A veces la simple vuelta a la rutina nos ayuda a perder este peso extra; sin embargo en otras ocasiones, especialmente en caso de tener un empleo sedentario, estos kilos parecen instalarse definitivamente en nuestro cuerpo. Ejercicios tan sencillos como caminar nos permiten librarnos de ellos fácilmente.
1Los principales beneficios de caminar
Quien mueve las piernas mueve el corazón. Es una de las frases clásicas que solemos escuchar en las consultas médicas, y no es ninguna mentira, pues para caminar el corazón necesita bombear sangre a las piernas, de forma que le obligamos a ejercitarse y fortalecerse.
Este es sólo uno de los principales beneficios que nos aporta caminar, pues además de ayudarnos a perder peso, proporciona innumerables beneficios a nuestra salud. Para empezar es un ejercicio completamente gratuito, pues no requiere más complemento que unas buenas deportivas. Con el simple hecho de salir a la calle y pasear estamos realizando una valiosa actividad.
Además, podemos hacerlo a cualquier hora del día. Eso sí, en épocas de calor se recomienda salir a pasear a primera hora de la mañana o última de la tarde para evitar golpes de calor, insolaciones y peligro de deshidratación. Además, es muy aconsejable caminar después de cenar para lograr una mejor digestión y un mayor descanso.
En cuanto a los beneficios para nuestro cuerpo, caminar nos ayuda a fortalecer las piernas, tanto la musculación como la densidad ósea. Además, con ello ejercitamos las piernas al completo: muslos, gemelos, tobillos, etc. De igual forma, potenciamos la fuerza y el correcto movimiento de las caderas y nos ayuda a mantener en buen estado la columna vertebral.
Caminar también fortalece el abdomen, por lo que se recomienda en caso de querer perder grasa en la zona. Asimismo, contribuye a reducir el colesterol en la sangre, por lo que los médicos suelen aconsejar este ejercicio a los pacientes con hipertensión y/o problemas cardíacos.
También contribuye a un buen funcionamiento del metabolismo y del sistema nervioso. Con todo ello, aumenta la capacidad física aeróbica y en conjunto, mejora la calidad de vida y propicia una mayor longevidad. Además, es una actividad sin riesgos, suave, que puede realizar una buena parte de la población independientemente de su edad y estado de salud.
Respecto a los beneficios psicológicos, caminar es una de las mejores actividades que podemos hacer para sentirnos mejor anímicamente. Ayuda a reducir el estrés, a despejar la mente y a aumentar la concentración. Además, aumenta la producción de serotonina, conocida como la hormona de la felicidad, mejorando con ello la calidad del sueño y reduciendo el cortisol.
