Menos es nada: en 2021 producir riqueza nos salió dos décimas porcentuales más barato en términos de energía, según datos del informe ‘Cuentas medioambientales: flujos físicos de la energía. Serie 2014-2021’ del Instituto Nacional de Estadística (INE). Concretamente, la intensidad energética de la economía española alcanzó los 4,4 terajulios (TJ) por millón de euros en 2021, una disminución del 0,2% respecto al año anterior.
La intensidad energética de una economía es un valor que se obtiene de cruzar el consumo de energía de un país con su Producto Interior Bruto (PIB). Cuanto más reducido sea el resultado, menos energía demanda el proceso productivo y mayor es la eficiencia. Por el contrario, si obtenemos una cifra más elevada, la eficiencia es menor, ya que cuesta más recursos energéticos generar riqueza.
MUCHO POR MEJORAR EN TÉRMINOS DE EFICIENCIA ENERGÉTICA
El resto de datos del balance indican que queda mucho camino por recorrer para optimizar la demanda energética en nuestro país. El consumo nacional de energía -que mide el consumo de energía usado directamente por la economía– aumentó un 6,4%, hasta alcanzar los 4.767,9 miles de terajulios. Por su parte, el consumo de energía de los hogares per cápita se incrementó un 7,9%, al situarse en 27,3 terajulios por cada 1.000 habitantes.
Mientras, el uso interior neto de energía -o cantidad de energía consumida por unidad económica que deja de estar disponible para ningún uso posterior- alcanzó los 4.971,11 miles de terajulios en 2021. De este total, 3.611,2 miles de terajulios correspondieron a las ramas de actividad económica y 1.293,5 miles a los hogares.
Las ramas de actividad con mayor intensidad energética fueron el sector de la energía, agua y residuos, que alcanzó los 31,3 terajulios por millón de euros, y los servicios de transporte y almacenamiento, con 12,9 terajulios.
El consumo de energía de los hogares fue de 27,3 terajulios por cada 1.000 habitantes, un 7,9% más que en el año anterior. Por tipo de consumo, el 52,3% correspondió a Transporte, el 35,4% a Calefacción/Refrigeración y el 12,4% a Otros (iluminación, electrodomésticos, etc…).
En lo que se refiere al consumo nacional de energía, atendiendo a su origen, los recursos naturales renovables (biomasa, eólicos, solares e hidráulicos) ascendieron a 825,4 miles de terajulios. La biomasa supuso la principal fuente de recursos naturales, con el 33,0% del total, seguido de los eólicos, con un 27,1%.
Los recursos naturales renovables que más crecieron desde 2015 fueron los incluidos en el apartado ‘Otros’ (bombas de calor, geotermia) un 164,1%, los basados en la energía solar (un 34,6%) y los eólicos un (25,8%).
Asimismo, el balance comercial físico de productos energéticos (o diferencia entre importaciones y exportaciones) fue de 3.329,9 miles de terajulios en 2021.
Por componentes, las importaciones con mayor peso fueron los productos de la industria extractiva (78,0% del total) y el Coque y productos del refino del petróleo (19,3%). En las exportaciones, el principal producto fue el Coque y productos del refino del petróleo, que representó el 82,3% del total.
ESPAÑA, A LA COLA EN EFICIENCIA ENERGÉTICA EN EDIFICIOS
Según un estudio de la multinacional alemana de soluciones de eficiencia energética Brück Electronic GmbH (BEG), menos de dos de cada 10 edificios en España -el 19%- tienen una calificación de eficiencia energética de un grado medio-alto, lo cual constituye uno de los factores que nos coloca a la cola de Europa en esta materia. Un hecho lamentable desde el punto de vista sostenible y que es, además, nocivo financieramente, ya que obstaculiza la revalorización de los inmuebles.
BEG señala que la eficiencia energética es un «desafío esencial» y uno de los «grandes retos» de sostenibilidad global. La compañía recuerda, además, que invertir en ella puede revalorizar un inmueble hasta un 10%.