mal colocado a Canizares.
LA DERROTA
Lo mejor del partido fue que la derrota solo fue por dos, con lo cual el Madrid sería primero en caso de empate a puntos gracias al 4-1 que endosó a los noruegos en el Bernabéu en septiembre, en un partido en el que el calor deshizo a los nórdicos.
Con este resultado, el Madrid pasaba como primero si ganaba al Oporto en la última jornada de la fase de grupos. Y eso fue lo que sucedió. Los merengues se impusieron con facilidad. Hierro abrió el marcador a la salida de un córner. Suker marcó un golazo de volea y colocó el 2-0 en el primer tiempo. El croata hizo el tercero de penalti y Roberto Carlos cerró la cuenta con un golazo de falta.
el Madrid pasaba como primero si ganaba al Oporto en la última jornada de la fase de grupos. Y eso fue lo que sucedió
El Madrid pasó a cuartos. Donde se midió al Bayer Leverkusen. Primero jugó fuera. Ahí nació la leyenda de Karembeu. En Noruega, la de Iker Casillas.
