El contrato de futuros sobre el petróleo tipo Brent de referencia en Europa se mantiene por encima de los 94 dólares y acumula una revalorización del 10% en el último mes, en la que ya es su tercera semana consecutiva de alzas (4%).
Por su parte, el contrato de futuros sobre el crudo ligero estadounidense tipo West Texas se mueve el viernes en torno a los 90,5 dólares, una subida del 11% en el último mes y del 26,7% en el último mes.
La inflación estadounidense que se conoció esta semana dejó bien a las claras que los recientes repuntes del precio del petróleo eran los principales motores de la subida de la cesta de la compra. Así, con fuertes subidas en el oro negro que consumen Europa y Estados Unidos, el mercado ve en el petróleo el principal problema para que la reciente subida de tipos del BCE sea la última de este ciclo.
Por ejemplo, Konstantin Veit, Portfolio Manager en PIMCO, afirma que “aunque el BCE señaló que espera que los tipos de interés actuales contribuyan sustancialmente a que la inflación vuelva a situarse en el objetivo, los responsables de la política monetaria siguen haciendo hincapié en el enfoque dependiente de los datos para cada reunión y que se basa en una evaluación periódica de las perspectivas de inflación, la dinámica de la inflación subyacente y la fuerza de la transmisión de la política monetaria”.
“Si bien creemos que la tasa terminal que se baraja actualmente en los mercados financieros parece razonable, seguimos siendo escépticos en cuanto a que el BCE vaya a aplicar recortes de tipos tan pronto, dada la dinámica más persistente de la inflación”, añade.
La EIA espera precios para el petróleo al alza en 2023
La Administración energética de EE.UU. (EIA) dijo el pasado martes que esperaba precios del petróleo más altos para lo que queda de 2023 ante la caída de los inventarios globales. Su caída prevista es de medio millón de barriles diarios al menos, por lo que el precio estimado para el Brent es de 93 dólares para el resto del año frente a una previsión anterior de 88 dólares.
Además, el mercado tuvo que digerir esta semana la noticia de que la OPEP+, Arabia Saudita y Rusia, extendían sus recortes de producción voluntarios de cerca de un millón de barriles diarios, y unos datos de la OPEP en los que se mostraba un déficit de tres millones de barriles para el próximo trimestre, que podría ser la mayor reducción de inventarios desde al menos 2007, según un análisis de Bloomberg.
La EIA también publicó sus previsiones para EE.UU. a corto plazo donde revisaron los datos al alza. La producción podría crecer en unos 880 millones de barriles diarios anualizados, hasta un récord de 12.780 millones de barriles este año, con una oferta para 2024 más modesta, de entre 370 millones y 13.160 millones. Sin embargo, en ING recuerdan que se ha visto una ralentización en la actividad de perforación que podría complicar estas estimaciones.
Por último, las reservas semanales de petróleo que publicó la API fueron bajistas, pues los inventarios subieron en 1.170 millones de barriles, en tanto que las reservas de gasolina y de refinados subieron en 4.200 millones y 2.590 millones, respectivamente.
Mal para las aerolíneas y bien para las petroleras
De momento, las aerolíneas estadounidenses ya se duelen de las heridas provocadas y varias de ellas, como Delta Airlines o American Airlines, ya han sufrido el castigo en bolsa.
Según Ewa Manthey, de ING, los datos no demuestran las palabras de la OPEP al respecto de que su principal objetivo es mantener el equilibrio del mercado, aunque recuerda la producción en Irán y Venezuela repuntan, y que la del primero podría continuar creciendo a pesar de unas sanciones desde EE.UU. que cada vez son menos estrictas.
Charles Reding es analista y estratega senior de Truist. Recuerda que el sector energía en bolsa ha evolucionado mejor que los demás en los tres últimos meses y considera que -a pesar del fuerte movimiento vivido en las acciones de energía (Repsol en máximos)- las valoraciones todavía ofrecen descuento frente al mercado. El sector también se beneficia de una fuerte generación de caja y retornos de capital.
Reding considera que los mercados finales con una exposición relativa más alta a los precios al contado de las materias primas del tipo firmas de exploración y producción están bien posicionadas en el actual entorno frente a esas que integran todo el proceso.
En estos momentos, el índice S&P Energy cotiza con un descuento de 6,7 veces frente al S&P 500 en EV/Ebitda frente a un descuento histórico de 3,5 veces. Además, por capitalización de mercado, las energéticas suponen menos del 5% del S&P, bien por debajo de los niveles medios históricos del 15%.
Se esperan precios al alza y previsiones positivas para las petroleras
Por último, desde la gestora estadounidense Fidelity afirma que los precios están bien soportados en estos momentos ante la continuada demanda y una OPEP dispuesta a mantener una mano firme sobre la oferta. Tras años de bajas inversiones, creemos que todavía estamos en los primeros pasos de un gran ciclo de nuevas inversiones en la producción internacional y offshore.
Estos factores contribuyen a una previsión positiva para el sector en general y para los equipos de energía y las empresas de servicios energéticos en particular.