La actividad de las empresas chinas se expandió durante el pasado mes de septiembre por segundo mes consecutivo, aunque a menor ritmo que el mes previo, según reflejan las lecturas del Índice de Gestores de Compras Manufactureros (PMI, por sus siglas en inglés) calculado por Caixin y que mide, principalmente, la actividad de pymes y compañías exportadoras.
En concreto, el PMI manufacturero se situó en los 50,6 puntos frente a los 51 puntos de agosto. Que el PMI rebase el 50 conlleva una expansión de la actividad de la actividad manufacturera.
Caixin ha explicado que la producción industrial y los nuevos pedidos se mantuvieron en terreno positivo, si bien la demanda externa siguió siendo débil. En este sentido, los encargos destinados a las exportaciones se contrajeron por tercer mes.
De su lado, la confianza empresarial a un año vista alcanzó su nivel más bajo en doce meses, al tiempo que los fabricantes de bienes de consumo, intermedios y de inversión redujeron sus plantillas.
Los precios de los insumos crecieron al ritmo más rápido desde enero tras verse estos impulsados por el petróleo, los productos químicos y los metales de uso industrial.
La economía macro ha mostrado indicios de estabilización», ha valorado el economista jefe de Caixin Insight Group, Wang Zhe. «Sin embargo, la recuperación económica aún tiene que asentarse de forma sólida, con una demanda doméstica insuficiente, incertidumbres externas y presiones sobre el mercado laboral», ha matizado.