El Gobierno de Brasil ha revisado al alza la proyección de crecimiento del Producto Interior Bruto (PIB) del país para este año 2023 en siete décimas, al 3,2% desde el 2,5% estimado anteriormente.
Este incremento de la previsión obedece al resultado del PIB en el segundo trimestre del año, que fue mejor de lo previsto, al alcanzar un crecimiento interanual del 3,4% y del 0,9% frente al primer trimestre del año.
Además de esta positiva sorpresa, el buen desempeño que están teniendo otros indicadores adelantados para este tercer trimestre y las expectativas sobre la recuperación de la economía de China en el cuarto trimestre del año, así como el mejor comportamiento que se espera que tenga la cosecha agrícola en Brasil, han permitido esta revisión al alza.
Las proyecciones de crecimiento mejoran además en todos los sectores. En el caso del sector primario, el incremento es de ocho puntos porcentuales, del 13,2% al 14%. La industria tendrá un crecimiento del 1,5% (frente al 0,8% calculado con anterioridad) y el sector servicios alcanzará una expansión del 2,5% (antes, 1,7%).
De cara a 2024, el ministerio de Hacienda mantiene sus cálculos, con una previsión de crecimiento del PIB del 2,3%. En el próximo año se espera que la industria y el sector servicios se beneficio de la flexibilización de las condiciones monetarias, así como de las políticas de renegociación de la deuda y de los programas de incentivos a las inversiones.
LA INFLACIÓN SE QUEDA EN EL 4,8% EN 2023
En lo que se refiere a la inflación, el Gobierno sigue proyectando que el índice interanual se quedará en el 4,85% en 2023. Este dato coincide con los movimientos al alza que ha tenido el indicador en los dos últimos meses, hasta situarse en el 4,66% interanual en agosto.
Pese a darse un incremento en el precio de los combustibles, este se ha visto parcialmente compensado por la caída en otras divisiones como los precios de los alimentos, lo que lleva al Gobierno a congelar sus previsiones de inflación.
Por su parte, se ha revisado ligeramente al alza, en una décima, la inflación estimada para 2024, del 3,3% al 3,4%. Este cambio refleja ajustes marginales derivados de modificaciones en el escenario del tipo de cambio, los precios de las materias primas y los efectos que puedan tener los fenómenos climáticos.
Con la mejora de las expectativas de inflación, se espera que sigan cayendo los tipos de interés. Al final de este año se contempla una tasa del 11,75% (frente al 12% que se estimaba el pasado mes de junio), en línea con las estimaciones del mercado financiero.