La central nuclear de Cofrentes (Valencia) propinó en la mañana del pasado 20 de septiembre un buen sobresalto a sus operarios: el reactor sufrió una parada que no había sido planificada. El Centro de Seguridad Nuclear (CSN) recibió parte de la incidencia y se apresuró a informar que ésta no había producido daño alguno a los trabajadores, la población o el medio ambiente. Ocho horas después, la planta de Vandellós II (L’Hospitalet de l’infant, Cataluña) notificó otra detención automática, acumulándose dos sustos ‘nucleares’ en la misma jornada.
Según la información hecha pública por el CSN, el titular de la planta, gestionada por Iberdrola, siguió el procedimiento establecido por la normativa para este tipo de eventualidades, notificando al organismo el parón no programado.
La detención del reactor fue provocada, según el comunicado del CSN, por el fallo de una tarjeta electrónica del sistema de control de caudal de agua de alimentación principal, que ha provocado un transitorio de caudal en el sistema de agua de alimentación y la elevación del nivel de drenaje de los separadores de humedad. Esta concatenación de imprevistos condujo, finalmente, a la parada de la turbina principal.
las INCIDENCIAS NO TUVIERON IMPACTO ALGUNO EN LA POBLACIÓN, LOS EMPLEADOS DE LAS CENTRALES O EL MEDIO AMBIENTE, registrando UN NIVEL 0 DENTRO DE LA ESCALA INTERNACIONAL DE SUCESOS NUCLEARES Y RADIOLÓGICOS (INES)
Ante esta situación, tal y como establece el diseño de la planta, se ha activado automáticamente el sistema de protección del reactor, deteniendo así su funcionamiento. Todos los sistemas de seguridad de la instalación han funcionado correctamente, sin que se haya registrado peligro alguno para su integridad; en consecuencia, la incidencia ha sido inscrita en el nivel 0 de la Escala Internacional de Sucesos Nucleares y Radiológicos (INES, por sus siglas en inglés).
La CN Cofrentes posee una potencia eléctrica bruta de 1.092,02 megavatios (MW) y está equipada con un reactor de agua en ebullición tipo BWR, fabricado por General Electric. Empezó a operar el 11 de marzo de 1985 y tiene concedida la renovación de la autorización de explotación hasta el 30 de noviembre de 2030.
VANDELLÓS, EL SEGUNDO DE DOS SUSTOS ‘NUCLEARES’
Ocho horas después, a las 18:15, otra central nuclear seguía el mismo procedimiento tras sufrir el mismo incidente: la detención súbita y no planificada del sistema.
En esta ocasión el suceso tuvo lugar en la catalana Vandellós II, cuyo parón, informó el CSN, tenía una causa muy diferente: una falla en la red eléctrica exterior que se trasladó al generador principal, activando de inmediato el mecanismo de detención de la turbina y el reactor. Debido a las oscilaciones en la red, se produjo asimismo una reducción de tensión en una de las barras eléctricas que provocó el arranque automático del generador diésel de emergencia. Todos los sistemas de seguridad de la instalación funcionaron satisfactoriamente y la clasificación del incidente en el INES también fue 0.
Vandellós II, gestionada por Endesa, funciona mediante un sistema nuclear de producción de vapor formado por un reactor de agua ligera a presión, suministrado por la empresa norteamericana Westinghouse (EE.UU). La planta inició su actividad el 8 de marzo de 1988 y tiene concedida la renovación de la autorización de explotación hasta el 27 de julio de 2030.
Los parones de Cofrentes y Vandellós II fueron precedidos a principios este mismo mes por otra detención no prevista del sistema en la planta nuclear de Ascó I (Tarragona, Cataluña), acaecida después de la detección de varios intervalos de altas vibraciones en uno de sus sensores. Esta incidencia tampoco tuvo consecuencia negativa alguna en el entorno, el público o los operarios de la central.