El inicio de la temporada televisivo ha sido el más agresivo que se recuerda en la última década por tres factores: la necesidad Alessandro Salem de levantar Telecinco, que naufraga en su mínimo histórico; el saludable ataque de hambre del que goza RTVE bajo la batuta de José Pablo López, que está revirtiendo sus torpes inicios en la Corporación pública; y la apuesta de Javier Bardají por mantener el liderazgo de Antena 3, en algunos casos apretando el acelerador con exceso en materia de contenidos.
La 1 prometía hace no mucho adelantar el prime time, pero ‘MasterChef Celebrity’ finaliza los jueves casi a las 2 de la madrugada; Antena 3 alardeaba de huir de los estridentes colores rosa y negro de Telecinco, pero la OPA de Atresmedia a los restos de ‘Sálvame’ está redundando en contra de los tonos amables que gozaban ‘Y ahora Sonsoles’ y ‘Espejo público’; y Mediaset aseguraba que había aprobado un Código ético, pero la única utilidad del mismo ha sido la de justificar la muerte de ‘Sálvame’.
LA GUERRA ENTRE UNICORN Y ATRESMEDIA DESPEJA DE PUBLICIDAD A SONSOLES
Antena 3 ha cancelado concursos y achicado los rentabilísimos culebrones turcos vespertinos para hacerle hueco a martillazos a ‘Y ahora Sonsoles’, que la pasada campaña rondaba el 14% y en esta temporada no llega al 13%, pero al menos ha dado la campanada al vencer al ‘TardeAR’ de Ana Rosa Quintana.
Eso sí, esa dulce victoria de la pupila sobre su maestra no evita que las tardes de Antena 3 estén cayendo pese al desplome de las de Telecinco sin ‘Sálvame’, por lo cual invita a preguntarse si Atresmedia está lastrando sus tardes por su fijación por Sonsoles Ónega, que no alcanza la media de la cadena a pesar de no contar con un solo anuncio en dos horas de programa.
Sonsoles Ónega no alcanza siquiera la media de Antena 3 a pesar de no contar con un solo anuncio en dos horas
Esta situación conlleva que ‘Y ahora Sonsoles’ no esté siendo rentabilizado y que algunos de sus triunfos haya que ponerlos en solfa porque están dopados por falta de cortes publicitarios, que es una estrategia que ‘Crónicas Marcianas’ utilizó hace un cuarto de siglo para vencer a ‘La sonrisa del Pelícano’ y a otros adversarios.
TELECINCO PARTE LA EMISIÓN DE ‘VAMOS A VER’
Otra estrategia agresiva en el campo televisivo la está utilizando Telecinco, que desde este martes ha dividido la emisión de ‘Vamos a ver’ en dos tramos (el primero entre las 10.30 y las 13.30 horas, y el segundo hasta las 15.00 horas con el nombre ‘Vamos a ver más’).
A pesar de que esta técnica está en desuso, a Mediaset España se le hacía insoportable ver que sus dos nuevas ofertas matinales no alcanzaban el 13% de share. El martes, con un cambio de táctica que también utilizan rivales como Alfonso Arús, el primer tramo de ‘Vamos a ver’ se elevó por encima de un positivo 15% de share.
La estrategia del programa presentado por Joaquín Prat navega contra la línea de Unicorn Content, cuya propietaria y presidenta, Ana Rosa Quintana, a finales de julio le contaba a El Plural que ella, a diferencia de Arús, no troceaba sus programas.
La estrategia del programa presentado por Joaquín Prat navega contra la línea de Unicorn Content, cuya propietaria y presidenta, Ana Rosa Quintana
«Nosotros desde el principio tuvimos el valor de hacer un programa que va desde las 09:00 horas hasta las 13:30 horas. No partimos, no ponemos careta, no hacemos nada de eso, eh… Que siempre es más complicado, porque es más fácil poner una careta y decir: ‘Bueno, ahora cojo esta parte que es la que mejor funciona…’. Yo compito con la gente que compite mi horario… «, decía AR contra el conductor de ‘Aruser@s’.
MÁS MADERA
Javier Bardají mostraba su orgullo hace una década por la línea blanca de Atresmedia: «Estamos orgullosos de la televisión que hacemos mañana, tarde y noche y de nuestros accionistas, que nos piden hacer esta televisión. Algunos nos han querido hacer creer que la ecuación ahorro, subida de audiencia, rentabilidad y buena reputación era imposible. Nosotros estamos demostrando que es posible».
Ahora el grupo ha girado hacia otros tonos, tal y como se está advirtiendo en ‘Espejo público’. Uno de sus tertulianos, Juan Soto Ivars, esta semana apercibía a Susana Griso por su cobertura con el dramático incendio de Murcia.
«Se nos lleva por delante el sensacionalismo; creo que tenemos que medirnos, agarrarnos, para que esto no sea, no sé… No me siento cómodo con estas entrevistas que hacemos en estos momentos porque me parece que, claro, ¡cómo va a estar esa madre!», aseguraba Soto Ivars.
Juan Soto Ivars afeaba esta semana en ‘Espejo público’ la cobertura del programa sobre el incendio de Murcia
El contertulio remataba: «¿Qué le estamos ofreciendo al público para que vea una madre destrozada porque no sabe dónde está su hijo… Yo creo que tenemos que reflexionar los medios sobre lo que hacemos en estas situaciones. No soy experto en incendios, no soy experto en fuegos, no sé nada de duelo, no sé nada de las fases del duelo. Sí sé algo de periodismo y, realmente, siempre hago la misma reflexión fuera y la quiero hacer aquí también ya que estoy aquí sentado. No hagamos sangre, el dolor es incalculable, pero es intransmitible».
Mediaset España, por su parte, prometía poner en marcha una televisión más amable de la mano de Salem, que El País afirmaba hace unos meses que tenía «en la cabeza un modelo de televisión generalista donde Mediaset pueda reunir a la familia ante el televisor».
Quizá no lo decía pensando en el menú otoñal que está despachando Telecinco, que tras el fracaso de los amables ‘Me resbala’ y compañía ha vuelto a apostar por formatos que parecían seguros de vida como ‘GH VIP’ o ‘TardeAR’, que ni son demasiado familiares ni están alcanzando los números deseados.