El anuncio de la posible compra de Vodafone España por parte del fondo británico Zegona puede acabar con la fusión entre Orange y Más Móvil. Europa no va a permitir la unión de las dos operadoras en España si la parte española de Vodafone acabe dinamitada y vendida en paquetes, tal y como suele actuar el fondo por el fondo británico con las compañías que absorbe. Europa quiere que el espacio radioeléctrico español cuente con cuatro compañías grandes y no tres. Si Vodafone deja un hueco, la naranja y la amarilla deben mantener sus hueco.
Aunque por todos era conocido que Vodafone estaba en venta, ante la posibilidad de que la operadora de origen inglés sea comprada por una gestora de inversiones, todo que pueda pasar respecto a las telco españolas «está en el aire ahora mismo», según advierten a MERCA2 fuentes del sector. Europa sabía que Vodafone buscaba novio y por esa razón mantiene la incertidumbre sobre cuáles serán los remedies que imponga en la unión de Orange y MásMóvil.
ante la compra de vodafone,todo que pueda pasar respecto a las telco españolas «está en el aire ahora mismo»
Aunque Zegona sostiene que su intención, si finalmente se cumplen las condiciones para la adquisición, es realizar una compra que ofrezca una rentabilidad atractiva a sus accionistas. La empresa financiera inglesa, valorada en bolsa en 2,17 millones de euros, ha cifrado el precio de la teleco española en 5.000 millones de euros. Si Vodafone acaba en manos de Zegona, que trocea empresas o las revende, cabe la posibilidad de que el fondo «la venda por partes y la telco desaparezca, aunque seguiría proporcionando el servicio a los clientes», sostienen desde el sector.
EUROPA EXIGE CUATRO
En este marco fuentes de la Comisaría de la Competencia en Bruselas consultadas por MERCA2 insisten en que no comentan «escenarios hipotéticos«. El 28 de julio de 2023, esta Comisión detuvo el reloj en su investigación en profundidad sobre la propuesta de empresa en participación entre Orange y MásMóvil. Este procedimiento en las investigaciones sobre concentraciones «se activa si las partes no facilitan a tiempo una información importante que la Comisión les ha solicitado», nos indican.
Según argumentan desde Bruselas, para cumplir los plazos de fusión las partes deben facilitar a tiempo la información necesaria para la investigación. En caso contrario, la Comisión detiene el reloj. «Una vez que las partes facilitan la información que falta, el reloj se vuelve a poner en marcha y el plazo para la decisión de la Comisión se ajusta en consecuencia». Sin embargo, esta circunstancia no tiene nada que ver con el futuro de la fusión que se plantea si Vodafone acaba siendo comprada.
cabe la posibilidad de que el fondo venda vodafone por partes y la telco desaparezca, aunque seguiría proporcionando el servicio a los clientes
Las teleco españolas querrían ser solo tres grandes en nuestro territorio, pero Europa lleva años con su imperativa política de exigir que nuestro país coexistan cuatro operadoras con red propia de móvil. «No consiente en ir a tres, por eso está tardando tanto en autorizar la fusión«, nos aseguran, y añaden, «si Vodafone se difumina, es posible que a Orange se ponga guerrera y se plante. Y si a MásMóvil no lo compra Orange, podría incluso irse con Vodafone», nos argumentan.
En el terreno de la red de fibra no existe esta exigencia, razón por la que la rumana DIGI, que tira cable allá por donde pasa, no está considerada «grande» por mucho que haya crecido. DIGI instala fibra, pero para la red móvil contrata el espacio radioeléctrico que necesita y que está en manos de Telefónica, Vodafone, Orange y MásMóvil mediante concesión gubernamental por 20 años.
«Con la fusión prevista entre dos de las teleco, quedarían tres y Europa obliga a ceder el espacio sobrante a una cuarta. Si hay riesgo de que desaparezca otra más, en este caso Vodafone, Competencia, en Bruselas, va a esperar a decidir sobre la fusión prevista hasta que encaje todo el puzzle», apuntan las fuentes del sector consultadas.
