La junta de supervisión del grupo farmacéutico alemán Bayer creará un comité extraordinario para revisar la estrategia judicial de defensa de cara a los 13.400 juicios pendientes en Estados Unidos por el uso del glifosato.
El organismo supervisor ha reconocido que las demandas a las que tiene que hacer frente, heredadas de Monsanto tras su adquisición, han tenido un «efecto negativo» y ha sumado «incertidumbre» a la cotización de sus títulos. Por ello, el nuevo comité «vigilará intensamente» todas las decisiones que se tomen y realizará recomendaciones sobre la estrategia a seguir en los litigios.
Dentro de la estrategia de defensa se ha contratado a un abogado experto en responsabilidad penal empresarial por productos comercializados
El comité de la junta de supervisión estará compuesto por ocho miembros, que se repartirán a partes iguales entre los representantes de los trabajadores de los accionistas.
Asimismo, la junta ha decidido contratar al abogado John Beisner para que la asesore en todo lo relacionado con las demandas del glifosato. Beisner forma parte del bufete Skkaden, radicado en Washington (Estados Unidos) y cuenta con experiencia en casos relacionados con las responsabilidades penales de las empresas en relación a los productos que comercializan.
Bayer ha defendido su producto tras cada sentencia asegurando que no estaba demostrado que fuera cancerígeno
Este mismo mes, el grupo químico alemán anunció que invertiría 5.000 millones de euros en el desarrollo de herbicidas alternativos que no estén basados en glifosato. La compañía ha tomado esta decisión después de haber recibido tres condenas en Estados Unidos por los potenciales efectos cancerígenos del herbicida RoundUp, un producto basado en glifosato desarrollado y fabricado originalmente por Monsanto.
Hasta ahora, Bayer había defendido su producto tras cada sentencia asegurando que no estaba demostrado que fuera cancerígeno. Desde 2017, la firma ha difundido un total de 107 estudios realizados de forma interna sobre el glifosato.
“Estamos haciendo buenos progresos en la integración del negocio agrícola adquirido y ahora vamos a empezar a implementar una serie de medidas para mejorar la transparencia y la sostenibilidad“, subrayaba el consejero delegado de Bayer, Werner Baumann, cuando anunciaba la inversión en herbicidas alternativos. Esas medidas están dirigidas a resolver las preocupaciones que Bayer “ha escuchado” sobre su papel en la agricultura en los últimos 12 meses.
El grupo alemán adquirió Monsanto en junio de 2018 por un total de 63.000 millones de dólares (55.360 millones de euros). Desde el cierre de la adquisición de la firma estadounidense, la cotización de las acciones de Bayer acumula un retroceso del 42,2% en la Bolsa. La multinacional de Leverkusen decidió suprimir la marca Monsanto tras culminar la mayor compra de sus más de 150 años de historia, aunque mantuvo los nombres de los productos incorporados al catálogo de Bayer.