El 30 de septiembre se celebra el Día Mundial de la Traducción. Desde el año 1991 la Federación Internacional de la Traducción (FIT) lo marcó en el calendario con el objetivo de destacar la labor de las personas del sector.
Pese a ello, no fue hasta 2017 cuando el Consejo General de las Naciones Unidas decidió hacer oficial este día. Esta fecha se seleccionó para conmemorar la muerte de Jerónimo de Estridón, conocido también como San Jerónimo, patrón de los traductores y responsable de la traducción de la biblia del hebreo al griego y al latín.
Los servicios de traducción están presentes en nuestro día a día, viendo una serie de televisión o leyendo un libro, entre otras muchas acciones. También forman parte de los temas de actualidad, como la reciente adopción por el Congreso de los Diputados del uso de las lenguas cooficiales en la Cámara Baja con la correspondiente implementación del servicio de traducción simultánea y subtitulado para quienes lo deseen.
Asimismo, los traductores automáticos también se encuentran en boca de todos debido al auge y la democratización que está experimentando la inteligencia artificial (IA), utilizada a diario por millones de personas y experimentando nuevas y constantes actualizaciones con el objetivo de que estas herramientas resulten cada vez más fiables y cometan menos errores.
En España, el sector de la traducción continúa ganando importancia. Según la Asociación Nacional de Empresas de Traducción e Interpretación (ANETI), cerca de 1.500 empresas se dedican a la traducción e interpretación en el país, siendo el sector editorial (25%) su principal área de negocio.
Además, la industria global de servicios lingüísticos ha experimentado anualmente un crecimiento notable pasando de los cerca de 23.500 millones de dólares generados en 2009 hasta los 56.430 de 2022, lo que implica un incremento de más del 140% según datos de CSA Research.
También ha habido un aumento significativo en el mercado de los traductores automáticos. Las cifras de este mercado han ido aumentando anualmente pasando de los 400 millones de dólares generados en 2016 a los 1.500 millones previstos para 2024, según Global Market Insights.
Una de las entidades más destacadas en España es TransPerfect, la multinacional estadounidense líder en soluciones tecnológicas y servicios de traducción para clientes globales que, entre sus numerosos servicios de localización geográfica, cuenta con una división (TransPerfect Media) especializada en proyectos de traducción documental, doblaje y subtitulado.
La compañía considera a España su principal centro de producción después de Estados Unidos y cuenta con sedes en Madrid, Palma de Mallorca, Valencia, Alicante y Barcelona, siendo la de la capital catalana la que cuenta con más empleados en todo el mundo (cerca de un millar) tras la incorporación de 350 nuevos trabajadores en 2021.
Con motivo del Día Mundial de la Traducción, Roberto Veiga, vicepresidente de Producción de TransPerfect, analiza los cambios que implica la adopción de nuevas tecnologías y herramientas de IA en el sector.
“Gracias a estos avances podemos seguir ayudando a nuestros clientes con un proceso mucho más rápido y eficiente. Aunque los traductores automáticos todavía no son capaces de ofrecer las garantías de una traducción humana, creamos motores de traducción automática adaptados a las necesidades de cada cliente, pero sin dejar de lado la implicación en el proceso de personas altamente cualificadas”, indicó.
Esta “humanización” del trabajo realizado por la inteligencia artificial, resulta clave para Veiga: “Más que una traducción hacemos una adaptación, no es una simple copia, ya que si se hace de esta manera el mensaje puede cambiar por completo. Los modelos de lenguaje generados por inteligencia artificial resultan muy interesantes, pero no son capaces de igualar la calidad de la labor humana en el sector de la traducción, ni de adaptarse a lo que quiere el cliente, por contexto o tipo de empresa a la que va destinada la traducción”.
Desde TransPerfect entienden que la presencia de la IA debe formar parte del proceso natural de evolución y adaptación del sector, potenciándose en ella y sin adoptar una postura de enfrentamiento o rechazo ante este tipo de avances tecnológicos y el desarrollo e implementación. Siempre de forma controlada y supervisada por expertos en nuevas soluciones basadas en inteligencia artificial.