La Autoridad de los Mercados y la Competencia de Reino Unido (CMA, por sus siglas en inglés) ha abierto este viernes la posibilidad de dar su visto bueno a la compra de Activision Blizzard, dueña de sagas como ‘Call of Duty’ o ‘World of Warcraft’ por parte de Microsoft tras haber presentado una oferta revisada.
El nuevo acuerdo, valorado en 69.000 millones de dólares (64.736 millones de euros), contemplaría que Microsoft ya no adquiera los derechos en la nube de los juegos existentes de Activision para PC y consolas, pero tampoco para los nuevos juegos lanzados por Activision durante los próximos 15 años (excluyendo el Espacio Económico Europeo). En cambio, estos derechos se venderán a Ubisoft antes de la adquisición de Activision.
De este modo, Ubisoft podrá licenciar el contenido de Activision bajo diferentes modelos comerciales, incluidos los servicios de suscripción, además de proporcionar a la francesa la capacidad de exigir a Microsoft que ofrezca versiones de juegos en sistemas operativos distintos de Windows.
«Se trata de un acuerdo nuevo y sustancialmente diferente, que mantiene la distribución en la nube de estos importantes juegos en manos de un fuerte proveedor independiente, Ubisoft, en lugar de bajo el control de Microsoft», ha declarado Colin Raftery, jefe de fusiones de la CMA.
Con tales medidas, la transacción que se anunció a principios de 2022 superará previsiblemente el ‘impasse’ en el que se encontraba desde que el regulador británico bloquease la venta el pasado abril. Anteriormente, Microsoft y Activision superaron con éxito las reticencias de la Unión Europea y la ofensiva judicial de la Comisión Federal de Comercio estadounidense.
«Hemos presentado soluciones que creemos que responden plenamente a las preocupaciones de la CMA en relación con el ‘streaming’ de juegos en la nube, y seguiremos trabajando para obtener la aprobación del cierre antes de la fecha límite del 18 de octubre», ha declarado el presidente de Microsoft, Brad Smith, compañía.
Smith ya afirmó a finales de agosto que la compañía de Redmond ha trabajado «muy duro» para abordar las preocupaciones planteadas por algunos de sus rivales respecto de la adquisición de Activision y que correspondía a los reguladores, especialmente los del Reino Unido, determinar si el camino quedaba despejado.
Por su parte, el consejero delegado de Activision, Bobby Kotick, ha asegurado que la aprobación preliminar de la CMA es «fundamental para completar el acuerdo».