El pepino es una hortaliza habitual en verano. Muchos son los que, como aperitivo, cortan unos pepinos y, con un poco de sal, se lo van comiendo para abrir el apetito. Pero no solo hay esa forma tan simple de prepararlo, en realidad hay muchas otras. Y teniendo en cuenta que es un alimento muy nutritivo, conviene que lo incluyas en tu dieta.
De hecho, entre los beneficios que tiene esta hortaliza están:
- Aportar muy pocas calorías e hidratos de carbono, por lo que tienes un alimento rico y que puedes comer a cualquier hora. Para que te hagas una idea, 100 gramos de pepino contiene 13 calorías. Y el 97% es líquido.
- Tiene vitaminas A, B, C y E. También fibra.
- Es rico en hierro, potasio, calcio, magnesio y fósforo.
Las mejores formas de preparar un pepino con el que se te caiga la baba
Al rico pepino empanado
Si te gusta lo empanado y no te importan las calorías, lo que puedes hacer es aunar el pepino y el empanado para un resultado muy agradable al paladar. De hecho, es algo que también puedes hacer con tomates verdes, calabacín, calabaza, etc.
El sabor que vas a conseguir es muy parecido al calabacín. Para ello, solo tienes que cortarlo y pasarlo por harina, huevo y pan rallado. Como existen muchas variedades de harina y de pan rallado, cada una puede darle un sabor diferente al resultado final.
Salmorejo de pepino
Cuando escuchas hablar del salmorejo, lo primero que piensas es en el tomate. Sin embargo, el pepino también puede convertirse en un salmorejo que tiene la ventaja de ser más dulce que el de tomate. Puede servir incluso como salsa para otros platos.
Para prepararlo, tienes que batir pan (unos 15 gramos), con una cucharada de aceite de oliva virgen extra, una cucharada de vinagre de manzana (o similar), un diente de ajo y una pizca de sal. Cuando ya esté todo bien batido, añade el pepino cortado en dados.
En unos minutos tendrás una crema suave de pepino.
Ahora solo tendrás que añadirle agua si no te gusta tan espeso y estará listo para comer.
Mojito de pepino
Para esas noches que quieras refrescarte con alguna bebida alcohólica, pero que al mismo tiempo sea fresca y no haga demasiado daño, tienes el mojito de pepino, una forma diferente de tomar pepino que seguro no se te había ocurrido antes.
Para prepararlo, necesitas un pepino cortado y triturado. Además, es necesario que hiervas 10 hojas de menta y dejes enfriar. Una vez tienes estos ingredientes, coge las hojas de menta, ya escurridas, y mézclalas con cuatro cucharadas de azúcar. Añade la hortaliza y, el resultado, divídelo en dos vasos.
Añade zumo de limón (30ml) y hielo. Para dar el toque final, añade 30ml de ron, ginger ale al gusto y agua mineral también al gusto.
Puedes decorar con unas rodajas de pepino y, una vez lo tengas, remueve bien. ¡Está riquísimo!
Hummus de pepino
Para aquellos que no han probado antes el hummus, es en realidad un paté vegetal muy fácil de hacer. Hay muchas formas de prepararlo y, una de ellas, puede ser con esta hortaliza. Para conseguirlo, solo vas a necesitar medio pepino, garbanzos cocidos, tahini blanco, un diente de ajo, comino en polvo, pimentón dulce, zumo de limón, sal, aceite y nata de avena (o soja o arroz, según te sea fácil de encontrar).
Lo primero es cortar el pepino en dados pequeños, dejándolo reposar con un poco de sal al menos 30 minutos. Eso hará que suelte agua por lo que debes escurrirlo. Una vez lo tengas, en la batidora echa el pepino, los garbanzos cocidos y escurridos (180g), 1 cucharada de aceite, 2 de zumo de limón, una pizca de comino (al gusto), una pizca de pimentón dulce, un diente de ajo, 2 cucharadas de tahini blanco y un poco de sal.
Bátelo todo y quedará una crema untable suave. Será como un paté, solo que más saludable de los que puedes consumir de los supermercados.
Frappé de pepino
Si quieres una bebida aún más refrescante, nada mejor como un frappé de pepino, una bebida que aúna tanto el pepino como también el hielo. Para que no sepa demasiado a pepino, y que además tenga un gusto aún más delicioso, se le añade zumo de limón.
La receta es muy sencilla. Solo has de cortar la hortaliza en dados y echarlo en la batidora. Has de batirlo muy bien y después pasarlo por el colador para que no queden «grumitos». Eso vuelves a echarlo en la batidora, añadiéndole zumo de limón y hielo.
Hay que batirlo de nuevo, pero no demasiado, para que quede con hielo picado. Otra opción es echar directamente hielo picado, aunque queda mejor de la otra forma.