La tokenización puede convertir activos físicos como bienes raíces o arte, activos financieros como acciones o bonos, o activos no tangibles como propiedad intelectual o incluso identidad y datos en dinero. Es decir, que nos puede hacer propietarios y ricos de distinta manera a la que estábamos acostumbrados. A través del blockchain, los contratos inteligentes y los activos digitales (estos últimos creados mediante el proceso al que llamamos tokenización) pueden cambiar la forma en que intercambiamos ideas, información y dinero.
Llamamos tokenización al proceso de emitir una representación digital de un activo en una cadena de bloques (normalmente privada). Tal y como afirma la consultora McKinsey en un artículo especializado, «estamos avanzando hacia la próxima era de Internet. Se dice que Web3 ofrece el potencial de una nueva Internet descentralizada, controlada por los participantes a través de cadenas de bloques en lugar de corporaciones con fines de lucro».
No obstante advierten que el progreso de esta nueva internet no está siendo lineal, y en parte la culpa la tiene el colapso del mercado de las criptomonedas en 2022, provocado por múltiples fallos de las criptomonedas y casos de fraude de alto perfil. Los reguladores están prestando cada vez más atención a los jugadores de Web3 y la curiosidad del público está llegando a su punto máximo, según los especialistas.
TOKENIZACIÓN Y EL DINERO
La tokenización puede crear varios tipos de tokens. Un ejemplo son las monedas estables, un tipo de criptomoneda vinculada al dinero del mundo real diseñada para ser fungible o replicable. Otro tipo de token es un NFT (un token no fungible o un token que no se puede replicar), que es una prueba digital de propiedad que las personas pueden comprar y vender.
la tokenización transformará la estructura de los servicios financieros y los mercados de capital
Aunque aún no se ha popularizado de manera significativa, y su utilización está siendo lenta, sí que ha habido mucha expectación en torno a la tokenización de activos digitales durante años, desde que se «inventara» o introdujera en 2017. Los expertos de la industria han pronosticado hasta 5 billones de dólares en volumen de comercio de valores digitales tokenizados para 2030. Ya hay empresas como Broadridge, con sede en EE. UU., dedicada a las infraestructura fintech, que facilita más de 1 billón de dólares mensuales en su plataforma de contabilidad distribuida.
McKinsey asegura que algunos líderes de la industria están seguros de que la tokenización transformará la estructura de los servicios financieros y los mercados de capital al permitir que los titulares de activos obtengan los beneficios de blockchain, incluidas las operaciones 24 horas al día, 7 días a la semana y la disponibilidad de datos.
La tecnología blockchain también ofrece una liquidación de transacciones más rápida y un mayor grado de automatización, a través de un código integrado que sólo se activa si se cumplen ciertas condiciones. Aunque todavía no se ha probado a escala, ya se pueden prever los potenciales beneficios de la futura tokenización de las propiedades y el dinero.
«Traducir» a tokens las finanzas puede conseguir que las liquidaciones de las transacciones sean más rápidas, precisamente por esa disponibilidad de 24 horas al día, los 7 días de la semana. En la actualidad, la mayoría de las liquidaciones financieras ocurren dos días hábiles después de que se ejecuta la operación. En teoría, esto es para darle tiempo a cada parte para poner en orden sus documentos y fondos. Las liquidaciones instantáneas posibles gracias a la tokenización podrían traducirse en ahorros significativos para las empresas financieras en entornos de altas tasas de interés.
También va a suponer un ahorro de costes operativos, en base a la disponibilidad de esos datos todas las horas del día y todos los días, laborables o festivos, y la posibilidad de programar activos. «Esto es particularmente útil para clases de activos donde el servicio o la emisión tiende a ser altamente manual y, por lo tanto, propenso a errores, como los bonos corporativos. Incorporar operaciones como el cálculo de intereses y el pago de cupones en el contrato inteligente del token automatizaría estas funciones y requeriría menos esfuerzo humano», afirman desde McKinsey.
La democratización del acceso, al simplificar los procesos manuales de operaciones intensas y poder prestar servicios a los inversores más pequeños, puede convertir la tokenización en una propuesta económicamente atractiva a los proveedores de servicios financieros. Y la trasparencia mejorada, impulsada por contratos inteligentes, (conjuntos de instrucciones codificadas en tokens emitidos en una cadena de bloques que pueden autoejecutarse en condiciones específicas), y la infraestructura más barata y ágil, porque las cadenas de bloques son de código abierto, también van a animar a los inversores a que sus inversiones se conviertan en tokens.
EL LENTO AVANCE DE LA TOKENIZACIÓN
Los actores de los servicios financieros ya están comenzando a tokenizar el efectivo. En la actualidad, aproximadamente 120 mil millones de dólares en efectivo tokenizado están en circulación en forma de monedas estables totalmente reservadas. Es posible que los actores de los servicios financieros estén empezando a jugar con la tokenización (el suyo es el caso de uso más importante hasta la fecha), pero aún no está sucediendo en una escala que pueda considerarse un punto de inflexión.
Ya existen algunas razones por las que esta manera de invertir podría despegar. Por un lado, las tasas de interés más altas del ciclo actual, si bien son motivo de queja para muchos, están mejorando la economía para algunos casos de uso, en particular aquellos relacionados con la liquidez a corto plazo.
Desde que debutó la tokenización hace cinco años, muchas empresas de servicios financieros han aumentado significativamente sus equipos y capacidades de activos digitales. Estos equipos están experimentando más y ampliando continuamente sus capacidades. A medida que los equipos de activos digitales maduren, es posible que veamos un uso cada vez mayor de la tokenización en las transacciones financieras.