Cuando llega el verano el cuerpo sólo nos pide alimentos frescos y digeribles. El ajoblanco, el gazpacho y el salmorejo son las sopas frías estrellas de la época estival. Son tres platos típicos de Andalucía, aunque lo toma toda España. No es de extrañar, pues están llenos de vitaminas, y nutrientes con un alto poder.
El salmorejo tiene un origen cordobés. Para su elaboración se necesita de unos buenos tomates y estos deben de ser específicos para esto. Los recomendados son los pera. La diferencia que tiene el salmorejo con el gazpacho es el uso de ingredientes. Sí quieres comer esta sopa desde casa aquí encuentras la forma de preparación.
Elaboración del salmorejo
El salmorejo no es difícil de elaborar, pero tiene un toque especial, obviamente como cualquier plato. Una vez que lo hagas una vez sabrás como prepararlo a tú gusto de aceite, etc.
Coge un kilo de tomates (a poder ser de pera, pues son los mejores para esto). Escoge de la cocina uno o dos dientes de ajo, dos huevos, taquitos de jamón ibérico, aceite de oliva, sal y pan.
Para su elaboración primero coge un cazo y pon agua a calentar. Cuando esté hirviendo se meten los huevos a cocer. Cuenta 20 minutos y cuando pasen ya estarán listos. Para que no te quemes lo mejor será echarles agua por encima para que bajen la temperatura. Córtalos en tacos pequeños.
El salmorejo es cordobés
Lo tienes que unir al tomate y seguir triturando. Cuando termines mete poco a poco el aceite con la sal y los demás ingredientes. Si quieres salirte de lo tradicional puedes hacerlo de diferentes formas. Espolvorea pimienta negra recién molida a poder ser o sirve un plato a la vez con una guarnición de verduras cortadas como el pimiento verde, rojo y pepino. Los frutos secos pueden ser un gran aliado para un salmorejo distinto.
Otro salmorejo diferente
Puedes preparar el salmorejo de la forma que se cita y reservar además una pequeña parte de este para ser triturado con almendras y avellanas tostadas que puedes comprar en el supermercado. Adquiérelas de forma cruda. La clave buena de esta receta está en usar buenos ingredientes. No es lo mismo usar tomates verdes no maduros que usarlos rojos e ideales. Todo esto marcará el sabor final que tenga el plato.
Deja reposar el salmorejo en el frigorífico un tiempo (unas horas) para que se asienten todos los sabores. Estará mucho más bueno y con un sabor muy intenso. Si tienes prisa puedes usar el congelador. Se sirve bien frío para calmar los calores veraniegos.
Consejos
Si puedes permitirte comprar un robot de cocina, no te lo pienses, pues el robot emulsiona la salsa y da ese el toque ideal que tiene que tener el salmorejo siempre. La batidora tritura, pero no emulsiona y se parecerá más a un gazpacho que a un salmorejo.
El aceite de oliva debe de ser virgen extra. Compra el mejor que puedas. Cuando se busca un sabor intenso compra uno que tenga bastante acidez de esos que tiene un color verdoso intenso. Si, por el contrario, no te gusta tan intenso cómpralo más claro.
Los tomates más recomendados son los pera y los llamados en rama. Estos últimos aportan un sabor más fuerte y los de pera más color. No peles nunca ningún tomate, pues estos tienen las vitaminas en sus pieles.
El ajo y la sal. Usa la sal en escamas y ajo morado de origen español (es menos intenso y repite menos durante su digestión). Este es el mayor problema que se tiene cuando se toma salmorejo. Se come y se repite durante todo el día y es muy incómodo. Por eso muchas personas no comen nada que lleve ajo.