La Inteligencia Artificial va a acabar siendo indispensable para cualquier actividad humana, incluído el control del clima. La lucha contra el cambio climático contará con el apoyo de la IA y el Big Data mediante predicciones climáticas más precisas, la detección de patrones climáticos, la gestión de desastres naturales o la investigación científica.
Estas tecnologías pueden contribuir a mitigar las consecuencias del cambio climático, porque no sólo permitirán recopilar, analizar y comprender mejor los datos relacionados con el clima, sino que ayudarán a mejorar los servicios públicos y su gestión de cara a posibles catástrofes naturales.
Desde que existe como ciencia, la metereología es una disciplina que tiene que manejar ingentes cantidades de información y datos, por lo que claramente se va a beneficiar de las capacidades del Big Data, porque ofrece una notable versatilidad para recopilar y analizar esos datos meteorológicos. Por su parte, la IA va a aportar a las ciencias del clima precisión y facilita la detección temprana de los eventos extremos y la optimización de recursos en la gestión de desastres naturales.
LA IA CONTRA EL CAMBIO CLIMÁTICO
Según un estudio realizado por IMMUNE Technology Institute, en el que ha analizado las diferentes formas en las que estas disruptivas tecnologías puden ayudar a predecir los fenómenos del clima adversos y así hacerle frente al cambio climático que tanto daño le está haciendo al planeta y la humanidad.
Como ejemplo, el hub generador de talento en el sector de la tecnología pone el caso de la capacidad de predicción de catástrofes naturales y la mejora en la gestión de los servicios públicos con la DANA que afectó a la Comunidad de Madrid los pasados días 3 y 4 de este mes de septiembre. El Gobierno de la Comunidad cifró en 58 millones de euros el balance de daños causados por el demoledor evento meteorológicos.
Gracias a herramientas como los satélites o los sistemas de alerta, como el que se utilizó ese domingo para avisar a los ciudadanos a través de sus teléfonos móviles, se salvan vidas y propiedades, porque contribuyen a que el impacto de estas catástrofes sea menor.
Gracias a herramientas como los satélites o los sistemas de alerta, como el que se utilizó en la DANA para avisar a los ciudadanos de Madrid a través de sus móviles, se salvan vidas y propiedades
El director del Área de Data Science e Inteligencia Artificial en IMMUNE Technology Institute, Ángel Galán, ha explicado cómo ya tienen su función tecnologías como «el Big Data, que lo aprovechan los satélites meteorológicos para recopilar, procesar y analizar grandes cantidades de información. Esto mejora significativamente nuestra capacidad para comprender y predecir el clima y sus efectos en la Tierra«.
Para Galán, «estos datos son esenciales para la toma de decisiones en una amplia variedad de campos, desde la gestión de desastres hasta la agricultura y la planificación urbana. Por eso es importante la innovación tecnológica; la eficiencia en las predicciones mejora cuanto se apuesta por el uso de estas nuevas tecnologías».
PREDECIR CON LA CIENCIA DE DATOS
La ayuda en la predicción de fenómenos meteorológicos adversos y en la lucha del cambio climático de estas nuevas tecnologías puede darse gracias a su gran capacidad para la recopilación de datos a gran escala. El Big Data lo permite, y lo hace en tiempo real a través de varios tipos de fuentes, como satélites, los sensores en la superficie de la Tierra, las boyas oceánicas y las estaciones meteorológicas. Precisamente los satélites permiten registrar una gran cantidad de datos para, con ellos, hacer mediciones y comprobar con precisión los cambios que surjan, por lo que desempeñan un papel crucial en la monitorización y predicción del tiempo y el clima.
También aportan predicciones climáticas más precisas, porque al contar con más datos disponibles y la ayuda de la inteligencia artificial, se ajustarán mucho más a las certezas en cuanto al comportamiento del clima a corto y medio plazo. Así, se podrán tomar mejores decisiones a la hora de gestionar los recursos hídricos, la agricultura y la preparación para eventos climáticos extremos.
Los patrones son imprescindibles para la investigación del cambio climático y la evaluación de su impacto, y ofrecen una respuesta para la posterior gestión de desastres naturales
La detección de patrones climáticos a largo plazo permitirán comprender cómo están cambiando con el paso de los años. Estos patrones son imprescindibles para la investigación del cambio climático y la evaluación de su impacto, y además ofrecen una respuesta para la posterior gestión de desastres naturales. Así, podremos enfrentarnos mejor y más preparados a acontecimientos climáticos extremos como huracanes, inundaciones, sequías y tormentas. Si se utilizan datos históricos y en tiempo real, los modelos predictivos basados en Big Data pueden predecir emisiones futuras y evaluar posibles acciones de mitigación.
También nos van a apoder ayudar a la hora de evaluar la huella de carbono de las diversas actividades humanas, y a monitorear de la calidad del aire y del agua en tiempo real, datos que son imprescindibles para la salud pública y la gestión ambiental.
Con todos los datos y su análisis, la investigación científica podrá trabajar de manera más detallada, y comprender mejor las interacciones entre la atmósfera, los océanos y la superficie terrestre. Además, el análisis de Big Data puede revelar patrones y tendencias ocultas en los datos que los investigadores pueden pasar por alto con los métodos tradicionales. Por supuesto, la planificación y la toma de decisiones por parte de gobiernos y empresas repercutirá en la mejora de las políticas públicas, la calidad de nuevas infraestructuras y otras decisiones de inversión que se deban tomar respecto al cambio climático.