sábado, 14 diciembre 2024

Los Gobiernos salen a la caza de (Libra) la criptomoneda de Facebook

Para desgracia de Mark Zuckenberg, fundador de Facebook, su proyecto de crear una divisa digital, denominada Libra, ha levantado más pasiones (quizás oído o incluso miedo lo definiría mejor) entre Gobiernos y reguladores que entre sus propios usuarios. Los problemas que enfrenta son muchos, y muy diversos, pero principalmente dos: por un lado, la estructura de la criptomoneda es un claro (e insólito) desafío al dólar, mientras que, por otro lado, conllevará problemas fiscales en su uso, sobretodo en Europa, ya que cualquier transacción con la misma generará ganancias o pérdidas patrimoniales.

Libra se ha atrevido a abrir un melón, el primer intento (que se ha quedado en más romántico que efectivo) fue el de bitcoin, que nunca nadie se había atrevido en las últimas décadas: convertirse en una alternativa al dólar. Un desafío que ni uno de los grandes economistas de la historia, John Maynard Keynes, en sus mejores fantasías habría imaginado durante aquella feroz batalla que mantuvo con su colega americano Harry Dexter White, pero que en la práctica, con más de 2.400 millones de usuarios, es muy real. Además, la contienda se ha vuelto a dar con el mismo nombre (la batalla fue en ese momento dólar y libra esterlina), caprichos del destino.

De hecho, una vez presentado el proyecto ante congresistas americanos replicaron que: «Parece que estos productos pueden prestarse a un sistema financiero global completamente nuevo residente en Suiza y que pretende rivalizar con la política monetaria de EE.UU (…) esto genera serios problemas de privacidad, comercio, seguridad nacional y política monetaria«. En definitiva, como todavía se dice en algunos rincones de España, más miedo que vergüenza al desafío de Facebook en el propio corazón de la democracia de Estados Unidos, un efecto que se puede extrapolar a otros muchos países como España.

Y como buen(os) político(s) a aquello que no se entiende se teme, y aquello que se teme se regula o prohíbe hasta su defunción, esa es la estrategia que parecen seguir una gran parte de las democracias occidentales, porque el resto (que también querría) no tienen fuerza para ello. Así, en las próximas semanas se espera que la presión del Gobierno de EEUU aumente sobre Facebook para obligar a la compañía a dotar a su divisa digital de los respaldos necesarios, también quitarle particularidades que pongan en riesgo la supremacía del dólar, para poder dar el visto bueno al proyecto y eso no pasará en el corto plazo. Además, también han mandado a la Comisión Federal de Comercio y a la Oficina de Protección Financiera del Consumidor a seguir muy cerca el proyecto.

LOS PROBLEMAS FISCALES DE LIBRA

Uno de los problemas desde el punto de vista técnico de Libra (se vio aquí) era que no tenía activos reales que respaldaban su cotización, y que por ello se había ligado a una cesta de monedas internacionales con fuertes respaldos. Lo anterior, que de por sí solo no es capaz de superar el problema de la alta volatilidad, presenta otro problema de tipo legal, y es que al efectuar un pago o un cobro con la criptomoneda de Facebook se termina generando una ganancia o una pérdida patrimonial, lo que obliga a intervenir también a Hacienda. Otro más, al final va a intentar meter mano en ello hasta el Vaticano.

El desafío de Libra al dólar ha levantado revuelo en todos los Gobiernos, en especial en EEUU. Además, la deficiente creación de la criptomoneda la pondrá en manos de Hacienda

La clave está en que el valor de Libra, como se ha comentado, se mide respecto de una cesta de monedas y no respecto a cada divisa nacional de cada país, como si ocurre en el mercado de divisas, por lo que a medida que los tipos globales cambien también lo hará el valor de Libra respecto a la moneda nacional.

Al final, cuando se ejecute una compra se creará una ganancia de capital, o una pérdida, que deberá pagar impuestos. Al final, la criptomoneda de Facebook actuaría como cualquier activo de inversión, por ejemplo, unas acciones de cualquier valor: de tal manera, que a medida que, por ejemplo, sube el valor de Libra frente al euro sería que igual que si suben unas acciones que hemos comprado y una vez se da la orden de comprar algo en Libras es similar a la orden de vender dichas acciones, en ambos casos ganas la diferencia y según la ley se debe tributar por ello. Un problema de difícil solución para Facebook sin la colaboración de cada Hacienda Pública de cada país.


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