Luis de Guindos ha avalado la resolución de Banco Popular y su posterior venta al Banco Santander por el precio de un euro. Según ha afirmado el vicepresidente del Banco Central Europeo (BCE) el Popular preservó los intereses de los depositantes y garantizó la estabilidad financiera.
Así lo ha indicado el que fuera ministro de Economía de España hasta principios del pasado año en una conferencia celebrada con motivo del décimo aniversario del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (Frob).
En este sentido, De Guindos ha destacado también que Banco Popular, que se convirtió en la primera entidad de la Unión Europea en resolverse por la Junta Única de Resolución (JUR) mediante el mecanismo creado tras la crisis financiera, no requirió de dinero público, lo que evitó su consiguiente impacto sobre la deuda pública.
De igual forma, el ‘número dos’ de la institución monetaria de la zona euro ha explicado que la liquidación del banco presidido en ese momento por Emilio Saracho se decidió ante el potencial impacto «desfavorable» que tendría sobre el sistema financiero español, atendiendo al «interés del público».
EL PAPEL DE FROB
El exministro ha subrayado el papel del Frob en este y otros procesos con el uso de determinados instrumentos para afrontar los desafíos que se han ido presentado en el sector bancario desde la crisis de 2008, que ha calificado como «la más profunda» desde la Segunda Guerra Mundial.
La autoridad nacional de resolución ha ido adquiriendo mayores competencias a medida que ha ido pasando el tiempo desde su creación en junio de 2009, como con la solicitud de fondos para la recapitalización del sector y su canalización, la representación de España en las instituciones europeas o la responsabilidad de adoptar decisiones sobre entidades menos significativas.
Entre las acciones más importantes llevadas a cabo por el Frob, De Guindos también ha hecho referencia a la entrada en el capital de Bankia a través de BFA y a la inyección de capital en Sareb, el ‘banco malo’ que se quedó con los activos dudosos de las entidades tras la crisis.
En el caso de la participación en Bankia, el Frob, a través del Ministerio de Economía y Empresa, amplió la fecha límite para su desinversión hasta el 31 de diciembre de 2021, mientras que la Sareb se creó con 15 años de vida, de forma que su desaparición está prevista para 2026.
En suma, el vicepresidente del BCE ha indicado que la crisis financiera ha obligado a revisar enfoques de gestión de crisis, asegurando que el Frob ha demostrado su capacidad «extraordinaria» para adaptarse. «El Frob es un ejemplo de buenas prácticas internacionales, que ha sabido aprender las lecciones de la crisis», ha apostillado.
Por otro lado, De Guindos se ha referido a otros retos a los que aún se debe hacer frente, como avanzar en la unión bancaria, la creación del Sistema Europeo de Garantía de Depósitos o del Mecanismo Común de Protección.