El escándalo de EiDF no termina, pero el mercado, especialmente los inversores minoritarios, han dado su veredicto. La compañía dirigida por Fernando Romero no ha logrado convencer a los accionistas para retener los títulos de la compañía en las carteras y lejos de crear el efecto esperado, el precio de las acciones de la compañía, que se vende como «líder del mercado de las renovables», se ha hundido más de un 70%, evaporando más de 1.200 millones de euros. Todo ello sin que haya habido una casación del volumen de negociación entre las operaciones de compra y las de venta.
El desplome en la apertura de este lunes se debió principalmente al fortísimo volumen de títulos a la venta, más de 75.000 frente a apenas 4.000 en compra. El primer precio se marcó a 14,88 euros por acción, un rejón del 50%; mientras que la presión vendedora fue a más pocos minutos más tarde, hasta alcanzar los 8,93 euros. Para entonces, las posiciones de compraventa no casaban ni con una caída del 69%. El mercado ha activado la guillotina con una caída libre. No obstante, el elevado volumen ha impedido casar las operaciones y BME lo ha tenido que realizar al cierre. «Podría ser el principio del fin de EiDF», han apuntado las fuentes consultadas.
Fuentes conocedoras del sistema de BME Growth, señalan que la elevada diferencia entre la compra y venta de títulos hace prácticamente imposible la cotización, aunque hay una opción hipotética: «Hacerlo con calzador y dar la oportunidad a los compradores de tener que aceptar los precios más altos».
La deuda de EidF es impagable y tendrán que hacer malabares para no declarar la suspensión de pagos
La CNMV suspendió de cotización a EiDF el pasado mes de abril tras la negativa de PwC a firmar las cuentas. Desde aquel día, Fernanddo Romero, principal accionista de la compañía, decidió guardar silencio oficialmente. En MERCA2, no obstante, se ha realizado una labor de investigación detallando antecedentes que parecían olvidados para los inversores, como el pasado de los Romero, como el pago de 1.000 euros para evitar un juicio por extorsión y secuestro a un empresario, así como la autofacturación a empresas del perímetro de ambos hermanos, destapada posteriormente por Deloitte en su forensic.
EIDF Y SU IMPAGABLE DEUDA: NEGOCIACIÓN CON PAGARÉS
Por estos motivos, como la dudosa contabilidad de algunos de sus activos, EiDF está contra las cuerdas. «La situación es de quiebra técnica», han señalado diversas fuentes del mercado consultadas por este medio. «La deuda es impagable y tendrán que hacer malabares para no declarar la suspensión de pagos», han apuntado. De hecho, los niveles de deuda de EiDF se han disparado un 155% más respecto a los anunciados públicamente, con un fondo de maniobra negativo frente al positivo que dio a conocer EiDF antes de la suspensión.
Según las mismas fuentes, EiDF estaría tratando de convencer a los proveedores para alargar el tiempo de los pagarés desde los 90 a los 180 días, una medida tomada a la desesperada para evitar males mayores. No obstante, algunos de estos proveedores se han allanado con una única condición: la exigencia de un aval bancario -confirming- para estar respaldados en caso de impago. «Nadie se fía ya de los Romero», afirman las mismas fuentes consultadas.
La situación de EiDF apunta a la quiebra técnica, pasando antes por una hipotética suspensión de pagos, según se desprende de los números y advertencias de Deloitte a través de su ‘forensic’, un informe que la compañía se ha negado a publicar, mientras la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) ha permitido su vuelta a la cotización tras cuatro meses de suspensión a pesar de señalar un falseamiento de documentación, que podría servir para sustentar acciones judiciales.
EL FORENSIC, LA PUNTILLA A EIDF
Las acciones de EiDF podrían caer aún más de proseguir la caída libre en el mercado. Y es que, los gestores mintieron al mercado en sus cuentas más básicas, sin dar importancia a los motivos, que según el forensic pasan por una falta de control, gestión y una autofacturación de la que dio cuenta en su día MERCA2.
Los Romero ocultaron una parte clave en su resumen del forensic de Deloitte, según aseguró la CNMV. «La CNMV considera que la información publicada no es completa e incluye omisiones muy relevantes», apuntó el regulador la pasada semana en un comunicado nada usual en el BME Growth.
De hecho, son omisiones «de gran trascendencia para los accionistas de EiDF», como la facturación a Albujón, una empresa controlada hasta octubre de 2022 por el hermano del presidente de EiDF. Asimismo, el auditor dejó claro que podrían surgir nuevas complicaciones por otros posibles errores, omisiones y contingencias no recogidas en las cuentas anuales. Es decir, la situación de EiDF podría empeorar.
Lejos de publicar el forensic íntegro, EiDF realizó y dio a conocer un resumen del mismo. Asimismo, dejaba una amenaza velada contra las empresas auditoras.
El polémico asunto de EiDF mantiene en vilo al BME Growth desde la negativa de PwC a sellar las cuentas. Los máximos responsables de este mercado centrado en empresas en expansión y alto crecimiento se las visto y deseado con este caso, que socava la credibilidad de la Bolsa y que podría afectar a todas las compañías en su conjunto.
EIDF, UNA EUFÓRICA SUBIDA MÁS QUE SOSPECHOSA
En el caso de EiDF no saltaron las alarmas tras su exponencial subida de más de un 2.000% en poco menos de año y medio. Fue la estrella bursátil en el peor año de la Bolsa desde 1937 y en una compañía centrada en la energía renovable, duramente castigada por las dificultades para entregar pedidos por los cuellos de botella, el encarecimiento de los materiales y la falta de mano de obra cualificada para las instalaciones.
Pese a ello, sus acciones pasaron de los 1,44 a los 29,76 euros. Esta subida de cuatro dígitos se debió al split de permitir la cotización de nuevos títulos, que permitió alcanzar una valoración de 1.716 millones, de los que ahora quedan apenas unos 500 millones. Aún así, supera en nueve veces la valoración dada al inicio de su andadura bursátil, en 57 millones.
La desconfianza en EiDF no sólo pasa por las bruscas y fuertes alzas en el precio de la acción, sino también por su cruda realidad. EiDF no sólo no tiene los activos que dice tener, sino que algunos de los parques fotovoltaicos construidos con dinero de fondos de inversión como Ikav o Sinia jamás han llegado a tener placas solares ni una puesta en marcha. El propio informe señala uno en concreto, situado en Calzada de Oropesa (Toledo). De hecho, Sinia e EiDF cortaron su relación tras la suspensión.
MERCA2 se puso en contacto con algunos vecinos cercanos a la ubicación exacta del parque de Calzada de Oropesa. Sus declaraciones contradicen por completo a Romero al asegurar que «jamás se han instalado placas fotovoltaicas». La imagen es una tierra de siembra con postes de hierro y acero, un transformador sin conectar y sin cables. Era sólo un activo, ahora el castillo de naipes se está derrumbando con la fuerza de la ira del mercado.