Cuando pensamos en pirámides, a menudo nuestra mente se dirige instantáneamente a Egipto y sus icónicas estructuras, como las pirámides de Guiza. Sin embargo, hay un país que supera a Egipto en número de pirámides, y sorprendentemente, ¡tampoco es México!
Hablamos de Sudán, un país ubicado en el noreste de África, que alberga aproximadamente 255 pirámides a lo largo de su territorio. Impresionantes estructuras conocidas como las pirámides Nubias, que son testigos silenciosos de la antigua civilización y su perdurable legado.
EL TESORO DE LAS PIRÁMIDES DE SUDÁN
A pesar de la popularidad mundial de las pirámides egipcias, las de Sudán son una joya arqueológica menos conocida pero igualmente fascinante. Estas pirámides, construidas entre el 1070 y el 350 a.C., son atribuidas a la civilización nubia durante el Reino de Kush, que gobernó una vasta región a lo largo del río Nilo. A diferencia de las pirámides egipcias, las de Sudán son más delgadas y empinadas, aunque algo menos altas.
Las pirámides sudanesas se encuentran en tres yacimientos principales: El Kurru, Jebel Barkal y Meroe. Estas estructuras funerarias se utilizaron como tumbas para los reyes y reinas de la época y fueron construidas con materiales como granito y arenisca. Además de su impresionante arquitectura, el interior de estas pirámides está adornado con ilustraciones e inscripciones que celebran las hazañas y logros de los monarcas de Meroe, una de las ciudades más prósperas a lo largo del Nilo en su apogeo.
La UNESCO reconoció la importancia de las pirámides de Meroe al declararlas Patrimonio de la Humanidad, destacando su valor histórico y cultural. Sin embargo, a pesar de este reconocimiento, estas estructuras no se encuentran en las mejores condiciones debido a diversos factores, como son las condiciones meteorológicas del desierto y las negligencias del pasado.
LOS PELIGROS QUE AMENAZAN LAS PIRÁMIDES
Una de las amenazas más persistentes que enfrentan las pirámides sudanesas son las tormentas de arena. Aunque estas tormentas han sido un desafío durante siglos, su impacto se ha intensificado debido al cambio climático, que ha contribuido al aumento de la aridez en la región. Esta situación termina resultando en tormentas de arena más frecuentes y severas.
Estas tormentas de arena no sólo erosionan gradualmente las estructuras, sino que también plantean riesgos adicionales para las comunidades locales. En algunos casos extremos, las arenas movedizas generadas por las tormentas pueden sumergir casas enteras en las zonas rurales de Sudán, cubrir campos de cultivo, canales de irrigación e incluso las orillas de los ríos.
A pesar de estos desafíos, los esfuerzos por preservar las pirámides de Sudán están en marcha. Organizaciones locales e internacionales, junto con arqueólogos y expertos en conservación, están trabajando para proteger y restaurar estas estructuras centenarias. Su objetivo es garantizar que las futuras generaciones puedan apreciar y aprender de este patrimonio invaluable.
Además de la preservación física, también se está llevando a cabo un esfuerzo para concienciar al público sobre la importancia de las pirámides de Sudán y su legado histórico. La educación y la sensibilización son componentes clave en la lucha por mantener viva esta parte crucial de la historia de África.
NEGLIGENCIAS DEL PASADO QUE AFECTAN A LAS PIRÁMIDES HOY
Además de las tormentas de arena y el cambio climático, las pirámides de Sudán también han sufrido debido a negligencias del pasado. Un triste ejemplo de esto es la historia del explorador italiano Giuseppe Ferlini, quien en la década de 1880 causó daños significativos a muchas pirámides en su búsqueda de tesoros. Sus acciones irresponsables dejaron un legado de destrucción y pérdida irreparable en el patrimonio arqueológico de Sudán.
Mientras que las pirámides de Sudán luchan por sobrevivir, la pirámide de Guiza en Egipto se mantiene como la última maravilla del mundo antiguo que aún se encuentra en pie. Esta imponente estructura, que incluye las pirámides de Keops, Kefrén y Micerinos, es un testimonio de la grandiosidad y la habilidad arquitectónica de la antigua civilización egipcia.
A pesar de la erosión y el paso de los milenios, la pirámide de Guiza continúa asombrando a los visitantes de todo el mundo. Su imponente presencia en el horizonte de El Cairo es un recordatorio perdurable de la grandeza de la humanidad en el pasado.