El problema es que la resolución de la Comisión de la Competencia sobre la fusión, que estaba previsto estuviera resuelta este mes de septiembre, se puede alargar hasta que se materialice la oferta de Zegona, que depende todavía de un acuerdo sobre los términos finales con Vodafone, por lo que la adquisición está en el aire. «Es la razón por la que existe la posibilidad de que Bruselas no permita la fusión Orange-MásMóvil y de que Orange se plante», si entiende que las condiciones le desfavorecen, dicen fuentes del sector.
Orange podría no consentir que su paquete de remedies alimente, por ejemplo a DIGI, «y no le salgan los números», indican los analistas del mercado de las telecomunicaciones consultados por MERCA2. «Le interesaría mantener su actual mercado y se quedaría como está, sin comprar MásMóvil, y es cuando podría resurgir Vodafone como comprador de la operadora amarilla», señalan.
VODAFONE EMPEORA EL PUZZLE
En España hay hasta 60 operadoras de móvil, pero solo un puñado están en el segundo escalón, con gran volumen de negocio, pero sin red propia. Se trata de DIGI, Finetwort y Avatel, principalmente. «Podría haber fusiones por abajo para formar una cuarta teleco grande. No obstante es DIGI la que ya tiene red fibra propia y es la que está mejor encaminada para ser esa cuarta empresa de telefonía grande», dicen en el sector.
Ha invertido en fijo e internet, y ha manifestado que está dispuesta a invertir 2.000 millones en tener su propia red móvil, aunque sea a base de endeudarse muchísimo, porque desplegar una red móvil es lo más caro que hay (alquilar espectro, impuestos, instalar torres, pagar alquiler de su espacio, los equipos tecnológicos…). Serían miles de millones de euros», aseguran los analistas.
A las grandes operadoras no les gusta la idea de tener a DiGI de compañera en el primer nivel con su red propia «porque son muy agresivos comercialmente. Están reventando los precios a todos y rompiendo el mercado. Obligan a los demás a bajar márgenes de beneficios». Además, sostienen que Orange y MásMóvil temen que acaben sus remedies en manos de DIGI, «porque la empresa rumana acabaría quedándose con buena parte de su mercado móvil al bajar mucho los precios, y dejarían desierto y sin utilizar la red de fibra».
A las grandes operadoras no les gusta la idea de tener a DiGI de compañera en el primer nivel con su red propia; están reventando los precios a todos y rompiendo el mercado
DIGI ya trabaja sobre la red de Telefónica y no querría afrontar el gasto de trabajar con otra red y tener que contactar con miles de clientes y cambiarles los dispositivos de router, por ejemplo. Es una inversión y un riesgo de pérdida de clientes por el camino», explican.
Es diferente el caso de Finetwork. La operadora no trabaja ya con la red de Telefónica y no despreciaría los remedies de mayorista que se produjeran con la fusión Orange-MásMóvil, e inicialmente no tiene intención de reventar los precios. «Por eso con el anuncio del fondo inglés, están todos tomando posiciones, pero el rompecabezas se resolverá entero a la vez, se encajando todas las piezas a la vez. El acuerdo mayorista ya previsto de Finetwork con Vodafone tampoco se puede resolver, tal y como están las cosas, porque la operadora alicantina puede conseguir red mucho más barata con los remedies de la fusión», advierten los conocedores del sector.
Las operadoras de segunda fila, sin red propia de móvil, podrían forma una única gran empresa si se fusionarán, y se resolvería el problema pero «eso no va a pasar. No están en esa fase. DIGI está creciendo a base de deuda, Avatel a base de comprar a los operadores pequeños y locales, y Finetwork empezó con esa misma política de concentración local, pero ahora ha decidido crecer por la vía de acuerdos mayoristas. En principio ninguna de las tres operadoras que crecen tienen intención de fusionarse ni de ser vendidas. «Mientras crecen saben que tiempo más tarde pueden valer mucho más».