En lo que supone un revés sorprendente para la percepción generalizada de que las pajitas de papel son una alternativa ecológica y segura como sustitutas de las pajitas de plástico, un nuevo estudio ha revelado una noticia que ha dejado a todo el mundo helado: la mayoría de las llamadas «pajitas de papel ecológicas» contienen «químicos permanentes» que pueden ser perjudiciales para la salud humana y el medio ambiente.
Aunque las pajitas de papel han sido promocionadas como una opción sostenible para combatir la contaminación plástica y mantener aun así el uso de las pajitas, parece que la verdad detrás de su producción y composición no es tan optimista como se pensaba anteriormente.
DATOS ALARMANTES SOBRE LAS PAJITAS
Ha sido una investigación realizada por científicos europeos y publicada en la revista Food Additives and Contaminants la que ha desenterrado datos alarmantes sobre la prevalencia de sustancias químicas conocidas como sustancias poli y perfluoroalquilas (PFAS) en las pajitas de papel. Estas sustancias, a menudo llamadas «Forever Chemicals», han sido objeto de creciente preocupación debido a su persistencia en el medio ambiente y sus posibles efectos perjudiciales para la salud humana.
Las PFAS son un grupo de más de 12.000 sustancias químicas que son conocidas por su resistencia a la descomposición tanto en el medio ambiente como en los cuerpos humanos, lo que les ha valido el apodo de «Forever Chemicals». Estas sustancias pueden acumularse en el cuerpo humano y se ha demostrado que están relacionadas con una serie de problemas de salud, como niveles elevados de colesterol, respuestas inmunológicas debilitadas, trastornos de la tiroides y un mayor riesgo de cáncer de riñón y testículo. Sorprendentemente, se ha descubierto que las pajitas de papel, que se consideraban una alternativa más segura a las de plástico, contienen concentraciones significativas de estas sustancias perjudiciales. Una noticia que nos deja absolutamente en shock.
PAJITAS DE PAPEL FRENTE A OTROS MATERIALES
Este mismo estudio que evaluó las pajitas de papel, hizo lo mismo con otros materiales como vidrio, bambú, acero inoxidable o plástico, provenientes de distintas marcas. Los investigadores buscaron 29 compuestos PFAS diferentes y encontraron que el 69% de las marcas analizadas contenían estas sustancias tóxicas, con hasta 18 tipos diferentes de PFAS detectados en algunas de las muestras. Aunque las concentraciones variaban considerablemente, lo más inquietante es que el 90% de las marcas analizadas mostraron la presencia de estos compuestos en alguna cantidad.
Uno de los PFAS más comúnmente detectados fue el ácido perfluorooctanoico (PFOA), una sustancia que se ha relacionado con varios problemas de salud graves. Aunque no se ha establecido definitivamente si los PFAS fueron agregados deliberadamente a las pajitas de papel o si se deben a la contaminación ambiental en la producción de los materiales vegetales, la presencia de estas sustancias químicas tóxicas plantea preguntas cruciales sobre la seguridad de las llamadas «pajitas de papel ecológicas».
¿PRODUCTOS 100% SEGUROS?
Thimo Groffen, uno de los autores del estudio, advierte que aunque las cantidades de PFAS presentes en las pajitas de papel pueden ser pequeñas, pueden contribuir a la carga química general en el cuerpo humano. Esto sugiere que incluso las cantidades aparentemente insignificantes de estas sustancias pueden tener un impacto acumulativo en la salud a lo largo del tiempo. Además, el equipo de investigación subraya que los consumidores pueden no ser conscientes de que las pajitas de papel, a pesar de su imagen eco-amigable, podrían exponerlos a sustancias químicas potencialmente dañinas.
Este descubrimiento pone de manifiesto la importancia de una mayor transparencia en la producción y comercialización de productos que se promocionan como ecológicos y seguros. Los consumidores deben ser conscientes de que incluso las alternativas aparentemente más sostenibles pueden tener implicaciones negativas para la salud y el medio ambiente. Asimismo, se requiere una investigación adicional para comprender completamente cómo se introducen estas sustancias químicas en los productos y cómo pueden afectar a las personas a lo largo del tiempo.