Las vacaciones tienen muchas cosas positivas. Son un periodo imprescindible para recargar pilas, reducir el estrés, disfrutar de estímulos y experiencias nuevas y en definitiva, experimentar un mayor nivel de felicidad y bienestar. Sin embargo, esta felicidad es efímera y temporal, ya que suele desaparecer en cuanto regresamos a la rutina diaria. En algunos casos, incluso el desánimo puede ser tan intenso, que podemos sentir una pequeña depresión temporal.
Evidentemente, no vamos a renunciar a unas felices vacaciones para evitar esta caída del ánimo posvacacional. Lo que sí podemos hacer es aplicar algunas estrategias que pueden ayudar a mitigar esa sensación tan desagradable después haber pasado unas semanas haciendo exclusivamente las cosas que más nos gustan.
1QUÉ ES EL SÍNDROME POSVACACIONAL
La «depresión posvacacional» o «síndrome posvacacional» no es un término médico oficial ni una entidad diagnóstica reconocida por las clasificaciones médicas, como el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM-5). Sin embargo, es un término coloquial que se utiliza para describir una serie de síntomas emocionales y psicológicos que algunas personas experimentan después de regresar de unas vacaciones o un período de descanso prolongado.