La entidad de banca privada Atl Capital ha lanzado este martes un fondo de renta variable europea -llamado ‘Olympus Equity Europe FI’- con una cartera invertida en más de un centenar de compañías cotizadas en la eurozona, Reino Unido, Suiza, Suecia, Dinamarca y Noruega.
La firma ha detallado en una nota de prensa que la estrategia de inversión ofrece una «amplia» diversificación en la selección de las empresas tanto a nivel sectorial como geográfico, en tanto que el perfil de estas compañías es el de gran capitalización, referentes en sus sectores, elevada solvencia e ingresos globales.
En concreto, los sectores económicos escogidos son, entre otros, servicios financieros, sanidad, industria, consumo cíclico, consumo defensivo, tecnología, materiales básicos y energía. De su lado, la cartera incluye tanto empresas consolidadas (‘value’), en la jerga del sector) como con alto potencial de crecimiento.
Así, la entidad ha ejemplificado que algunas de las compañías seleccionadas son Nestle, LVMH, HSBC, AstraZeneca y TotalEnergies.
«Todas ellas elegidas por criterios de valoración y expectativas de revalorización respecto a otras compañías comparables en su misma área de negocio», han explicado desde Atl Capital.
El socio de atl Capital y gestor del fondo, Ignacio Cantos-Figuerola, ha precisado que Europa ofrece unas valoraciones «muy atractivas» respecto a Estados Unidos y ha matizado que, con un entorno de tipos de interés como el actual, las compañías de valor europeas ofrecen mejores oportunidades por el mayor peso del sector financiero y de salud en esta zona frente al tecnológico que domina en Estado Unidos.
El fondo ha sido incluido en la gama artículo 8 (que promueven iniciativas sociales y ambientales junto con los objetivos de resultados tradicionales) del reglamento SFDR de la Unión Europea UE) por incluir criterios ASG (ambientales, sociales y de buen gobierno) en su estrategia de inversión.
Por ello, han agregado desde Atl, la cartera incluirá compañías comprometidas con el medioambiente que contribuyan a la mitigación del cambio climático con políticas de gestión destinadas a reducir la huella de carbono, el uso sostenible de recursos naturales o un buen tratamiento de los sus residuos, así como ser empresas socialmente responsables y con políticas destinadas a evitar cualquier tipo de discriminación en el entorno laboral.