La Ley Segunda Oportunidad está regulada en la Ley 25/2015, del 28 de julio. Gracias a este documento se la conoció bajo el título de mecanismo de segunda oportunidad, reducción de la carga financiera y otras medidas de orden social.
Esta normativa permite retrasar los efectos del artículo 1911 del Código Civil, el cual estipula que el deudor debe solventar sus deudas con todos sus bienes, presentes y futuros.
Para evitar la pérdida total, los expertos recomiendan acudir a un abogado especialista en la Ley de Segunda Oportunidad.
Este profesional está capacitado para evaluar el caso y cancelar la deuda a tiempo. En este sentido, Bueno Salinero Abogados es un despacho de abogados que ofrece asesorías personalizadas sobre este y otros asuntos legales.
¿En qué consiste la Ley de Segunda Oportunidad y qué beneficios ofrece?
La Ley de Segunda Oportunidad es un proceso legal mediante el cual las personas pueden pagar parcial o totalmente sus deudas. De esta forma, es posible poner en orden la vida financiera sin arrastrar deudas que se acumulan y crecen. Esta ley ofrece dos opciones: la primera es la cancelación total con liquidación de patrimonio. Esta consiste en que el deudor debe pagar las deudas a cambio de todo su patrimonio.
Por otra parte, la segunda opción se refiere al pago parcial a través de planes. En esta modalidad, el deudor puede proteger parte de su patrimonio, por ejemplo, una vivienda. Un juez es el responsable de decidir qué porcentaje de la deuda le corresponde al deudor asumir de acuerdo a su capacidad financiera.
¿Quiénes pueden beneficiarse de la Ley de Segunda Oportunidad?
La Ley de Segunda Oportunidad está pensada para particulares y autónomos. Sin embargo, es necesario cumplir con ciertos requisitos. Uno de ellos es tener deudas con al menos dos acreedores diferentes. Estos pueden ser entidades financieras, proveedores o administraciones públicas.
Por otro lado, la persona que desee optar por los beneficios de esta ley debe demostrar que no tiene forma de pagar su deuda.
La buena fe es otro aspecto que se tiene en cuenta al elegir a los beneficiarios de esta ley. Esto quiere decir que las deudas contraídas deben ser producto de acciones y comportamientos honestos. No se aceptan deudas que se hayan generado a partir de delitos económicos.
Finalmente, si la persona ya ha aplicado esta ley en algún punto de su vida, es necesario que espere al menos cinco años más para poder aplicarla de nuevo. Este plazo puede disminuir a dos años, dependiendo de ciertos aspectos.
Entender y sacar provecho de la Ley de Segunda Oportunidad puede ser complejo. Por esta razón, se recomienda solicitar ayuda a abogados expertos, como los de Bueno Salinero Abogados. Estas personas son capaces de evaluar e indicar los documentos necesarios a reunir y cómo exponer los casos para obtener un proceso exitoso.