La segunda empresa más grande de Europa, Louis Vuitton, presentó ayer a cierre de mercado sus ventas correspondientes al tercer trimestre. Las ventas del grupo crecieron un 9% mientras el consenso de Bloomberg estimaba un 11,9%, es decir, crecieron menos de lo que el mercado esperaba.
Las ventas fueron menores a lo que se esperaba, y los inversores está vendiendo sus acciones del grupo LVMH que está sufriendo una caída en bolsa de 6 puntos porcentuales y esto arrastra a las principales empresas del sector del lujo europeo. En la apertura de la bolsa, Christian Dior está cayendo 5 puntos porcentuales, Hermés más de dos puntos porcentuales y Pernord Ricard medio punto porcentual; una clara imagen de que el auge del sector del lujo está menguando.
En este contexto, se están vendiendo las acciones de Louis Vuitton, porque el precio al que cotizan son caras. Consideran que con lo que ha vendido el grupo las acciones valen menos. Cuando el Grupo publique sus beneficios dentro de unos días, la empresa demostrará que al vender menos habrá ganado menos, teniendo un beneficio menor del previsto.
LOUIS VUITTON CAE EN BOLSA Y EL MERCADO DEL LUJO REACCIONA
El sector del lujo no va a tener su mejor trimestre, y es evidente porque al más grande no le han ido bien las cosas y extrapola. Todas las divisiones, excepto el comercio minorista selectivo incumplen las estimaciones, y la partida que más resto al grupo es la de vinos y licores, que cayeron un 14% respecto al año anterior.
LVMH ES CONSIDERADO UN REFERENTE EN EL SECTOR DEL LUJO
En concreto, el grupo empresarial de Moda y Artículos de cuero logró un crecimiento orgánico de sus ingresos del 16%. Los ingresos orgánicos de la importante unidad de moda y artículos de cuero del grupo francés, que incluye las marcas Louis Vuitton y Christian Dior, aumentaron un 9%, dijo la compañía el martes. Los analistas esperaron un aumento del 11,2%.
La facturación de la rama de joyas y relojería hizo lo propio en un 5%, hasta los 7.951 millones de euros, al tiempo que la de perfumes y cosméticos alcanzó los 6.021 millones de euros, un 8% más. Por su parte, la cifra de negocio de la división de vinos y bebidas espirituosas se contrajo un 10,3%, hasta los 4.689 millones de euros.
LOUIS VUITTON CONFÍA EN UN CRECIMIENTO CONTINUO
Los resultados del gigante francés no han ido del todo bien, pero desde la compañía confían en que va a haber un crecimiento continuo. Y es que, la elevada inflación y los altos tipos de interés moderan el apetito por los productos no esenciales que pasen a un segundo plano. La fuerte dependencia de Louis Vuitton de los mercados estadounidense y asiático, combinado con la desaceleración de las ventas en Estados Unidos, y los desafíos económicos en China, ponen a la compañía en el centro de atención.
En MERCA2 ya informamos que Louis Vuitton se encontraba en un contexto de incertidumbre. Hace unos días explicábamos que la firma francesa quería paralizar su producción porque tanto en España como en Portugal y Francia se estaban encontrando que tienen una gran cantidad de stock acumulado en sus almacenes.
Esto se debe principalmente a que la casa de lujo no está vendiendo todo lo previsto. A Louis Vuitton le está costando desprenderse de sus productos porque no venden mercancía. Paralizar la producción es la mejor opción, ya que las otras eran bajar los precios para así quitar stock, pero eso pasaría por atraer a otro público y perder ese nicho de clientes más lujosos, puesto que si bajan precio sería un producto mucho más asequible.
Vemos que el sector del lujo no pasa por un buen momento y que el contexto económico les pasa factura a todas las casas de lujo. Las compras de China en lujo han caído un 19%, siendo una crisis ‘bestial’, ya que si China se paraliza puede llegar a paralizarse todo, sin ir más lejos, China es casi 3 veces la misma suma de Estados Unidos y Europa juntos. Una situación de crisis del consumismo por la inflación.
Actualmente, China sufre una crisis inmobiliaria que amenaza con contagiar al resto de la economía, dejando una menor renta de clientes que pueden llegar a consumir lujo con precios como los de Louis Vuitton.